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Menotti será reconocido por la Cámara de diputados

El ex técnico de la Selección Argentina César Luis Menotti será reconocido por su trayectoria como futbolista y entrenador el próximo martes 8 de noviembre, a las 18, en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación.

No será un reconocimiento más, porque Menotti no solo fue el técnico que le dio el primer campeonato del mundo a Argentina en 1978, sino que también fue uno de los pocos jugadores que pudo compartir una cancha con Pelé, consiguiendo el Campeonato Paulista en 1968, y diez años después se dio el gusto de hacer debutar en la Selección mayor al jugador argentino más grande de todos los tiempos, Diego Armando Maradona. El Flaco debutó en primera división con la camiseta de su querido Rosario Central, a los 21 años, para ser más precisos, el 3 de julio de 1960, cuando el equipo rosarino venció a Boca por 3-1. Justamente en Boca, Menotti logró su primer título como jugador profesional, fue en 1965, en su primera temporada en el equipo Xeneize. En ese equipo jugaban Ángel Clemente y Alfredo Rojas, Silvio Marzolini, Oscar Pianetti y Norberto Menéndez (campeón con River -1955/56/57 y Boca -1962/64/65-), entre otros señores jugadores de la época. Uno a Menotti lo identifica directamente con Independiente, porque ahí fue entrenador en tres oportunidades, pero el Rosarino fue jugador de Racing. En la Academia jugó solo un año, después de Central (1960-1963) y antes que en Boca (1965). El Flaco fue un adelantado para le época, porque en 1966 se fue a jugar a Estados Unidos, algo mucho más común en estos tiempos. Los Generales de New York tuvieron la suerte de ver a este magnifico delantero, que un año después fichó con el Juventus de Brasil, club donde se retiró en 1970.

[youtube m2RzB16jA7E]

Muy rápido empezó la carrera como entrenador de Menotti, porque el mismo año de su retiro se sumó al cuerpo técnico del Gitano Juárez en Newell’s, y dos años después asumió en Huracán, con quien obtuvo su primer título en 1973, logrando forjar una identidad de juego que se había olvidado en Argentina, pero que era furor en Europa, porque en ese momento Holanda, con Johan Cruyff a la cabeza, estaba marcando un antes y un después en la historia del fútbol, con el ya conocido fútbol total. Huracán no era Holanda, pero la idea era muy parecida, y el fútbol asociado y el pase predominaban por sobre cualquier esquema. No fue el equipo más goleador del Metropolitano, porque Boca, que terminó segundo, hizo 69 tantos en 32 partidos, siete más que el campeón. Tras el buen paso por el Globo de Parque Patricios, Menotti fue nombrado entrenador de la Selección argentina en 1974, con quien cuatro años después obtuvo el campeonato del mundo. Tal vez el nivel del equipo no haya sido el de Holanda en 1974, o el de Huracán en 1973, pero con jugadores que ya había dirigido, como René Houseman y Omar Larrosa, y la suma de Ubaldo Fillol, Daniel Passarella y Mario Kempes, obtuvo el primer título de Argentina en esta competencia. No solo se quedó ahí, sino que un año más tarde, con Ramón Díaz y Maradona como estandartes, logró el primer título juvenil sub 20, fue en Japón, y ante la atenta mirada de todo el mundo empezaba a marcar un estilo.

[youtube FSBAf-VMdBo]

Menotti más que un técnico o entrenador fue un profesor de la materia Fútbol, a sus secretos para ser campeón del mundo los publicó en su primer libro: “Fútbol: Juego, deporte y profesión”. En 1982, Argentina quedó eliminada de la Copa de mundo que se disputó en España, después de perder los dos partidos de la segunda ronda frente a Italia y Brasil. Después llegó al Barcelona, y tres títulos más paras las vitrinas. Copa del Rey 1982/83, Copa de la Liga 1982/83 y Supercopa de España 1983. Pensar que hace un poco menos de treinta años a Menotti lo chiflaban en Cataluña porque querer darle al Baulgrana la identidad de juego que el mundo aplaude de pie hoy. El proceso de Barcelona campeón de todo y mejor equipo de la historia no empezó con Messi y Guardiola hace cinco años, sino con Rinus Michel en los setenta y con el Flaco a principio de los ochenta. Volvió a Boca en 1985, finalizando cuarto en el campeonato que finalmente obtuvo su querido Rosario Central.

