En 1992, Attaque 77 incluyó la canción “Cuanta Cerveza” en su tercer disco de estudio. Debido a que cerrarán los festejos por su trigésimo aniversario en Obras como parte del Rock N’ Chop, ciclo auspiciado por una reconocida marca de cerveza, consultarle a Mariano Martínez sobre el asunto fue inevitable. “Muy avanzada la relación, no lo habíamos pensado así” suspira el guitarrista entre risas de sorpresa en cuanto al sponsor del evento y el tema de “Angeles Caídos”, álbum que presentaron en ese mismo escenario y que editaron en vivo recién el año pasado.
RNB: Para los 25 años de “El Cielo Puede Esperar”, Ciro (Pertusi) dijo que el Malvinas Argentinas “era el nuevo Obras”. Pero ahora están festejando sus 30 en ese escenario tan importante para ustedes. ¿Qué sienten?
Mariano: Es el mejor final para la celebración de nuestros treinta años. Ya hicimos varios shows el año pasado, más temáticos y chiquitos, con un recorrido por todos nuestros discos, pero lo que faltaba era uno más grande. Cuando vimos que volvió Obras, enseguida se convirtió en la mejor opción. Ya tocamos en el Malvinas, en el Luna Park, lugares muy importantes, pero Obras en un momento era como un clásico.
RNB: Lugares muy importantes, pero que no tienen esa mística…
Mariano: Hace poco nos invitó Die Toten Hosen, estuvimos en el lugar y la mística está ahí. El templo del rock es ese. Estuvo muy bueno y la vibra que hay es increíble, algunos personajes todavía siguen pululando en ese escenario y eso contagia. Nos pareció siempre que era la mejor opción para esto.
RNB: A Obras fueron a ver a los Ramones y luego tocaron con artistas ya consagrados como Iggy Pop, Sex Pistols y tantos otros. ¿Qué experiencia les quedó de haber tocado de tan pendejos con sus referentes? ¿Hacen algún tipo de balance o comparación?
Luciano: Fue algo maravilloso.
Mariano: Eso fue un gusto, un regalo que nos dio la música: compartir un escenario con varios de nuestros héroes, y algunos no tan conocidos. Una vez hicimos un festival con 999, una banda de punk inglesa de los setenta –una de mis favoritas-, pero que no es tan conocida como los Pistols o los Clash. Sin embargo, vinieron a Buenos Aires y tocaron con nosotros. También tocaron Superuva y The Lurkers, otra banda no tan popular. Había muchos grupos británicos de punk muy buenos en los setenta. Otro fue UK Subs, que tocó con Los Violadores y con nosotros en el Penal de Olmos.
RNB: Se cumplen 25 años del concierto en Olmos. Tocaron “Espadas y Serpientes” junto a A.N.I.M.A.L., con lo que significa la canción y dónde la hicieron, algo no tan común. ¿Qué lugar ocupa en la historia de Attaque 77?
Mariano: Fue un momento extraño, que está documentado en un disco.
Luciano: No fue un día fácil estar ahí.
Mariano: No sabíamos bien lo que estábamos haciendo. Fue un emprendimiento de un productor (Alejandro Taranto), que juntó un montón de grupos para ir a tocar ahí porque dentro del penal había una radio. Era jugársela, porque no había mucho precedente de algo así y salió bien. Creo que quedó bien documentado por el momento histórico dónde se dio. Es una pequeña historia dentro del rock argentino.
LEMMY, EL HÉROE QUE NO FUE
A mediados de los noventa, Attaque 77 lanza su cuarto álbum de estudio, “Todo Está Al Revés”. Entre canciones oscuras contestatarias, de crítica social y escapándole (todavía) al efecto “Hacelo Por Mi”, el grupo navegaba en mares oscuros y termina saliendo a flote con un disco clave para el sonido que mostraban por aquel entonces.
“Héroe De Nadie” es el tercero de trece temas que forman parte del álbum que fue presentado en uno de los mayores hitos en su carrera: tocar en Vélez junto a Motörhead y Los Ramones. El 14 de mayo de 1994, el otrora cuarteto cumple el sueño de conocer a Lemmy Kilmister.
Tres años después, viajaron a Santa Mónica, Estados Unidos, para grabar “Un Día Perfecto”, que también salió ese año. Allí decidieron incluir una reversión de “Héroe De Nadie”, que ahora era más rápida, en inglés y cantada por Scaglione. La grabaron así porque sabían que Lemmy vivía cerca del estudio y que solía pasar mucho tiempo en el Bar Rainbow.
Es por eso que fantaseaban con conocer a su ídolo y que pudiera llegar a grabar la canción en el disco. Una jugada ingeniosa, ya que la voz de Luciano (reconocido fanático de Motörhead) estaba muy bien y podía ser una “guía” para el posible desempeño del nacido en Stoke, o para que al menos supiera por donde empezar.
Los argentinos se pusieron manos a la obra y comenzaron a frecuentar el Rainbow sin suerte. También fueron a su casa, pero tampoco lo vieron. Fue ahí cuando optaron por dejar en un sobre el cassette para que escuche la canción, unos calcos de Attaque 77 y una carta invitándolo, explicándole y diciéndole hasta cuando iban a estar grabando, por las dudas. No tuvo final feliz: terminaron de grabar y nunca apareció pero luego supieron que volvió mucho tiempo después porque estaba de gira.
Años después y a poco del fallecimiento de Ian Fraser, Ciro Pertusi posteó en el Facebook de Jauría una captura de imagen de una escena del rockumental sobre la vida del bajista dirigido por Wes Orshoski y Greg Olliver.
Allí puede verse la cocina de la casa de Lemmy y en la parte superior, la sorpresa: el famoso calco que habían dejado en un sobre ahora estaba pegado en la parte superior de una de las alacenas. Sin embargo, los tres músicos desconocían esta historia.
RNB: ¿Volvieron a hacer eso con otro artista? ¿Quién escribió la carta?
Mariano: (Risas) Perdón, ¡¿quedó pegado en la cocina de Lemmy?! No lo sabíamos! No la vimos, por favor hacérnosla llegar.
Luciano: Recuerdo muy bien cuando fuimos a la casa y dejamos la carta con el cassette. Yo debo haber escrito esa carta.
Mariano: Además, otra cosa, lo habíamos visto en el Rainbow –el bar dónde él escabiaba todos los días- y le dijimos “Eh Lemmy, somos Attaque 77, qué hacés, nosotros tocamos con vos”. Mientras seguía jugando al flipper nos decía “Sisi, yo me acuerdo de ustedes, tomatela” (risas). Le contamos del disco, lo invitamos a grabar, pidió que le mandáramos el tema y que si le gustaba, iba a grabar. Se ve que no le gustó porque después dijo que se fue de viaje y que no pudo grabar. Entonces, quedó la versión cantada por Luciano, que era la que le queríamos mostrar eso porque él tiene perfecta pronunciación del inglés, la voz bastante parecida a la de Lemmy y cerraba perfecto. Eso fue lo que le dejamos a Lemmy y Lemmy nos cagó (risas).
RNB: Encima después grabó con A.N.I.M.A.L., ¿qué sintieron?
Luciano: ¡Ves que nos cagó! (risas)
Mariano: ¡Se lo llevaron esos hachedepes! (Risas).
Fotos gentileza Gallo Bluguermann
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