Pensar que hace una semana en España hablaban de que Lionel Messi estaba pasando por una crisis futbolística, que conllevaba a un depresión. Sí, para los Gallegos el delantero argentino estaba depresivo porque hacía tres partidos que no metía un gol, pero para cerrarles la boca metió tres de un saque en la goleada por 5-0 frente al Mallorca.
No solo metió tres goles por décima segunda vez en su carrera (al Arsenal le hizo cuatro), sino que llegó al gol 199 en torneos oficiales con la camiseta del Barcelona. Además, es el tercer hat trick que hace Lio en esta temporada, ya le había convertido al Osasuna y al Atlético Madrid.
En los 285 partidos que jugó con la camiseta Baulgrana, Messi convirtió 199 goles, con un promedio de más de un gol por partido. No solo hace goles, sino que también asisite, a sus compañeros les dio la posibilidad de convertir en 84 ocasiones. ¿Seguramente está depresivo no?. En Catalunya hace cincos días querían darle descanso al pibe, para que recupere la confianza, sin embargo Guardiola confió en el mejor jugador del mundo, y este, se lo retribuyó con goles.
¿Se acuerdan cuando la prensa española criticaba a la argentina por como se le pegaba a Messi?, bueno ahora pasó lo mismo, con la diferencia de que Lio pudo volver a explotar de nuevo, en el momento justo. Cabe destacar, que desde que debutó en el equipo Culé, esta es la mejor temporada del argentino, porque en 16 partidos jugados marcó 19 goles, con un promedio de 1.18 por partido. Además, a esta altura, ya dio 11 asistencias. Un crack.
Ahora, el mejor jugador del planeta está en Praga, con la cabeza en su gol 200, en el Viktoria Pilsen y en la Liga de Campeones. Messi va por todo. No se conforma con pequeñeces, quiere el tercer balón de oro consecutivo, quiere ser el máximo goleador de la historia del Barcelona, quiere ser el mejor jugador de la historia, y también quiere, si quiere, ser campeón del mundo con la Selección argentina. Habrá que esperar, seguir esperando, por lo menos, hasta Brasil 2014.
Ah, me olvidaba. El récord de César, de 235 goles, está cada vez más cerca del Rosarino, ya que si Lio convierte 37 tantos de acá treinta años, por lo menos, se convertiría, automáticamente, en el Rey Culé, porque habría pasado a ser el máximo goleador de la historia del club.
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