Twitter es uno de los sitios más utilizados para la difusión de información, con más de 339 millones de usuarios activos por mes. La plataforma continuamente anuncia nuevas actualizaciones, pero la última está dando que hablar.
La pantalla de inicio del sitio web, antes de registrarte, dice “mira lo que está pasando en el mundo en este momento” y esa es la intencionalidad detrás de su función de publicar ideas, pensamientos y frases en 140 caracteres. Así fue al menos en sus inicios. Entre las modificaciones que han hecho en los últimos años, se encuentra la ampliación de caracteres a 280, la función de destacar un tweet en específico en el perfil y poder enlazar tweets en un hilo, entre otras. Todas estas modificaciones están dadas a un anclaje específico: transmitir mejor la información.
Esta red social cobró un tinte diferente al de comunicarse entre usuarios gracias a su sección de noticias al costado de la pantalla y, sobre todo, a los conocidos Topic Trending. Estos pueden ser palabras, pero son en su mayoría hastags que reflejan lo que se está hablando en un momento del día y en un país en específico. Si en un momento los TT eran en apoyo a bandas, hoy son consignas políticas. Como si fuera una plaza llena, establecer un hastag simboliza que “el pueblo” está a favor o en contra de algo. Aunque no es tan así.
En esos cientos de millones de usuarios, ¿cuántos son reales? No existe un porcentaje al respecto, pero una persona puede tener todas las cuentas que se le ocurran. Acá aparecen los trolls, los bots y la nueva herramienta de Twitter: elegir quién puede responder un tweet en específico. Las opciones son tres: todos pueden responder, pueden responder sólo las personas que mencionaste en el tweet o pueden hacerlo solo las personas a las que seguís.
La idea de esto es evitar que, al desplegar una conversación, aparezcan respuestas de cuentas tirando odio o desinformando. Sin embargo, sigue estando la herramienta de citar, así como también podemos mencionar a quien querramos. La función solo evita el anclaje de un tweet original con respuestas que lo refuten. Sin embargo, las menciones pueden llenarse de gente indignada igual.
Aunque todavía no está en funcionamiento para todas las cuentas de Twitter, la idea es en principio novedosa y permite una regulación sobre nuestro contenido. Así, Twitter toma una determinación parecida a las de Facebook e Instagram. Con la particularidad de que en esta red social las opciones son o todos ven todo lo que publicas o sólo la gente que te sigue lo ve. La nueva herramienta podría transformar la forma en que los usuarios intercambian información.
También puede lograr que cuando no se pueda responder un tweet sobre un tópico que divide a la sociedad, al usuario que lo creó le lluevan menciones o lo hagan TT, llevándonos nuevamente al acoso cibernético característico de Twitter. Todo puede pasar (y también, fallar).
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