Existe un movimiento por el aborto, que desde el 2005 reúne mujeres y disidencias de todo el mundo en señal de una lucha compartida: hoy, 15 años después y celebrando su conmemoración, se definen como una construcción horizontal, democrática, federal, intergeneracional, interseccional y plural.
Luego de ocho oportunidades de presentarse ante el Congreso de La Nación, se sigue pidiendo lo mismo: salud pública, un marco de cuidados hacia la elección del cuerpo de cada mujer y la autonomía de todas y todos.
Someterse ante una práctica tan importante y compleja, requiere de una preparación física y mental que acompañada por el Estado resulta mucho menos traumatico. Desde hace décadas, en Argentina y en el mundo entero, se viven momentos de altibajos respecto a esta problemática.
El 14 de junio de 2018, luego de 20 horas de debate, la cámara de diputados le otorgó la media sanción y giró al senado el proyecto de despenalización del aborto.
Hoy, con motivo de la pandemia, el proyecto no puede llegar al Gobierno, ni las mujeres pueden patear las calles en un pedido que las representa como mujeres, pero de manera virtual miles están conectadas levantando los puños y apretando los dientes.
Es un debate de vital importancia, que no puede ser abordado por filtros, ni por religiones, ni por ideologías, ni éticas, ni morales.
Por eso hoy, 28 de mayo, día internacional de acción por la salud de las mujeres, una voz feminista que forma parte de este arduo y precioso camino de encuentros y desencuentros le dijo a Rock And Ball cómo se siente respecto a este día.
Yanina Waldhorn, militante y parte de la comisión de articulación nacional de la campaña, cuenta que en este contexto de aislamiento social obligatorio a causa del Covid-19, están de forma virtual organizadas ocupando las redes del medio desde la mañana, realizaron un vídeo institucional y de manera federal se encuentran contando las estrategias que se dan para legalizar este derecho, construyendo una visibilidad colectiva.
En el transcurso del día se publicaron en las redes nacionales vivos de diferentes compañeras donde están contando sus recorridos y sus historias en la lucha sobre este derecho. Se han reconstruido líneas de tiempo que tienen que ver con esta genealogía, que confluye en el 2005 en la construcción de una campaña heterogénea que lucha por conquistar la interrupción voluntaria del embarazo.
En Argentina hay aproximadamente entre 350.000 y 500.000 abortos por año, son muchísimos los riesgos y los sentimientos como el estigma social y la culpabilidad, por los que pasan quienes tienen la capacidad de gestar y luego, abortar, en la clandestinidad. Existen redes actualmente, como la Red Ruda de cátedras por el derecho a decidir, la red de profesionales de la salud, la red de socorristas, la red de docentes por el derecho a decidir, que garantizan en el día a día que lo que hoy es ley se cumpla, se lleve a cabo, y lo que todavía no lo es, se siga intentando conquistar hasta lograrlo.
Se esperan meses y años de seguir conservando las ganas de manifestarse en este pedido histórico y colectivo, con el anhelo de volver a las calles y levantar con orgullo los pañuelos y que de forma global se siga visibilizando este grito humano que pide salvar a las pibas.
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