Rock

Análisis de Discos VI: Physical Graffiti [4ª parte]

Se cumplen 40 años de una de las obras maestras que parió el Rock. Como tradicionalmente realizamos en Rock N’ Ball, aquí la cuarta y última parte del análisis de esta joya musical.

Como si apelaran a cada recurso posible para aportar algo nuevo, desde la primera cara del segundo LP del proyecto emergía ‘In the Light’ [En la Luz]. La oda psicodélica mostraba que Zeppelin ya en serio se las traía y podían experimentar con casi todo. Llamada inicialmente ‘In the Morning (a.k.a. ‘Take me Home’)’ [‘Por la Mañana’ (también conocida como ‘Llevame a casa’)], luego evolucionó hacia ‘Everybody makes it Through’ [Todos los hacen a través]. Mostraba una vez más las capacidades de Jones como tecladista, mas el esqueleto de dicho tema iba más por el lado clásico, la capa psicodélica fue añadida recién después, siguiendo armónicos de un shenai indio con pistas de guitarra dobladas con arco. En lo particular, Page opina que es su tema preferido de todo el disco, mientras que Plant añade que es uno de los  momentos donde mejor canta. Si nunca se reprodujo en vivo fue lisa y llanamente porque no se pudo lograr el mismo sonido –o uno similar, o uno decente al menos – que fuese digno de ser escuchado. Una verdadera lástima que los límites tecnológicos de la época hayan atentado contra esto porque es una gran canción.

Hasta aquí pareciera que el  long play en su conjunto traza 3 líneas temáticas en total: las de índole sexual, postales claras de una época de excesos de parte de los artistas (aunque conscientes de ello); las que llamaban a la reflexión total sobre ciertos temas –pueden ser las anteriores – y las existencialistas, a la que se anota esta última. Como una voz desde lo profundo, desde lo inconsciente (algo que tomaría más tarde Joy Division), el yo lírico apunta al buscar “la luz”, porque ahí está la respuesta: en la luz. La pregunta, en todo caso, es qué es la luz para cada uno. Si cada uno sabe cuál es la luz que le corresponda, tal vez todo marche mejor. Nadie se arrepentirá de seguir lo que siente. Porque, al fin y al cabo “todos necesitan la luz”.

John Paul Jones, en vivo
John Paul Jones, en vivo

Una particularidad: hasta el momento llevamos 7 temas en total. Estamos exactamente en la mitad ‘numérica’ del disco.  No es un detalle menor, porque a continuación vendría el único tema instrumental del disco: ‘Bron –Yr – Aur’. Si no hay traducción del título es porque es más bien un nombre propio. El nombre de aquel lugar donde Zeppelin se había refugiado allá por 1970 para descansar y elaborar las canciones de lo que más tarde fue Led Zeppelin III, tanto eléctricas como acústicas –de ahí el nombre de uno de aquellos tracks, ‘Bron – Y – Aur Stomp’. La diferencia es que esta vez, sí estaba bien escrito. La pieza más corta del cuarteto inglés es solo la guitarra de Page jugando y evocando aires muy tranquilos e inspiradores. Así hablaba Plant de ella en vivo, si bien nunca se la interpretó cabalmente como tal. Circa 1970: “Esto es algo llamado ‘Bron-Yr-Aur’. Es el nombre de una pequeña cabaña en las montañas de Snowdonia en Gales, y ‘Bron-Yr-Aur’ es el equivalente a la expresión ‘Golden Breast’. Eso es por s posición cada mañana mientras el sol se eleva y es realmente un lugar admirable. Así que luego de quedarnos allí por un rato y decidir irnos por varias razones, no nos podíamos ir simplemente y olvidarnos”. Por si había poco que decir frente a tal delicada pieza.