[youtube w_NrLjtKv64]

Hasta ahí eran todas buenas, pero es hora de empezar a nombrar las malas. Su paso por Atlético Madrid, River y Peñarol no fueron de lo mejor y en ninguno finalizó su contrato. Después lo llamaron de la Selección de México (1991) para que se ocupara del desarrollo de los futbolistas de ese país, siendo muy importante a la hora de elegir a jugadores como Alberto Garcia Aspe, Jorge Campos, que jugaron tres mundiales, y Carlos Hermosillo, que jugó dos. Su paso por Sampdoria tampoco fue lo que él hubiera deseado, pero tras los malos resultados siempre volvía al Rojo de Avellaneda, que se convirtió en su segunda casa. Volvió a México para ser asesor en Puebla (2006), técnico en Tecos (2007), pero en ninguno de los dos equipos pudo plasmar su idea.

[youtube 2D9leTw4o3c]

En Independiente obtuvo un segundo puesto en 1996,  un campeonato discreto entre 1997 y 1999, y ocho partidos para el olvido en el 2005, para llegar a ser manager de la institución en el 2009, puesto que dejó después de que su proyecto sea discutido. Como todos, Menotti tuvo buenas y malas, pero la gran virtud que destacó al entrenador fue que nunca negoció sus convicciones, más allá de las críticas, y ante la adversidad siempre respetó su ideología, ya sea en la vida, como en el fútbol. Menotti no fue un adelantado, porque al Tiki Tiki, como le llaman algunos, ya se jugaba en los años veinte en Uruguay. Menotti respetó una idea que parecía olvidada. Esa idea que vinieron a buscar los brasileros a fines de los cuarenta, porque envidiaban la manera de tratar la pelota que tenía Argentina. Esa idea que hoy respeta y honra el Barcelona, escuela de la cual Menotti fue profesor.

Twitter: @Ibarraguille

El ex técnico de la Selección Argentina César Luis Menotti será reconocido por su trayectoria como futbolista y entrenador el próximo martes 8 de noviembre, a las 18, en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación.

No será un reconocimiento más, porque Menotti no solo fue el técnico que le dio el primer campeonato del mundo a Argentina en 1978, sino que también fue uno de los pocos jugadores que pudo compartir una cancha con Pelé, consiguiendo el Campeonato Paulista en 1968, y diez años después se dio el gusto de hacer debutar en la Selección mayor al jugador argentino más grande de todos los tiempos, Diego Armando Maradona.

El Flaco debutó en primera división con la camiseta de su querido Rosario Central, a los 21 años, para ser más precisos, el 3 de julio de 1960, cuando el equipo rosarino venció a Boca por 3-1. Justamente en Boca, Menotti logró su primer título como jugador profesional, fue en 1965, en su primera temporada en el equipo Xeneize. En ese equipo jugaban Ángel Clemente y Alfredo Rojas, Silvio Marzolini, Oscar Pianetti y Norberto Menéndez (campeón con River -1955/56/57 y Boca -1962/64/65-), entre otros señores jugadores de la época.

Uno a Menotti lo identifica directamente con Independiente, porque ahí fue entrenador en tres oportunidades, pero el Rosarino fue jugador de Racing. En la Academia jugó solo un año, después de Central (1960-1963) y antes que en Boca (1965).

El Flaco fue un adelantado para le época, porque en 1966 se fue a jugar a Estados Unidos, algo mucho más común en estos tiempos. Los Generales de New York tuvieron la suerte de ver a este magnifico delantero, que un año después fichó con el Juventus de Brasil, club donde se retiró en 1970.

