El 26 de diciembre de 2013, a los 97 años, se nos iba el tan querido Julio Victorio de Rissio, más conocido como el Doctor Tangalanga. El humorista, que trabajó 24 años en “Odol” y otros 34 en “Palmolive”, estuvo internado varias horas en el Sanatorio Otamendi y murió luego de algunas complicaciones en su salud. En aquel momento la familia difundió la noticia por Twitter con el siguiente comunicado: “El doctor ya está con Dios. Gracias Julio por todas las alegrías que nos diste. Dios te bendiga”.
Don Julio fue el inventor de las jodas telefónicas, el primero y más reconocido humorista que ha desarrollado el genero. Comenzó en los años sesenta cuando grabó su primer llamado a un veterinario para alegrar a su amigo Sixto, quien estaba muy enfermo y pasó varios meses en cama. Luego, fue grabando algunos cassettes y juntando más y más fanáticos que disfrutaban con sus ocurrentes frases y rápidas reacciones cuando hablaba por teléfono.
A fines de la década del setenta dejó de llamar para luego retomar en los ochentas y no parar nunca más. También estuvo en televisión, en programas como Peor Es Nada con Jorge Ginzburg en Canal 13 en 1994 y en radio a finales de la misma década con Diego Angeli y Matías Martin en El Robo Del Siglo, que salía por Rock And Pop.
Tangalanga, el amigo de los rockeros
Uno de sus seguidores más fieles ha sido Luis Alberto Spinetta, quien disfrutó muchísimo de los llamados del Doctor e incluso le acercó dos números para que les hiciera algunas bromas. Uno de ellos se transformó en uno de los llamados más reconocidos a la “Inmobiliaria Massachussets”. El Flaco estuvo presente en La Trastienda junto a Diego Arnedo y Ricardo Mollo de Divididos para tocar unos temas en la celebración del cumpleaños número 90 de Julio.
También, como muestra de su amistad, Spinetta le dedicó varios de sus trabajos y hasta incluyó el fragmento de un llamado en “Lago De Forma Mía”, de su disco “Peluson Of Milk”.
Por si esto resulto poco, Luis Alberto fue también el autor del prólogo del libro “Las Cosas Que Hay Que Oír (Los llamados telefónicos del Dr. Tangalanga – Planeta)”.
Prólogo escrito por Luis Alberto Spinetta
‘Dígale de parte del señor Catapatac…” “¿de Cataparca…? “He aquí un brevísimo ejemplo del surrealismo verbal que se repite en las más insólitas formas, cuando escuchamos los cassettes de este genio “underground” del humor argentino. A través de decenas de años este buen “Tangalanga”, o bien “Chufitefi”, “Tarufetti”, “Taruffi”, “Garqueta”, “Raúl Atenas”, “Raúl Standard”, “Patitesi”, “Rigatuso”, “Sarabeta”, “Catabeta”, “Sarangana”, o infinidad de nombres inconfesables, ha desempolvado por la vía capital a la verdaderamente inconfesable sarta de chapuceros que habitan en todos nosotros. Es que “Sarangana” hace que; incautos, seamos ellos… Es tal el aporte que se da con el interlocutor de cada llamada, en esta lista de conversaciones con chantas tarotistas, integrantes de sectas, fabricantes de nada… que reciben el “azote de luz”… de conversar y hasta confesar su nulidad…, que puede afirmarse que estos diálogos continúan entre todos modificando el propio lenguaje, en un osado y romántico intento del autor para desbaratar la trampa, la trapisonda… Se dirá que aparte de una intensa obra de humor e imaginación conceptual, la obra de “Sarangana” es profundamente ecológica, y sus frases comienzan a usarse por doquier. Obviamente, este “neolunfardo” está repleto de lenguaje : “espejaime”, “buzos con solapa”, “tejemaneje”, el pantalón que generalmente ha sido arrugado por el dueño que es tartamudo, o que en los días de tormenta usa el cierre relámpago, el avión a galena, el auto marca “Patanglén” que tiene siete puertas, o el departamento que la inmobiliaria reconoce por el olor… Basta analizar algunas de estas invenciones para darnos cuenta del múltiple sentido de la comunicación en una sociedad condicionada por “bromas de las que nadie podría reírse”… Y esto no es nada… Lo importante aquí es la risa que nos genera, ese sentido de querer repetir la risa y no ya toda la otra locura de estas ciudades y, sobre todo, conociendo al verdadero “Sarangana”, tener el placer de ver al maravilloso ser humano que esconde…
Mariano de A77aque, otra de sus ‘víctimas’
Entre otros, hace algunos años atrás, el Doctor también llamó por teléfono al guitarrista de Attaque 77, Mariano Martínez, para hacerle una joda y el grupo lo recordó en su Facebook:
Gracias infinitas Doctor por tantas horas de risa y frases memorables. Se nos fue un fenómeno. ¡QEPD, Don Julio! Alias: Tarufetti, Garquetta, Caretta, Fiorito, Carabeli, Gandolfi y muchos más.
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