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Almeyda quiere un River de Hacha y Tiza: ¿Está bien?

La B Nacional es una guerra. Así la pintan, así se la ve. River ya conoce el derrotero que deberá afrontar para volver a la máxima categoría. Viajes a Jujuy, Mendoza, San Juan, Tucumán, Corrientes, Chaco, Córdoba, Chubut, y varias canchas del conurbano bonaerense comprenden el periplo 2011 de este River de Matías Almeyda.

El Pelado ya sabe que su equipo se plantará con dos líneas de 4, pudiendo variar a dos hombres de punta o un 1-1 con un delantero más retrasado y una punta de lanza. Esos dos que variarán ya tienen nombre y apellido: Fernando Cavenaghi y Alejandro Domínguez. El resto del equipo todavía está en formación, incluso en la cabeza del propio DT.

Sánchez y Aguirre: huevo, huevo, huevo.

Sin embargo, el Pelado va dejando señales. Luego de sumar al Torito y al Chori, River comenzó a incorporar pensando en "batallar" y no tanto en el jogo bonito. Primero, apuntó bien. Primero llegó Agustín Alayes, pilar de Estudiantes cuando reinó en América y un hombre que le escatima a la pierna fuerte si es necesaria. Engrosa la lista de centrales capacitados que hoy tiene el Millo: Maidana, Ferrero, Gonzalez Pírez, Pezzella, Román, Ramiro Funes Mori...

Después, buscó en Godoy Cruz, equipo de los mejores del torneo, y se llevó a Martín Aguirre (hachatizista de Olimpo) y Carlos Sánchez, lateral-volante derecho, todoterreno, de los mejores jugadores del Clausura que pasó. Además, borró los enganches: vendido Lamela, prestado Lanzini, sólo quedaría Mauro Díaz (por el cual también hay algún que otro sondeo).

Ni Aguirre ni Sánchez dudaron en venir a River. La banda roja, la historia, los millones de hinchas, todo lo que sigue significando River seducen. A cualquiera, eh. Los dos pelados llegan para reforzar al Millonario y ambos son piezas que demuestran que Almeyda busca sumar garra en el mediocampo, para solidificar ese 4-4-2 que se vislumbra como guerrero.

 

[caption id="attachment_27568" align="aligncenter" width="480" caption="Nicolás Freitas Silva, en acción."][/caption] Y si hablamos de guerreros...Uruguay es cuna. Quizás por eso, la mira Millonario viró también a dos hombres con el temple Celeste. Primero el más terrenal y el que, si nada extraño sucede, será jugador de River en la semana. Se trata de Nicolás Freitas Silva. Cinco. Y no cualquier cinco, el cinco de Peñarol. El hombre que más hacha y tiza debe llevar en el continente. El titular cuyo suplente era Nicolás Domingo, hombre que volvió a River y también forma parte de la Trinchera de Matías Jesús.  

 

[caption id="attachment_27569" align="aligncenter" width="480" caption="Arévalo Ríos, ¿sólo un sueño?"][/caption] En medio de está búsqueda, River tiene un sueño: Egidio Arévalo Ríos. Uruguayo, campeón de América, titular en la Celeste de Tábarez. ¿Es factible? Al parecer, según indica MuyRiver.com.ar, el hombre estaría evaluando una oferta del Tijuana de México y la de River, ya que no seguiría en el Botafogo. Si el sueño se cae Freitas será jugador del Millo. Así, pase lo que pase, Almeyda sumaría un hombre de armas llevar.  

Almeyda busca endurecer a un mediocampo que, en el Clausura, fue blandengue. Acevedo, Cirigliano, Affranchino, Pereyra, Mauro Díaz, Lamela, Manu Lanzini, todos jugadores "fantasistas" o de buen pie. ¿Tiza? ¿Garra? Almeyda. El mismo Almeyda que hoy tiene el buzo puesto. Pues bien, busca su heredero.

Lo cierto es que River incorporó lujo y gol (antes de jugar) arriba y busca hacha, tiza, garra y jugadores que no le escatimen a la patada para reforzar el medio. Incluso, jugando un poco con lo que tiene y con lo que quiere el Pelado, así formaría el River combativo de Matías Jesús hoy:

Vega o Chichizola; Maidana, Ferrero, Román o Alayes, Arano o JM Díaz; Carlos Sánchez, Nico Domingo o Freitas o Arévalo Ríos, Aguirre o Cirigliano, Pereyra; Domínguez, Cavenaghi.

