Nunca un equipo argentino de la Copa Davis había logrado eliminar a Francia. Fueron cinco series y, hasta ahora, todas ganadas por los europeos. Y, esta vez, en la previa del fin de semana, se vaticinaba algo similar. Es que sin Juan Martín Del Potro, y con un Juan Mónaco que todavía no ganó un partido en el circuito ATP en lo que va de la temporada, el panorama pintaba muy difícil para los capitaneados por Martín Jaite. Sin embargo, con un poco de suerte –Richard Gasquet (9) se lesiono días antes de la serie- con un dobles, que rara vez falla, liderado por David Nalbandian y acompañado de manera magnifica por Horacio Zeballos y con Carlos Berlocq (71) como el protagonista menos pensado, Argentina pudo sacar adelante la serie y clasificarse a Semifinales, donde se enfrentará a los defensores del título, Republica Checa. Si, los mismos que los eliminaron el año pasado.
Luego de que Mónaco perdiera su partido de manera aplastante ante Jo-Wilfried Tsonga (8) por 6-3, 6-3 y 6-0. Fue el turno de Berlocq de salir a la cancha e intentar definir la serie contra Giles Simon (13). 58 escalafones en el ranking y 10 títulos ATP los separaban. Pero nada de eso importó. Charly se nutrió del apoyó constante de la gente en el Mary Terán de Weiss e impuso su juego frente al francés. 6-4, 5-7, 6-4 y 6-4 fueron los parciales del, sin dudas, partido más importante en la carrera del argentino. Aguerrido, fuerte desde el fondo y con un revés paralelo que descolocó en varias oportunidades a su rival. El tenista oriundo de Chascomús supo aprovechar la irregularidad normal, que casi caracteriza al europeo, para llevarse un partido sumamente emotivo y raro por momentos, que, en 3 horas y 48 minutos de juego, contó con 17 quiebres, 9 de Berlocq y 7 de Simón.
En el quinto set, se vio a un argentino enterísimo desde lo físico, que hasta llegó a rechazarle una bebida a Martín Jaite, y a un francés sentido, que ya había tenido problemas en el partido del viernes frente a Mónaco. Masajes en los descansos y elongaciones entre punto y punto marcaban el estado del europeo. Charly lo notó y lo quiso aprovechar jugando drops para moverlo y metiendo la pelota adentro de la cancha obligando a que su oponente se equivoque, un estilo que realmente no le sienta bien. Simón volvió a meterse, quebró cuando Berlocq sirvió para partido y se puso 4 -5 con su saque, que increíblemente, lo perdió él solo. 4 errores no forzados le dieron el partido al argentino y desató la locura en el banco local. Llantos, gritos y Champagne fueron los protagonistas de un festejo desaforado que terminó con Charly, con la remera desgarrada, revolcándose en el polvo de ladrillo del Parque Roca.
El 13 de Septiembre, empezará otra odisea. Tomas Berdych y compañía los esperarán en la seguramente rapidísima carpeta checa. Otra vez como los menos favoritos, Argentina tendrá que aprovechar cada factor a favor que se le presente, para soñar con llegar a una inesperada final.
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