Es imposible negar la influencia de los medios de comunicación en la sociedad. No hablamos de nada nuevo, es algo que las ciencias sociales estudian desde hace siglos. Desde algún programa de televisión, hasta un simple mensaje de texto, los seres humanos son susceptibles de la manipulación.
Las personas son sofocadas constantemente de mensajes ideológicos partidarios, o recibiendo y difundiendo información de dudosa procedencia. Es por esto que los sectores más influyentes de la sociedad han luchado a lo largo de la historia por el control de los medios de comunicación para llegar a las masas. En este juego mediático, siempre ha sido la derecha quien mejor supo imponerse en el campo de los medios. En el día de ayer, vimos los resultados de esa manipulación en el territorio con más contagios de Covid-19 en el país.
Durante la tarde del 25 de mayo, se realizó una marcha impulsada por el liberalismo libertario y las facciones más xenófobas y violentas de la derecha argentina. Una manifestación donde el eje central fue reclamar contra la extensión del aislamiento social obligatorio.
“Argentina vive la cuarentena más larga del mundo” fue el argumento utilizado de forma unánime por los presentes. A eso se le sumo los distintos puntos de vista que incluso generaron conflictos entre los mismos manifestantes. “Basta de vacunas”, “No al nuevo orden mundial”, “OMS genocida”, “El virus no existe”, fueron algunos de los reclamos vociferados por alrededor de 100 personas.
La marcha de los barbijos mal puestos fue simultánea a la revolución de los countries en Tigre. Allí, un grupo de valientes salieron en sus autos desde el complejo Villanueva a reclamar por la apertura de la cuarentena. Entre los reclamos, los vecinos de los barrios privados pedían “poder salir a caminar” y “no ir a Venezuela”. En el medio, un virus sin vacuna ni cura efectiva comprobada, ha matado a más de 346 mil personas en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud.
Sin embargo, el problema mas importante es la sobrerrepresentación que tienen estos sectores en los medios. Con la angustia como estandarte, los medios de comunicación de mayor alcance del país fogonéan el fín de la cuarentena. Porque cuando uno prende la televisión, los dueños del angustiómetro cuentan que el Estado “les prohíbe ver a su sobrina”, hablan de “la dictadura de los infectólogos”, y escuchamos los gritos de economistas despeinados contra un régimen que impide a la gente salir y juntarse con amigos mientras la Argentina tiene 12.628 contagios y 467 muertes, según el último informe del Ministerio de Salud de la Nación.
Pero la televisión no es el único difusor de estos peligrosos mensajes. Los “medios fríos”, aquellos que generan una gran participación del público, son claves en esta operación. En las redes sociales nos topamos con las publicaciones de Twitter o videos de YouTube de referentes de la derecha, adaptando su discurso para hacerlo atractivo para los jóvenes. También, podemos encontrar famosas modelos charlando con doctoras en Instagram sobre la “falsa pandemia” y “el peligro de las vacunas” frente a miles de usuarios.
El VOX en España, el Bolsonarismo en Brasil, los movimientos armados en Estados Unidos. Esta nueva oleada de la derecha tiene su apoyo en los medios de comunicación y fuerte presencia en redes sociales. Los pensamientos mas radicales se refuerzan en medio de la pandemia mundial.
Con la cuarentena argentina cumpliendo 67 días, aprovechan el desgaste lógico de la población para hacerse notar. Propusieron seguir la receta británica (262.541 casos y 36.996 muertos); despues la estadounidense (1.657.441 casos y 98.031 muertos); y luego la brasileña (374.898 casos y 23.473 muertos). Insisten en salir a las calles pero ¿Alguien vió a alguno de los agitadores mediáticos en Plaza de Mayo?
La marcha del 25 de mayo quizás no haya sido multitudinaria, pero nos advierte que hay un sector que, por más diminuto que hoy sea, está dispuesto a imponer su nocivo discurso, haciéndose pasar por rebeldes defensores de la república.
Con valores del siglo XIX pero con una fuerte presencia mediática, surge un movimiento reacionario que pone en juego la salud pública en medio de una crisis sanitaria en el territorio bonaerense. Mientras estos muchachos se sienten empoderados por salir a juntarse con los barbijos mal puestos, dentro de 15 días veremos los resultados de los contagios durante esta marcha. Esperemos que no sea muy grave, porque ni siquiera a estos defensores de la propiedad privada les gustaría terminar ocupando una cama de un hospital estatal.
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