RNB: Hay como una especie de nueva costumbre de las bandas de lanzar un EP poquito tiempo antes de lanzar el disco, a qué responde esta antesala del material completo? ¿Tiene que ver con una estrategia relativa a las redes sociales?
Yo creo que hay un poco de todo. En primer lugar, como bien decís, desde que existen las redes sociales, el arte se vive desde la inmediatez, la brevedad y la renovación constante. Es en este sentido donde podríamos decir que sí, que los cuatro temas que contiene el EP, y el EP mismo como antesala de un posible disco, son producto del mundo marketinero de las redes sociales. Pero también aparece la parte económica del asunto. Grabar un disco en un buen estudio y con un buen ingeniero, cuesta muchísimo dinero. Nosotros, en particular, queríamos tener algo con buena calidad, y los cuatro temas fue lo más accesible.
RNB: ¿Cómo vivieron la entrada al estudio de grabación con el EP y con su futuro primer disco?
Somos cinco y lo cinco lo vivimos de formas distintas. En líneas generales te puedo decir que lo vivimos con mucha responsabilidad y también con mucha emoción.
RNB: Uds. tienen más de diez años de trayectoria, respecto a la comunicación con el público, ¿Qué creen que cambió en este tiempo?
Hay un público que está siempre: tu familia y tus amigos. Eso no cambió y no creo que cambie porque es una cuestión de vida, de experiencias. La otra parte del público, la que se renueva, es la que, en tantos años de haber abandonado la escena musical, perdimos de vista. “Cintas Borradas” es nuestra puerta hacia todos los que quieran vivir con nosotros esto llamado Miniaturas de un pavote, y nosotros ya la abrimos. Ahora resta ver qué pasa.
RNB: A veces hay cierta idea en el público, o mejor dicho en la gente, de que las bandas que aún no están consagradas tienen en segundo lugar su proyecto musical ¿Qué lugar ocupa la música en su cotidianeidad?
Depende del punto de vista. Primero habría que ver que significa “consagrarse” y después, si lo pensás desde el punto de vista económico, sí, por supuesto que no vivimos de la banda, pero, en lo personal, creo que no hay primer o segundo lugar, la música es un estilo de vida, algo que convive con nosotros las 24 horas del día, y la banda es una pieza más de nuestro compromiso como sujetos insertos en una sociedad. Lo que se dice desde la música en Miniaturas de un pavote, es lo mismo que decimos en casa, en la calle o en el trabajo. Hacemos música porque nos apasiona, pero la trabajamos con la misma responsabilidad que todo lo que hacemos.
RNB: ¿Cómo se están preparando para esta vuelta a los escenarios tras más de dos años de estar alejados?
Bien, con muchas ganas y mucha alegría. Como te decía antes, trabajando mucho para que todo salga bien pero a su vez, ansiosos de que llegue el sábado a la noche y poder tomarnos una cerveza con gente maravillosa y hacer un poco de rock.
Comentarios