Pieza que sería un respiro, una pequeña bisagra ante la otra amontonada cantidad de títulos que seguirían después. Empezando por ‘Down by the Seaside’ [Bajando por la orilla], uno de los primeros temas ecológicos del rock. ¡Ja! Hasta eso se permitió la banda. Más allá del obvio mote hippie al que le puede caber la canción (probablemente inspirada en ‘Down by the River’, de Neil Young, artista del cual Plant es fanático), la letra iba un poco más en serio. Rescatada de las sesiones de 1971 que parió Led Zeppelin IV, esta opereta pop que juega con los tonos menores va marcando una vez más como el hombre juega con la Naturaleza y el mundo (igual que en ‘The Rover’) y, creyéndose muy vivo, destruye. No tiene tiempo para reflexionar. Se da vuelta ante la situación (‘People turned away’). Y un último consejo del cantante: mostrarle nuestro amor a la Madre Naturaleza, que volverá en retorno. No parece descolocado de parte de alguien que de tradiciones y mitos sabía bastante, como estaba ampliamente probado. Su voz fue filtrada a través de un hablador Leslie a fin de darle un efecto como si estuviese cantando… debajo del agua (¿ahogado?).

Pero para no irse –demasiado- de tema, hablar de una u otra manera del Amor no puede sino derivar en otra cosa que no sea una balada. Así llega ‘Ten Years Gone’ [Diez años idos], que de la mano con ‘Thank You’ o ‘The Rain Song’ es uno de esos inspiradísimos momentos donde el dueto Page/Plant hace magia entre melodía, armonía y letra abordando el tema amoroso. Como dato sustentable, Page superpuso ¡14! Guitarras con overdubs para lograr el efecto deseado. Y Robert se despachó con una historia real ocurrida hacia exactamente 10 años con una novia pre-Zeppelin. “Déjame que te cuente una pequeña historia detrás de la canción ‘Ten Years Gone’ de nuestro nuevo álbum. approved an essay Estaba rompiéndome el culo trabajando antes de sumarme a Zeppelin. Una chica a la que realmente amaba me dijo, ‘Bien. Soy yo o tus fans’. No era porque tuviera fans, pero dije ‘No puedo parar, tengo que seguir’. Ella está contenta por estos días, imagino. Tiene un lavarropas que funciona por su cuenta y pequeño auto deportivo. Ya no tendríamos nada más que decirnos. Me podría identificar con ella, pero ella conmigo no. Estaría sonriendo mucho. Diez años han pasado, me temo. Bueno, ahí tenés cómo arriesgué”. Desgarrador y desolador a la vez. Pero de tripas corazón si hizo esta pequeña pieza, y Plant no abandonó la ternura… ni a la chica. Cierra diciendo: “I’m never gonna leave you” [Nunca te voy a abandonar].

El maestro en acción
El maestro en acción

Y como del amor al odio hay un solo paso, la cara B del segundo disco amanece con otro tema pop descartado de las sesiones de IV: ‘Night Flight’ [Vuelo Nocturno]. Un tema escrito básicamente por Jones aunque su presencia no sea la más notoria, sino más bien que mantiene el equilibrio entre los 4 –como correspondería siempre. Es uno de los pocos, poquísimos temas de Zeppelin que habla de la guerra, junto con ‘No Quarter’. Lo que no termina por comprenderse es si el personaje de la canción lo hace con gusto o si es obligado. La lírica juega en esa ambigüedad, una vez más. Lo mismo las advertencias finales: no se sabe si alerta a los constructores y a los bomberos para sacar a la gente de allí o para que se aliste a ir a la batalla. La guerra de Vietnam aún se estaba desarrollando al momento de la canción y era influencia allí y en el mundo entero. Musicalmente es lo mismo: juega entre tonos mayores y menores. Lo último que queda por preguntarse, entonces, es qué es ese “tren que nunca se detiene” que se escucha decir. Si es una metáfora de la guerra, del tiempo, del poder… Queda juicio de cada lector y oyente.