¿Un buen equipo? Lo que es seguro es que respetará 3G: Garra, garra y garra.

La B Nacional es una guerra. Así la pintan, así se la ve. River ya conoce el derrotero que deberá afrontar para volver a la máxima categoría. Viajes a Jujuy, Mendoza, San Juan, Tucumán, Corrientes, Chaco, Córdoba, Chubut, y varias canchas del conurbano bonaerense comprenden el periplo 2011 de este River de Matías Almeyda.

El Pelado ya sabe que su equipo se plantará con dos líneas de 4, pudiendo variar a dos hombres de punta o un 1-1 con un delantero más retrasado y una punta de lanza. Esos dos que variarán ya tienen nombre y apellido: Fernando Cavenaghi y Alejandro Domínguez. El resto del equipo todavía está en formación, incluso en la cabeza del propio DT.

Sánchez y Aguirre: huevo, huevo, huevo.

Sin embargo, el Pelado va dejando señales. Luego de sumar al Torito y al Chori, River comenzó a incorporar pensando en “batallar” y no tanto en el jogo bonito. Primero, apuntó bien. Primero llegó Agustín Alayes, pilar de Estudiantes cuando reinó en América y un hombre que le escatima a la pierna fuerte si es necesaria. Engrosa la lista de centrales capacitados que hoy tiene el Millo: Maidana, Ferrero, Gonzalez Pírez, Pezzella, Román, Ramiro Funes Mori…

Después, buscó en Godoy Cruz, equipo de los mejores del torneo, y se llevó a Martín Aguirre (hachatizista de Olimpo) y Carlos Sánchez, lateral-volante derecho, todoterreno, de los mejores jugadores del Clausura que pasó. Además, borró los enganches: vendido Lamela, prestado Lanzini, sólo quedaría Mauro Díaz (por el cual también hay algún que otro sondeo).

Ni Aguirre ni Sánchez dudaron en venir a River. La banda roja, la historia, los millones de hinchas, todo lo que sigue significando River seducen. A cualquiera, eh. Los dos pelados llegan para reforzar al Millonario y ambos son piezas que demuestran que Almeyda busca sumar garra en el mediocampo, para solidificar ese 4-4-2 que se vislumbra como guerrero.

 

Nicolás Freitas Silva, en acción.

Y si hablamos de guerreros…Uruguay es cuna. Quizás por eso, la mira Millonario viró también a dos hombres con el temple Celeste. Primero el más terrenal y el que, si nada extraño sucede, será jugador de River en la semana. Se trata de Nicolás Freitas Silva. Cinco. Y no cualquier cinco, el cinco de Peñarol. El hombre que más hacha y tiza debe llevar en el continente. El titular cuyo suplente era Nicolás Domingo, hombre que volvió a River y también forma parte de la Trinchera de Matías Jesús.

 

 

Arévalo Ríos, ¿sólo un sueño?

En medio de está búsqueda, River tiene un sueño: Egidio Arévalo Ríos. Uruguayo, campeón de América, titular en la Celeste de Tábarez. ¿Es factible? Al parecer, según indica MuyRiver.com.ar, el hombre estaría evaluando una oferta del Tijuana de México y la de River, ya que no seguiría en el Botafogo. Si el sueño se cae Freitas será jugador del Millo. Así, pase lo que pase, Almeyda sumaría un hombre de armas llevar.

 

Almeyda busca endurecer a un mediocampo que, en el Clausura, fue blandengue. Acevedo, Cirigliano, Affranchino, Pereyra, Mauro Díaz, Lamela, Manu Lanzini, todos jugadores “fantasistas” o de buen pie. ¿Tiza? ¿Garra? Almeyda. El mismo Almeyda que hoy tiene el buzo puesto. Pues bien, busca su heredero.

Lo cierto es que River incorporó lujo y gol (antes de jugar) arriba y busca hacha, tiza, garra y jugadores que no le escatimen a la patada para reforzar el medio. Incluso, jugando un poco con lo que tiene y con lo que quiere el Pelado, así formaría el River combativo de Matías Jesús hoy:

Vega o Chichizola; Maidana, Ferrero, Román o Alayes, Arano o JM Díaz; Carlos Sánchez, Nico Domingo o Freitas o Arévalo Ríos, Aguirre o Cirigliano, Pereyra; Domínguez, Cavenaghi.

¿Un buen equipo? Lo que es seguro es que respetará 3G: Garra, garra y garra.