Rock

El mundo Spinetta sigue en expansión

El universo de Luis Alberto "El Flaco" Spinetta se sigue expandiendo. En cuestión de 10 días se sucedieron una serie de eventos que tuvieron al músico argentino como eje. Homenajes, cumpleaños, disco nuevo, y todo lo que envuelve a un artista que no desaparece de la memoria popular.

El disco de inéditos del
El disco de inéditos del "Flaco" Spinetta.

El 2020 arrancó spinetteano. En tan sólo diez días una caterva de anuncios sobre Luis Alberto el Flaco Spinetta lo volvió a colocar en el meollo de la escena musical argentina.

La cronología de los hechos viene así: el pasado 15 de enero se cumplieron 50 años de la salida del histórico álbum debut de Almendra, la primera banda de Luis, titulado igual. Disco piedra angular del Rock Argentino. Cabe destacar que, si bien su salida estaba pactada para noviembre del año anterior -en Wikipedia figura como editado en 1969, de hecho- la pérdida del dibujo original de la tapa lo retrasó.

Clásicos como “Ana No Duerme”, “Laura Va“, “Fermín” y la inoxidable “Muchacha (Ojos de Papel)” se encuentran en este glorioso longplay. Cabe destacar que, para la época en la que se editó, Luis Alberto contaba con apenas 19 años.

“El primer disco de Almendra […] me parece maravilloso” le dijo El Indio Solari al diario Clarín en marzo de 2000, y si para prueba basta un botón, téngase este testimonio como medida de impacto de lo que es esta placa en la música popular argentina para que un artista tan distante pero de semejante calibre opine eso al respecto.

Apenas dos días después, llegó un inesperado homenaje desde Estado Unidos. Eminem, el prócer del rap en inglés, sampleó la melodía de “Ámame, Peteribí” (1973) para la canción “Stepdad”, de su nuevo e inesperado disco Music To Be Murdered By. Lo interesante aquí, además, es la letra usado en sentido opuesto: mientras que el primero recitaba sobre un amor incondicional, el cantante estadounidense se alimenta del odio que mantiene hacia su padre.

Como no hubo cortes ni información previa al respecto -la salida del disco fue una sorpresa para propios y extraños- la cita musical fue un doble choque para oyentes de ambos lados del Ecuador. A excepción de la familia Spinetta, que lo sabía desde octubre pero sólo Catarina lo había podido escuchar, y por teléfono. El cómo llegó la canción a la producción de Eminem es todavía un misterio, aunque la suposición más fuerte indica que vino por parte del tecladista Luis Resto, descendiente de latinos, que trabaja con el rapero desde su tercer disco.

La tercera posta de esta constelación de eventos cayó el mismo 23 de enero. En Argentina se celebra el Día del Músico, precisamente en homenaje a Luis. Y si de homenajes se habla, uno que se viene transformando en clásico hace ya cinco años es “El Marcapiel”, organizado por Javier Malosetti. En él, el compositor y multi instrumentalista junta a los más diversos músicos que tocaron con el homenajeado para interpretar canciones de todas las épocas.

Aunque qué mejor homenaje que la memoria activa: en concordancia con su 70° cumpleaños, salió editado su primer disco solista póstumo: Ya No Mires Atrás”, de material inédito grabado entre 2008 y 2009 (su anterior había sido Lo’ Amigos”, con la banda homónima, en 2015). Son siete canciones nuevas que reafirman el estilo que venía trabajando en su última etapa (Un Mañana” y el recién mencionado disco). Fue grabado en su estudio, La Diosa salvaje, y publicado por Sony y su familia. 

8 de febrero de 2012, Buenos Aires, Argentina. El clima oscilaba entre nublado y pesado. Los buitres disfrazados de periodistas se peleaban por filtrar y anticipar cualquier tipo de información. El Flaco Spinetta había muerto en su casa después de luchar contra un cáncer de pulmón y una perforación intestinal. La vida abandonó su cuerpo pero su alma de diamante siguió circulando, jugando como aquella primera vez, cuando de chico, su lírica se divertía imitando cantantes y copiando sonidos.  

La pérdida pisó más fuerte que una parva de elefantes. Dentro de esa tradición “cancionística”, dispersa entre las rutas argentinas, supo sembrar sus temas cual campos verdes, extendiendo su jardín de gente por cada luz en un sinfín y sin freno. La espera valió la pena y aunque pasen doscientos años, el flaco demostró que las cosas tienen movimiento y ni cuenta te das ¡Ah!… Basta de pensar las habladurías del mundo, luego de estas leves instrucciones, llegó el final: Ya no mires atrás.

En la portada podemos observar a un humanoide de color rojo, con la mirada fija hacia adelante. Su piel parece inexistente y la carne de sus músculos es lo único visible. Los dibujos digitales fueron realizados por Spinetta y, el diseño, por Alejandro Ross, reconocido por sus trabajos en gráfica y música. Recuerdan a una mezcla de la icónica tapa de Queen, “News of the World”, y “Don Lucero”, otro gran disco del Flaco.

Veinte Ciudades” es la que comienza este viaje. Arranca determinando una estética que será constante a lo largo de la obra. Siguiendo una línea similar a su anterior material póstumo “Lo’ Amigos”. Una paradoja temporal que mantiene la invariable sensibilidad entre lo técnico y ese “qué sé yo”. 

La mano de Mariano López, su ingeniero musical por excelencia, se hace notar rápidamente al ver un trabajo bien orquestado entre los muchos audios descubiertos. Integran el equipo su vieja banda formada por Sergio Verdinelli en batería, Claudio Cardone realizando alquimia con los teclados acompañado por Nerina Nicotra en bajo. 

La canción que da nombre al disco acomoda las intensidades y coordinan la cabeza en movimientos inconscientes. Este tema ya había sido anticipado en el documental de National GeographicBios: Vidas que marcaron la tuya” y el título no podría ser más acertado. “Agua de Río” le da protagonismo a la voz y al ritmo que marcan los teclados. Parece estar dentro de la sintonía de anteriores trabajos como “La Flor De Santo Tomé”. 

Los fanáticos pudieron agasajarse con un tema solamente tocado en algunos vivos, pero que nunca pudo estar dentro de la discografía: “Nueva luna, mundo Arjo” es una sólida composición donde el sonido parece envolvente con o sin auriculares. 

Esto es amor/si no lo sabés“, dicen Dante y Valentino Spinetta convergiendo con los cantos de su padre en la fusión rapera y llena de emoción que produce “Merecer”. Otra voz compañera que aparece en las canciones siguientes es la de Grace Cosceri, su amiga y coach vocal. “Luces y sombras” juega con unos silencios que hablan por sí solos.

La joya que cierra es “Diadema”, en donde los dedos de Alejandro Franov fueron arquitectos de una construcción orgánica que se disipa de manera casi melancólica. Una despedida a la altura del recorrido.

La casualidad lo hizo posible. “Casi mágico” lo describieron sus familiares. En un pendrive perdido entre papeles y cuadernos se albergaban estos archivos pacientes al encuentro de Catarina Spinetta. “Estaba todo terminado, solo faltaba la masterización”, explicó la hija del Flaco. Casi como un regalo finamente planeado. 

Por Lean Bukka White y Lucho Capristi