Gustavo Rowek es un baterista con una experiencia y trayectoria de más de 40 años. No necesita presentación, es uno de los compositores de “Destrucción”, el tema insignia del metal argentino y que abre “Luchando Por El Metal”, la ópera prima de V8.
Como para comparar, salió un mes antes que “Kill’em All”, el debut de Metallica. Hasta su separación en 1986, la banda formada en Chacarita supo registrar un sinfín de himnos que tienen más vigencia que nunca.
Con dos integrantes fallecidos físicamente (Iorio y Civile), pero más vivos que nunca en la memoria popular, V8 sigue sonando actual. Es por eso que Rowek retoma la actividad con el tributo a casi diez años de la última actuación.
Estuviste en aquel debut de V8 en el BA Rock 1982, ¿qué similitudes y diferencias pensas que habrá con la recepción del público entre aquel festival y este Vivimos Música en 2024?
Son dos situaciones muy diferentes en cuanto a su contexto histórico. En ese BA Rock, V8 estaba haciendo su irrupción/aparición en un clima completamente ajeno a su propuesta, que justamente era lo que iba a venir contra todo lo que estaba establecido. Acá V8 está como cabeza fundacional de un movimiento donde claramente la recepción es otra, donde mucha gente casi que lo estaba esperando por lo que estoy viendo en las respuestas. Son contextos históricos muy diferentes de una banda que hacía su irrupción a una completamente instalada y siendo cabeza de un movimiento.
Beto (Ceriotti), Knario (Javier Compiano), Sergio (Berdichevsky) y vos son músicos con una vasta trayectoria, hablando de la buena recepción que tuvo este tributo, ¿qué comentarios te llegaron?
¡Increíbles! Sacando a las redes sociales, que son una cloaca, la única verdad es la realidad. El Teatrito lleno de bote a bote, sold out, lo que nos escribe la gente y lo que vivimos en cada show. Una excelente recibida.
V8 es cabeza de un movimiento, ¿cómo analizas la vigencia de las letras de sus canciones habiendo pasado cuarenta años casi de todos sus discos?
Qué paradoja, ¿no? tantos años, una época tan distinta y sigue todo tan igual. En el fondo los que más tienen, tienen cada vez más y los que menos tienen tienen cada vez menos. No se rompió esa ecuación en cuarenta años de democracia y es por eso que las canciones parecen escritas ayer. Mientras eso no suceda, V8 va a tener una vigencia absoluta. Convengamos que los políticos nos ayudan mucho (risas).
Hay muchas bandas nuevas y otras no tanto que van a estar en este festival y que los han tenido como referentes, ¿qué reflexión haces sobre la semilla que han plantado y la influencia que tuvieron y tienen en el metal?
Con mucho orgullo, responsabilidad y ganas de dar muchísimo más. Para mí, mi pasado no es mochila, es orgullo. Nadie te regala nada y no podes dormir en los laureles, todos los días me preparo para ser quien soy y tener la vigencia que tengo.
El show de El Teatrito tuvo una lista con lo mejor de V8, ¿qué tipo selección harán para el Vivimos Música dado el tiempo que tienen?
Tenemos en mente la catarata de hits que sabemos que la gente quiere escuchar en esta primera etapa. Es una catarata adrenalínica de canciones y lo que tiene V8 es eso: muchos hits. Más adelante, en una segunda etapa, estaremos haciendo rarezas y algunas otras cosas.
¿Qué se viene para ustedes luego de este Festival?
Tocar, tocar y tocar.
Con Sergio (Berdichevsky) también compartís otro proyecto, Entre El Cielo y El Infierno, ¿qué se viene en lo que queda del año?
Hay una diferencia gigante con respecto al Tributo a V8, que no es más que recrear la música de V8 con diferentes formaciones y darle una impronta propia a las canciones. En cambio, Entre El Cielo y El Infierno nació como un proyecto con continuidad artística. Ya tenemos nuestro primer tema y paramos un poco, porque estamos componiendo bastantes canciones más. Si bien, a Dios gracias llenamos el Teatro Flores y venimos de gira por Latinoamérica, queremos darle más a la gente. Es por eso que en el show del 9 de noviembre habrá más canciones nuevas. El disco nuevo saldrá el próximo año.
Tu otro proyecto, Rowek, ¿en qué estado está?
En este momento está parado porque el día tiene 24 horas (risas). Doy clases, tengo un estudio, produzco, grabo, tengo familia… entonces tengo muy poco tiempo. Sin embargo, nos las ingeniamos. Estamos trabajando a distancia con el bajista, que está en Entre Ríos. Nos estamos convirtiendo en una banda que sube temas nuevos a las plataformas y a las redes. Próximamente saldrá un nuevo tema.
¿Te queda tiempo para ir a ver a Racing?
Me queda, para Racing siempre me queda.
Fotos de Andrés Violante
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