Rock

Rodolfo, el amigo del rock

Rodolfo García (1946 - 2021) falleció esta semana tras haber estado internado con muerte cerebral desde el último jueves producto de un ACV. Aquí nuestro homenaje a su trayectoria.

Rodolfo García
Rodolfo García

Almendra básicamente ha sido, es y será Rodolfo García”. Con estas palabras elegía El Flaco Luis Alberto Spinetta iniciar los textos del librito interno del múltiple disco Spinetta y las Bandas Eternas, aquel mítico registro de uno de los mejores y más grandes recitales argentinos de la ante última década. Toda una declaración de principios. Darle la antorcha de la banda que lo “inició” oficialmente en el mundo del rock es uno de los tantos logros y orgullos que pudo blandir Rodolfo García a lo largo de su vida.

Falleció no sólo un grandísimo músico, con una técnica precisa y fácilmente identificable, sino que se fue un enorme luchador y trabajador de la cultura argentina. Su lugar fue desde la música, sí, pero también desde el trabajo como Director Nacional de las Artes o el apoyo activo y fehaciente a los trabajadores del ECuNHi. O desde la Agrupación de Músicos Argentinos de Rock (A.M.A.R), organización que se encargaba de armar y difundir recitales, con Rodolfo como una de sus principales cabezas. O desde la Perla de Once, allí donde todo arrancó, logrando que muchos de sus amigos -¡muchas glorias de nuestro rock!- tuvieran un lugar que los acepten y donde poder tocar. Desde todos esos espacios pudo un músico (sí, un músico) acompañar y construir lugar para que la cultura Rock de Argentina se pudiera desarrollar. Cuántos ejemplos así faltan.

En el caso de Rodolfo García, todo ese tipo de elogios [típicos post-mortem] es exactamente lo que Rodolfo se merecía, por lo que él fue en su vida”. Las palabras, en este caso, pertenecen a Héctor Starc, en un video suyo publicado ayer en su cuenta de Facebook. Starc fue guitarrista y colega suyo en Aquelarre, la banda que fue una de las grandes pioneras de Rock Progresivo en el país (chequear “Siesta”, Candiles” y su álbum homónimo) y le sirvió también para demostrar que podía haber un después de Almendra, y no siempre se necesitaba un genio para poder armar un proyecto fructífero. Muchas voces coinciden en que este sea quizás uno de los mejores homenajes virtuales hasta ahora.

Cuando el aquelarre acabó, se preservó la base García/Starc para arrancar con el proyecto Tantor, a quienes se le sumó otro prócer: Carlos Machi Rufino, ex Invisible y Pappo’s Blues. Esta formación sacó un solo disco -homónimo- que figura hoy como uno de los incunables, inhallables del Rock Argentino. Una perla, por ende, como todo lo perdido en nuestro Rock, aunque afortunadamente rescatado en Internet. 

La admiración se sigue propagando si se tiene en cuenta que hasta hace no mucho Rodolfo tenía un programa de radio Mundo Disperso junto con Pedro Saborido y Daniel Miguez, cuya parte de transmisiones aún pueden escucharse en formato podcast en Spotify. Mientras tanto, seguía haciendo música de la mano de su última banda, Jaguar -cuya producción también puede escucharse vía YouTube

Sin embargo, a pesar -o más allá de- la música o la política, todas las voces todas coinciden de una vez en que, si hay una característica a destacar en el difunto batero, es su bondad como persona. No hay manera de probar esto con datos o estadísticas, a lo sumo con testimonios de terceros. Pero si algo abundó en redes sociales los últimos dos días fueron precisamente centenares de fotos y dedicatorias y llantos virtuales de fans de la obra y música de Rodolfo García. Que se fue casi sin aviso, porque el ACV que lo aquejó el último viernes causándole muerte cerebral parecía impropio de alguien que tan activo estaba. 

Pero como si estos momentos del mundo no quisieran regalar más que pálidas a la gente, un arrebato sacó del país a uno de sus más importantes trabajadores y gestores. Hoy se lo puede recordar con una valiosa sonrisa en su rostro. Rodolfo García, un músico increíble. Rodo, el amigo de todos.