Cualquiera que haya leído o visto algo de Stranger Things se habrá dado cuenta de sus numerosos y característicos homenajes a películas, series y libros de los años 80, no es ningún misterio, y fueron los mismos hermanos Duffer quienes lo revelaron en diversas entrevistas. Sin embargo, detrás de la pequeña Eleven, de todos sus poderes y de todos los experimentos realizados en ella, también hay una fuente de inspiración y, por más increíble que parezca, es un hecho real.
¿Qué fue el Proyecto Montauk?
Las teorías conspirativas sobre un proyecto secreto de los Estados Unidos que tuvo lugar en Montauk, Long Island, cuyo fin era el de desarrollar nuevas técnicas de guerra psicológica e investigaciones exóticas que empezaron a circular desde principios de 1980, pero tuvieron su origen varias décadas atrás.
En 1943 el gobierno de los Estados Unidos comenzó a experimentar en secreto con el objetivo de conseguir que sus barcos engañaran a los radares nazis ¿Cómo? Intentando hacer invisible uno de sus navíos de guerra, algo que trajo graves consecuencias a los tripulantes por lo que se optó desistir del mismo. Este hecho dió para una película: “The Philadelphia Experiment”, estrenada en 1984, donde se contaba la historia de dos oficiales de la marina que voluntariamente tomaban parte de este fallido experimento, que por consecuencia los terminaría haciendo viajar a través del tiempo.
Sin buscarlo, la película abrió los ojos de Al Bielek, un hombre de 57 años que se mostró convencido de estar relacionado con sucesos similares y que sus recuerdos habían sido reprimidos.
La conexión con Eleven
Bielek aseguró que, terapias de por medio, había comenzado a recordar y que su verdadero nombre era Edward Cameron y que, junto a su hermano Duncan, fueron sometidos a experimentos durante 25 años; habiendo conseguido este último habilidades psíquicas como la de mover objetos con la mente ¿Empieza a resultar familiar? Efectivamente, como Eleven.
Según el relato de Bielek, que se encuentra en el libro “The Montauk Project: Experiments in Time” de Preston Nichols, el cual fue casi un guión para los hermanos Duffer a la hora de trasladar esta historia a la serie, Duncan podía encontrar a cualquier persona a través de algún objeto que le perteneciera, desde un pelo hasta una foto, y, a través de esto, era utilizado para recopilar toda la información posible de la misma; convirtiéndose en sus ojos, oidos y mente.
Pero la historia no terminó allí, como bien mencionamos antes, al conocerse esto, fueron muchos los que comenzaron a relacionar la aparición de extraterrestres y de más sucesos paranormales con lo relatado por Bielek: “Estos experimentos tuvieron como consecuencia abrir canales a otros lugares y dimensiones” y, como en la serie se dejaba entrever con Eleven, Duncan tampoco era el único ni el primero. Fue tanta la influencia de la historia en los productores que hasta el título original de la serie iba a ser “Montauk” pero, finalmente, se decidieron por centrar la acción en un lugar inventado llamado Hawkings y darle el nombre que todos conocemos.
¿Pensaste que habías visto todo en esta primera parte? No lo creas, porque los hermanos Duffer parecen tener material de sobra para diagramar las aventuras de estos cuatro amigos en el próximo año. Y es promesa de nuevo suceso.
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