El lockout se llevó las dos primeras semanas de competición tal como anunció el comisionado David Stern y con ello cien partidos y una cantidad de dinero impresionante. Parece que el problema lejos de solucionarse, se agrava día a día, ya que se esta haciendo imposible llegar a un acuerdo entre los jugadores y los propietarios de las franquicias.
Son casi 120 millones de dólares los que separan a unos de otros. Es que los jugadores aceptan bajar del 57 al 53 por ciento su participación en las ganancias de la liga, mientras que los propietarios pretenden una división igualitaria del 50 y 50.
Las pérdidas millonarias afectan no solo a las franquicias y los jugadores, sino también a todos los sectores relacionados con la NBA. A los 200 millones que se habían ido con la cancelación de la pretemporada, se le suman 83 millones de ingresos por entradas a los partidos y los que se refieren a estacionamiento, merchandising, comida y bebidas. Sobre esto, Billy Hunter, del sindicato de jugadores, aceptó que no solo ellos perderán plata, sino que “el dolor será mutuo”.
Para los jugadores el tema viene muy difícil también. Se calcula que por cada mes sin competición dejaran de percibir 350 millones. A los consagrados y llenos de plata esto no afecta mucho a sus vidas, pero para los jugadores novatos y la “clase media” de la liga representa un golpe muy duro.
Este último punto es al que los propietarios apuntan para que se empiecen a dividir las posturas entre ellos, y que un grupo de estos presione para bajar las pretensiones y regresar a la actividad en lo pronto. Frente a este tema, ayer se reunieron en Los Ángeles gran parte de los jugadores de la NBA buscando unidad. El propio pívot de Washington Wizards, Javale McGee, reconoció que algunos de los jugadores están listos para ceder, pero al mismo tiempo tanto él como el presidente del sindicato y jugador de los Lakers, Derek Fisher, admitieron que son más los que apoyan la resistencia.
Al mismo tiempo, Fisher confía en que Stern y los propietarios no se la jugaran a seguir perdiendo plata con la cancelación de la temporada completa. Pero esto se contradice con lo que el mismo comisionado asegura: que de no llegar a un acuerdo la semana que viene, no habrá NBA mínimo hasta después de la Navidad, poniendo un panorama cada vez más negro.
La próxima reunión esta pautada para el martes, y participará George Cohen, director del Servicio Federal de Mediación y Conciliación, quien ya estuvo sin éxito en las negociaciones antes del lockout en la NFL. Mientras los fanáticos seguimos esperando por la rápida solución del conflicto.
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