Guitarra, sitar, guitarra de cuatro cuerdas, bajo, violín, órgano, swarmandal, tambura, dobro, tabla, piano, sintetizador Moog, armónica, sitarina, glockenspiel, vibráfono, xilofón, claves, tambor africano, tumbadoras, timbales, ukulele, mandolina, marimba y jal-tarang. No, no es la lista para Papá Noel, sino los instrumentos que tocaba George Harrison, guitarrista principal de los fab-four, oriundo de Liverpool, al que un cáncer de pulmón se llevó hace ya dieciocho años.
“Ámense los unos a los otros.” (“Love one another”). Sus últimas palabras resumen lo que fue su filosofía de vida: dueño de un gran sentido de la espiritualidad –además de un talento musical único e indiscutible-, Harrison nunca dejó de plasmar su identidad en la música que componía, tanto durante su época beatle como en su trabajo solista posterior.
Podría decirse que fue el beatle de perfil más bajo. Su profesionalismo y perfeccionismo durante las grabaciones junto con su carácter tranquilo supieron ganarle el apodo del “beatle callado” (“The quiet beatle”). Sin embargo, a pesar de estas cualidades, sus composiciones para los Beatles fueron pocas: tuvieron que pasar dos años desde la grabación de Don’t bother me -incluida en With the Beatles en 1963- hasta que el grupo volvió a grabar canciones del guitarrista –I need you y You like me too much, para Help!-.
Pero es sabido que cantidad no tiene nada que ver con calidad: George compuso muchas de las canciones fundamentales del cuarteto, como Here comes the sun, Something –que la Rolling Stone ubicó en el sexto puesto del ránking de las cien mejores canciones de los Beatles– While my guitar gently weeps, y Within you without you –que mostraba las influencias que tomó de la música hindú- entre otras.
En George Harrison: Living in the material World, el documental de Martin Scorcese, uno de sus mejores amigos –otro de los maestros de la guitarra- Eric Clapton, relata el nacimiento de Here comes the sun: “Era simplemente un pibe mágico. Aparecía con su guitarra, salía del auto con su guitarra y empezaba a tocar (…). Estábamos caminando por el jardín. Nos sentamos en el fondo. El sol brillaba y era una mañana hermosa, y él empezó a cantar. Empezó a cantar “here comes the sun” (“Aquí viene el sol”), las primeras líneas, ya saben. Y yo simplemente observé a eso tomar vida.”
Su sonido era una firma personal. La constante búsqueda de innovación lo llevó a experimentar con instrumentos fuera de lo típico, no sólo para el rock, sino para la música occidental –como el sitar y el swarmandal que incluyó en Within you without you, canción que se ocupó de transcribir a la notación musical india para los músicos que colaboraron en su grabación-. Esta inventiva tomó vuelo a partir de su viaje a la India, del cual el británico volvió con ideas musicales novedosas y una espiritualidad ampliada y renovada con la que continuaría el resto de su vida.
Pero Harrison no fue sólo los Beatles. Luego de la separación del grupo lanzó varios discos solistas. El más exitoso fue All things must pass (1970), un álbum triple que contenía en los primeros dos discos muchas canciones que compuso durante sus casi diez años en la banda. El tercero estaba conformado por sesiones de jamming (sesiones de composición libre) de George con algunos de sus amigos: Clapton, Dave Mason, Gary Wright, Billy Preston, y Ringo.
En los años siguientes lanzó otros álbumes como Living in the material World, Extra texture, Cloud Nine y Brainwashed entre otros. Asimismo se volcó a proyectos filantrópicos, como el Concierto por Bangladesh –el primero de los grandes conciertos a beneficio-, que organizó a beneficio de los refugiados de Pakistán del Este afectados por la guerra por la liberación de Bangladesh.
El evento, que tuvo lugar en el Madison Square Garden, contó con la presencia de artistas de la talla de Bob Dylan, Billy Preston, Clapton y Badfinger. De sus compañeros de los Beatles sólo asistió Ringo, ya que, a pesar de haber sido invitados, Paul McCartney y John Lennon brillaron por su ausencia. Paul consideraba que era muy pronto para una reunión del grupo. John por su parte, se negó a asistir si Harrison no invitaba personalmente a su esposa Yoko Ono –problemas de polleras: pasa en las mejores familias-.
Otro de los hitos en la vida del beatle fue la formación de los Traveling Wilburys junto junto a Roy Orbison, Bob Dylan, Tom Petty y Jeff Lynne. El grupo grabó dos discos: Traveling Wilburys Vol.1 y Traveling Wilburys Vol.3 (el nombre del segundo fue idea de George).
Sin duda uno de los músicos más influyentes, George Harrison dejó un gran legado: no sólo su música, sino además su visión de la vida: “Creo que las personas que pueden realmente vivir de la música le están diciendo al mundo: ‘Podés tener mi amor, podés tener mis sonrisas. Olvidate de las partes malas, no las necesitás. Tomá solo la música, la bondad, porque es lo mejor, y es lo que elijo dar’.”
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