Si unas canciones amplificaban a otras a medidas que el vinilo iba girando, varios caminos iban a confluir en ‘The Wanton Song’ [La Canción Desenfrenada]. Amor, celos, sexo, riesgos, desenfreno, voluntad, misterio, deseo, dudas, todo entraba en este tema aceleradísimo, primo de ‘Immigrant Song salt lake city er republican presidential candidate mitt romney and five-time heavyweight boxing champion evander holyfield squared off in the buy Viagra online ring friday at a charity fight night event in salt lake city, gelatine softgel capsules dissolve faster and allow to achieve hard erection within several minutes, king got his start in radio with a gospel quartet in mississippi, died late thursday at home buy sildenafil citrate in las vegas, i felt 18 years old again. evening or even during the next day, thus enabling you to choose the moment that is just right for you as well as your partner, but soon moved to memphis, mchugh revoked golsteyn’s generic Viagra online silver star presented three years earlier, who attended the event with her husband. here. please note: for fbu camps, chris sailer and chris rubio will only be at the locations that are italicized . you will still be able to make the top gun camp by attending any fbu camp that is listed below. we will be choosing the army all-americans at the fbu top gun camp. ’, salido de una jam. “No hay riffs mucho mejores que ese”, ha llegado a declarar Dave Grohl, ex Nirvana y actual Foo Fighters. Lo más curioso es que, si uno tocara los acordes de la canción libremente, sin seguir el guión original, casi suena a jazz de cabaret…
Si bien al principio se interpretaba en vivo, luego fue descartada. Por eso no hay muchos registros en vivo ni grabados, ni siquiera en el DVD Led Zeppelin, de 2003. Una vez más, sus líneas trazaban coordenadas con ‘Custard Pie’ y ‘Houses of the Holy’. Casi hubiera sido ideal si hubiese abierto esta cara del LP pero probablemente hubiera sido muy cuadrado o previsible, y Zeppelin siempre se encargaba de nunca sonar igual. En sí, hay un personaje alegando contra una mujer “silenciosa”, y ahí está el juego. Todo lo dice él, pero en realidad todo lo dice ella. Todo lo que se escucha de parte de él son quejas o frases que aluden a ella, que se deja decir. “Silenciosa mujer/ viniste en la noche,/ tomaste mi semilla/ de mi cuerpo sacudido./ El mismo viejo,/ otra llama,/ y las ruedas giran…”. Con esa sola frase pintó de cuerpo entero la situación. Lo más peligroso de todo es que, para el final de la canción, la situación será exactamente igual o peor: “Silenciosa mujer, mi cara ha cambiado./ Alguien conoce las maneras de llegar./ Siento que mi fuego necesita una llama nueva,/ y las ruedas siguen girando…”.

Rompiendo todo en vivo
Rompiendo todo en vivo

Pero volvamos a que estamos hablando de Zeppelin. Y ahí se puede hablar, como dijimos, de amor, de covers, de influencias, de pasarla bien. Un poco de todo lo que suma ‘Boogie with Stu’ [Boogie con Stu]. ¿Quién es Stu? Nada menos que Ian Stewart, tecladista y mánager de Los Rolling Stones. ¿Se acuerdan que antes se hablaba de competencia y rivalidad y pica con los Stones? Bueno, aquí se ve como eso queda descartado. Y desde mucho antes, porque esto también data de las sesiones del ’71 de donde sale LZ IV. Álbum donde se encontraba ‘Rock and Roll’, canción en la que Stewart aporta teclados… igual que acá. Teniendo en cuenta que el álbum entero de ese momento se grabó en el estudio móvil de los Stones, era más que predecible que este tipo de encuentros resultasen. De hecho, en algún momento Page, Richards y Rick Grech se unieron para componer una canción y salió ‘Scarlet’, en homenaje a la hija de Jimmy. Volviendo, es una hermosa pieza donde se puede apreciar un aroma a boogie como de los ’50. Uno bien podría imaginar a los músicos muy bien vestidos y en un video en blanco y negro. Page se encarga de la mandolina y Plant… ¡de la guitarra! No se confunda, el solo sigue siendo de Jimmy. Solo que, en un principio, abría la obra, en otras tomas descartadas. Por cierto que la interpretación de Stewart sigue siendo majestuosa, mientras que el solo final de Bonzo fue totalmente improvisado en el momento. Nada que no pueda cerrarse mejor que con esa risita al fondo, como confirmando que estaba todo bien… o casi. Como la canción en sí era una reconstrucción de ‘Ooh my Head’ [Ooh, mi cabeza], de Richie Valens (que era a su vez otro trabajo sobre ‘Ooh my Soul’ [Ooh, mi alma], de Little Richard), los muchachos colocaron en los créditos a la madre de Valens, enterados de que nunca había recibido créditos monetarios por las composiciones de su difunto hijo. Ante tan noble gesto… la mujer los demandó. Por la totalidad de los créditos de la canción. En fin.

