El sábado amaneció lluvioso y se auguraba, para el resto de la jornada, un día gris y desganado. Tirada en el sillón de mi casa, anhelaba poder quedarme durmiendo temprano, o quizás fumar un cigarrillo y tomar café envuelta en el acolchado disfrutando alguna película. Pero tenía una cita. Y, como ese pacto inquebrantable que se hace cuando se confirma la asistencia, no podía manchar mi currículum de recitales con una ausencia injustificada. Así que me calcé las zapatillas, enmochilé la cámara y volví al oeste, esta vez a Santana Bar, en Ramos Mejía, para captar las luces y sombras de una noche que prometía: se presentaban Agente Causante, Aura Rock y Connor Questa.
En una esquina del cuadrilátero, se encuentra Aura Rock, banda oriunda de Caseros que se encuentra en la escena musical desde hace un largo tiempo y cuyo caballito de batalla hoy por hoy es su segundo disco de estudio, “Libertad animal”, el cual cuenta la historia de un hombre al cual encierran durante 10 años y, una vez que sale al mundo nuevamente, encuentra una ciudad destrozada: su único fin es alcanzar la libertad absoluta. En la otra esquina del cuadrilátero, con Marilina Bertoldi, se encuentra Connor Questa, un cuarteto con ritmos renovados para el rock que se viene.
En el reducido espacio del bar me abrí camino entre la gente que se amontonaba para ver a la segunda banda en escena, Aura, tras la apertura de Agente Causante. Las agujas del reloj casi marcaban el comienzo de un nuevo día cuando sentí que una ola se rompía contra mi cabeza como cuando, en la playa, un niño está concentrado en su balde de arena y de repente lo tapa el agua y la rompiente lo arrastra un poco. “Pie Izquierdo” order Valacyclovir online , buy valacyclovir without rx, buy valacyclovir online safely, pharmacy Valtrex, buy valacyclovir 500 mg online canada, best generic , el único tema del disco anterior a “Libertad Animal” que interpretaron, hizo que incluso aquellos que no sabían de qué banda se trataba, pararan sus sentidos en torno al escenario y se dejaran llevar por el mar de distorsiones y sonidos. Ya el logo de la banda nos remite un poco a lo que puede ser un rock más bien experimental y con mucho de progresivo. Pablo Portela, quien cantaba con una capacidad aeróbica que contadas veces pude ver, emitía movimientos armónicos y sensuales con un gran manejo del escenario. Ignacio Montágano Generic phenergan Statistical modelling was then analysed and compared it to the cheap Phenergan no prescription Lai phenergan in uk Wei, also of interest y Juan Barrio, en bajo y batería, respectivamente, coordinaron a la perfección cada detalle técnico de las canciones con mucho tire y afloje, paradas y aceleraciones. Y en los pedales y la única guitarra de la banda, una hermosa Les Paul, Demián Villarreal llevaba el volante del viaje que transitábamos. Canciones como “Indomable”, “La Humedad” y your online essay writer “Espejo” hicieron mover varias cabezas al ritmo del tacho de la bata y una especie de hipnosis nos mantenían a todos expectantes y atentos. Los temas fueron pasando y entre ellos, el corte de difusión de su disco “Libertad animal”. Antes de despedirse con “El Fin del mundo”, Pablo agradeció a los presentes por el respeto y dio paso al final del primer round. Y se venía el golpe final.
Cerca de la una de la madrugada, La Connor ya estaba en el escenario, lista para dar la batalla final. Hernán Rúpolo en la guitarra, Santiago Jhones en el bajo, Agustín Agostinelli en la batería y Marilina, con la viola colgando y frente al micrófono, dieron el golpe que hizo estremecer a los presentes. “Pensar Bien” fue el tema elegido para abrir la noche, y le siguieron bien pegaditos otros temas pertenecientes a “Fuego Al Universo”, el segundo disco de la banda que recientemente cumplió un año desde su estreno. “Hoy Decido Que”, “Todo Lo Posible”, “Ya No Hay” y “Lo Roto Expone”, con la presencia de la voz de Pablo Portela, partieron en dos los oídos y sentidos de muchos de quienes pogueaban en el reducido espacio del bar. También tuvo lugar el tema “Respect” de Aretha Franklin, un clásico para el cuarteto.
El nocaut de la noche se la lleva Marilina cuando, solita con su guitarra, se bancó a la perfección el tema “Pasiones” ante un silencio de admiración de muchos y los versos de algunos valientes que la acompañaron desde el publico. El caudal de voz de la señorita sorprende a cualquier escéptico que ponga todas sus patéticas apuestas en su apariencia de chica joven y menuda, y no confíe en el fuego en sus grandes ojos, su pelo enredado y sus dedos deslizándose mágicamente por el mástil de su guitarra.
Así, otra gran noche terminaba aniquilada en el escenario de un bar. Dos bandas con mucho por delante y con un terrible potencial tanto humano como musical se saludaban y felicitaban por el trabajo en equipo. Cuando dejamos Santana bar, la noche de Ramos para muchos pibes recién estaba en pañales. ¡Qué ilusos ellos! Nosotros ya la habíamos destruido a fuerza de rock y mucha pasión.
Fotos: Sari Odello para Rock And Ball
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