Poco menos de siete meses pasaron desde la fiesta Time Warp y los espectáculos en vivo siguieron sangrando. Esta vez, le tocó a la mítica banda alemana de música electrónica llamada Kraftwerk. Su show estaba programado para el 23 de noviembre en el Luna Park pero resultó que los cuatro sintetizadores del grupo pusieron nerviosos al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y sus respectivos jueces. ¿El recital? Suspendido y a la espera de un cambio de sede, ante el mejor de los casos.
La organización de un show (si, show. No una fiesta, show) de música electrónica se convirtió en un tire y afloje entre los productores del evento y las entidades gubernamentales. Esta vez el conflicto comenzó desde la Dirección General de Habilitaciones y Permisos, que pidió la baja de la venta de entradas para el evento. Desde la empresa Move Concerts explicaron que durante el mes de julio, había sido aprobado el escrito que enviaron a la entidad antes mencionada. La búsqueda de un amparo quedó como la única solución rápida para que Kratfwerk pueda presentarse en el Luna Park.
El juez Lisandro Fastman fue el encargado de dictar la curiosa medida preventiva que habla sobre la prohibición de los eventos multitudinarios en los que pasen música electrónica. Eso mismo fue lo aplicado en el show que estaba programado para el 23 de noviembre. Kraftwerk utilizó desde sus comienzos, en la década del 70, los sintetizadores para darle forma al sonido que mostraban y por esa razón se convirtieron en pioneros del género. En un comunicado de la empresa Move Concerts aclaró que es un espectáculo público y agregó: “es un ESPECTÁCULO PÚBLICO. La definición de “espectáculo público” está plasmada en el art. 36 del DNU 2/10 y se define como un evento en el cual el público sólo participa como mero espectador, y no toma parte del mismo”.
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