Hola, soy el Club Atlético San Lorenzo de Almagro. Tengo 103 años de vida y una rica historia que me hizo uno de los cinco clubes más importantes de la Argentina. Hace bastantes años estoy administrado por personas ineptas e interesadas, que de a poco fueron haciendo que mi grandeza se diluya y amague con desaparecer…
Hoy, me veo inmerso en una deuda insostenible; la misma, fue generada año a año por las personas que me manejaron, esas que nunca se hicieron cargo de sus errores pero sí enviaron culpas a sus predecesores. En mi vida institucional y futbolística, sufrí descensos, bajones, crisis y despojos, pero siempre pude salir adelante, por grandeza propia y por el empuje de mis hinchas que siempre me acompañaron. Sin embargo, hoy más que siempre, necesito ayuda.
Palabras como pasivo, deuda, déficit, convocatoria, concurso, acreedor, inhibición o intimación, se convirtieron en cuenta corriente en mi vida y amagan con borrar mi existencia, como no hace tantos años también le pasó a un club con mucho prestigio e historia que se está reponiendo lentamente.
A los tantos muchachos que me metieron en este lío, se le sumaron once nuevos apellidos que quieren seguir hundiéndome hasta el abismo. Se los presento y caracterizo para que los puedan ubicar bien: Aureliano Torres (el único defensor que no pega), Juan Manuel Torres (asiduo visitador de Esperanto y Sunset), Guillermo Pereyra (también conocido con el intrascendente que nada hace), Pablo Velázquez (dos goles en un torneo completo), Jonathan Bottinelli (reincidente, socio e hincha mio), ¡Félix Orode! (jajaja, yo sé que te estás riendo), Gastón Aguirre (lleva tres lesiones de más de seis meses en menos de dos años), Diego Rivero (le gusta mucho rascarse las orejas y jugar al póker), Damián Albil (como Rivero, pero sin las orejas y toca en una banda), Nelson Benítez (se encargó de hacer vulnerable una defensa muy sólida de un conocido club de La Plata) y Diego Herner (no se sabe a qué vino, pero sí que llegó a Primera porque tenía arreglos con Griguol en el otro conocido club de La Plata).
Como ven, esta gente está reclamando el dinero que mis administradores les prometieron a cambio de sus servicios. Malos o buenos estos últimos, no son una excusa para no darles lo que les corresponde, pero créanme que lo que han arreglado por contrato con estos sujetos es una falta de respeto al trabajador y a mi historia. Y por si fuera poco, sin alcanzarles con que me inhiban e intimen por todos lados, siguen trayendo nuevos agentes a esta contienda, generando cada vez un malestar mayor y las interminables quejas de mis adeudados que mucho reclaman y poco juegan (en su mayoría). El Presidente pide tiempo, que todo lo va a solucionar, pero eso ya lo escuché muchas veces y no puedo confiar.
Quiero resumir mi situación, ampliando uno de los ejemplos que detallé para explicar mi presente. A Félix Orode, el nigeriano que llegó comparándose con Jay Jay Okocha y Messi, se le deben 400 mil dólares. Sepa usted, estimado lector, que son inferiores a 15 los minutos que el africano disputó en la Primera de San Lorenzo, fueron en un clásico con Huracán en aquel ya lejano Apertura 2009.
Algunos sí me quieren
Un grupo de socios preocupado por mi momento económico, propuso la apertura de una cuenta en el Banco Nación para que aquellos que quieran colaborar conmigo, puedan hacerlo depositando dinero que ayude a afrontar mi apremiante estado financiero. Aquí están los detalles para aquellos nobles corazones que quieran cooperar:
Banco Nación
Cuenta Corriente Especial Nº 6520168949
Sucursal Avenida de Mayo (0015)
CBU 01106523-40065201689494
Todavía estamos a tiempo. Son muchos años de alegrías y tristezas que no pueden ser arruinados por algunos tontos que hicieron todo mal. Les pido más apoyo que nunca y la Vuelta a Boedo con la reorganización económico/financiera serán una realidad. ¡Ayuda, por favor!
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