Juan Martín del Potro volvió a jugar la Copa Davis luego de dos años, aplastó al kasajo Mikhail Kukushkin por 6-2, 6-1 y 6-2, y dejó al equipo argentino a un paso de las semifinales.
Contundencia, firmeza, potencia y garra. Esas fueron las características que tuvo Del Potro para darle el segundo punto a Argentina y, de algún modo, relajó a Juan Ignacio Chela y Eduardo Schwank, quienes mañana a partir de las 10.50 disputarán el partido de dobles en busca de la clasificación a la siguiente fase.
Como era de esperar, sin ofender a ningún rival, el tandilense paseó a Kukushkin durante las dos horas que duró el match. De entrada le quebró el saque, al séptimo game repitió lo mismo y sólo necesitó de eso para quedarse con la primera manga por 6-2. Comenzó concentrado y su servicio sigue mintiendo la efectividad que suele lograr en la gran mayoría de los enfrentamientos.
En el segundo set hubo puntos muy peleados, como en el tercer y games, en los que las disputas fueron las más duraderas del encuentro. El del tercer juego pasó por casi diez ocasiones de quiebre, hasta el momento que lo pudo concretar, y en el cuarto fue muy similar, exceptuando que el sacador era Delpo.
A pesar de esas situaciones, el segundo parcial fue un trámite debido a que con tres breaks la Torre de Tandil se lo quedó con un avasallante 6-1.
Nadie lo decía, pero el partido ya tenía un ganador cuando todavía restaba jugarse el tercer set. Ese ganador era Juan Martín del Potro, ya que su rival no tenía chances de revertir la situación. La última manga continuó con el monólogo del tandilense, más allá de que el kasajo logró sacarle el saque en el sexto juego.
Con tres breaks y un juego exquisito que demostró el nivel superlativo que viene teniendo Juan Martín, liquidó el pleito con otro 6-2, igual al del primer set.
Apenas selló su victoria, Delpo fue muy claro: “Lo importante era ganar como lo hizo Pico en el primer turno”. También le agradeció al público el apoyo que brindó durante el partido: “Después del feo 2010 que tuve, estoy contento de poder estar acá con nuestra gente. Les agradezco a todos por ser incondicionales”, soltó Del Potro antes de irse a festejar con sus compañeros.
La felicidad de los tenistas argentinos y de los espectadores son un claro reflejo del momento que está atravesando el equipo argentino. Cada vez falta menos para eliminar a Kazajstán y ubicarse entre los cuatro mejores del mundo, así que mañana hay que alentar a Chela y Schwank, que seguramente van a poner el corazón sobre el polvo de ladrillo para lograrlo.
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