Muy rápido empezó la carrera como entrenador de Menotti, porque el mismo año de su retiro se sumó al cuerpo técnico del Gitano Juárez en Newell’s, y dos años después asumió en Huracán, con quien obtuvo su primer título en 1973, logrando forjar una identidad de juego que se había olvidado en Argentina, pero que era furor en Europa, porque en ese momento Holanda, con Johan Cruyff a la cabeza, estaba marcando un antes y un después en la historia del fútbol, con el ya conocido fútbol total.

Huracán no era Holanda, pero la idea era muy parecida, y el fútbol asociado y el pase predominaban por sobre cualquier esquema. No fue el equipo más goleador del Metropolitano, porque Boca, que terminó segundo, hizo 69 tantos en 32 partidos, siete más que el campeón.

Tras el buen paso por el Globo de Parque Patricios, Menotti fue nombrado entrenador de la Selección argentina en 1974, con quien cuatro años después obtuvo el campeonato del mundo. Tal vez el nivel del equipo no haya sido el de Holanda en 1974, o el de Huracán en 1973, pero con jugadores que ya había dirigido, como René Houseman y Omar Larrosa, y la suma de Ubaldo Fillol, Daniel Passarella y Mario Kempes, obtuvo el primer título de Argentina en esta competencia.

No solo se quedó ahí, sino que un año más tarde, con Ramón Díaz y Maradona como estandartes, logró el primer título juvenil sub 20, fue en Japón, y ante la atenta mirada de todo el mundo empezaba a marcar un estilo.

Menotti más que un técnico o entrenador fue un profesor de la materia Fútbol, a sus secretos para ser campeón del mundo los publicó en su primer libro: “Fútbol: Juego, deporte y profesión”.

En 1982, Argentina quedó eliminada de la Copa de mundo que se disputó en España, después de perder los dos partidos de la segunda ronda frente a Italia y Brasil.

Después llegó al Barcelona, y tres títulos más paras las vitrinas. Copa del Rey 1982/83, Copa de la Liga 1982/83 y Supercopa de España 1983. Pensar que hace un poco menos de treinta años a Menotti lo chiflaban en Cataluña porque querer darle al Baulgrana la identidad de juego que el mundo aplaude de pie hoy. El proceso de Barcelona campeón de todo y mejor equipo de la historia no empezó con Messi y Guardiola hace cinco años, sino con Rinus Michel en los setenta y con el Flaco a principio de los ochenta.

Volvió a Boca en 1985, finalizando cuarto en el campeonato que finalmente obtuvo su querido Rosario Central.

Hasta ahí eran todas buenas, pero es hora de empezar a nombrar las malas. Su paso por Atlético Madrid, River y Peñarol no fueron de lo mejor y en ninguno finalizó su contrato.

Después lo llamaron de la Selección de México (1991) para que se ocupara del desarrollo de los futbolistas de ese país, siendo muy importante a la hora de elegir a jugadores como Alberto Garcia Aspe, Jorge Campos, que jugaron tres mundiales, y Carlos Hermosillo, que jugó dos.

Su paso por Sampdoria tampoco fue lo que él hubiera deseado, pero tras los malos resultados siempre volvía al Rojo de Avellaneda, que se convirtió en su segunda casa.

Volvió a México para ser asesor en Puebla (2006), técnico en Tecos (2007), pero en ninguno de los dos equipos pudo plasmar su idea.

En Independiente obtuvo un segundo puesto en 1996,  un campeonato discreto entre 1997 y 1999, y ocho partidos para el olvido en el 2005, para llegar a ser manager de la institución en el 2009, puesto que dejó después de que su proyecto sea discutido.

Como todos, Menotti tuvo buenas y malas, pero la gran virtud que destacó al entrenador fue que nunca negoció sus convicciones, más allá de las críticas, y ante la adversidad siempre respetó su ideología, ya sea en la vida, como en el fútbol. Menotti no fue un adelantado, porque al Tiki Tiki, como le llaman algunos, ya se jugaba en los años veinte en Uruguay. Menotti respetó una idea que parecía olvidada. Esa idea que vinieron a buscar los brasileros a fines de los cuarenta, porque envidiaban la manera de tratar la pelota que tenía Argentina.

Esa idea que hoy respeta y honra el Barcelona, escuela de la cual Menotti fue profesor.

Twitter: @Ibarraguille