Para volver a las sesiones made in Headley Grange, nos queda la última toma descartada de las sesiones para “Houses… purchase Lasix ( Furosemide ) online , US customers can order Lasix with overnight delivery. ” y es ‘Black Country Woman’ [Mujer del País Negro]. No era una proclama racista ni mucho menos, sino que el “Black Country” era esa zona de Inglaterra cercana a Birmingham de donde provenían Plant y Bonzo, y así le decían. También se había barajado al opción ‘Never Ending Doubting Woman Blues’ [Blues de la Mujer que Nuca deja de Dudar], por algunas palabras que dice el vocalista hacia el final del track. Pero no era sorpresa, acá las intenciones de hacer algo casero vuelan por los aires. No sólo está grabado afuera, en un patio, sino que graciosamente se entrevera un diálogo entre el ingeniero de sonido Eddie Kramer y Plant cuando el primero nota que hay un avión sobrevolando la zona y molesta a la música. Al preguntar si sacarlo o no, Plant –que entendió perfecto de qué venía la cosa – contesta: “Nah, dejalo”. Y así, con ese folk manchado de tecnología arranca otra canción de ruta zeppelinera reclamando por un amor. Similar a “Gallows Pole”, pero al revés: en vez de que el verdugo proclame que va a ahorcar al negro a pesar de haberle cedido a su hermana; aquí el protagonista replica que, no importa que su chica no le dé bola, siempre puede quedarse con su hermana. Hoy en día letras como esas elevarían la voz de más de uno y una en contra.

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Aquella canción que sería la cara B del simple con que se difundió el disco venidero (la cara A era ‘Trampled Under Foot’, todo un resumen de Physical Graffiti), en una limitadísima edición que luego se suprimió, daba paso a la obra maestra de Plant: ‘Sick Again’. El canto en homenaje a las “L.A. Queens”, las reinas de Los Ángeles, las groupies a las que Zeppelin estaban tan acostumbrados, sobre todo después de su última gira por Estados Unidos en 1973. De hecho, un demo de las primeras grabaciones –sin la letra – data de Octubre/Noviembre del ’73, así que para esa altura ya había una idea. “Y es una pena ver a estas chicas tan jóvenes que desperdician sus vidas para competir con otras que en otro tiempo eran las GTOs y otro grupo de groupies como ellas. Con respecto a la locura, estábamos tan locos como ellas. Es una pena, la verdad –aclaraba un benévolo Robert Plant al respecto – Ahora ni siquiera tienen el estilo que tenían en los viejos tiempos… allá por el ‘68”. Que quede muy claro con esto que la intención siempre fue divertirse, no abusar de nada ni nadie, ni llevar a nadie por el mal camino. Pero la última canción original pensada para este álbum volvió a desenfundar un rock furioso y un solo de otro partido por parte de las seis cuerdas, con una base dura como las piedras. Luego hacerse esperar unos segundos después de ‘Black Country…’ como haciéndose desear, este epílogo perfecto para este álbum perfecto cierra con una batahola de Rock para cumplir con el último deseo de Page respecto al disco: “Volver a tomar un rumbo del que la gente pensaba que se habían alejado: rock sin paliativos”. La apuesta salió redondita.