La producción de Bake Off, el popular reality show de Telefe, vive horas muy intensas de cara a la definición. El programa conducido por Paula Cháves quedó en el ojo de la tormenta por una serie de escándalos alrededor de sus participantes. Una semana que empezó con las declaraciones de Jorge Lanata contra “el programa que hacen tortas”, y que termina con la posible regrabación de la final.
Samanta Casais, una de las finalistas de Bake Off, desató la polémica al filtrarse que trabaja de pastelera profesional. Todo comenzó cuando un usuario de Twitter compartió una imagen de Samanta como pastelera invitada en el programa Tarde Xtra de C5N en el año 2018. Esto generó un revuelo en la red social, donde se sigue la competencia con una intensidad y pasión prácticamente desmedida. Los fanáticos no se quedaron sentados y salieron a investigar sobre la vida de la participante. ¿Qué se descubrió de Samanta? Que es pastelera profesional, trabajó en el clásico Café San Juan de San Telmo, estudió en el Instituto Argentino de Gastronomía, y hasta tenia su propia pastelería, llamada La flor más dulce, en el barrio de San Telmo.
Una vez descubierta la mentira, Twitter declaró la guerra a Samanta. Las redes sociales se llenaron de mensajes, desde memes, hasta una furia desaforada contra la participante de Bake Off. Claro que no surgió de un día para el otro esta bronca. Samanta era la malvada de la película; el personaje que nadie soportaba; esa compañera de colegio que siempre decía que le iba mal y se sacaba un 10; la que siempre lloraba por ayuda, pero no colaboraba con nadie. Como el público twittero ya la tenía entre ceja y ceja, aprovechó la oportunidad para destruir a la enemiga.
Empezaron a ventilar hechos de la vida privada, como una causa por homicidio culposo, por un accidente de transito en 2017. Además, el domingo pasado, se volvió Trending Topic la frase “La odio”, por la eliminación de Agus, una de las favoritas del público.
Los medios de comunicación también se subieron a la ola del Bake Off Gate y salieron a buscar declaraciones. Uno de los que habló fue Lelé Cristóbal, dueño de Café San Juan, con el diario Clarín. “Acá trabajó hace mil años. No es nada para ocultar”, declaró Cristóbal. Por otro lado, Abel Cancela, cuñado de Samanta, habló en el programa Intrusos de América TV contando que fue estafado por la participante en la compra de la pastelería de San Telmo. “Cuando me hago cargo del local me empiezo a encontrar con que había cosas rotas”, relató Cancela. Además, dio detalles de su trabajo como pastelera: “En 2017 me presentaron a Samanta como pastelera, como que ese era su trabajo. De hecho, tengo entendido que cuando Matías Alé había presentado una obra en San Rafael, ella había hecho la torta y los cupcakes”.
Recordemos que la barrabrava twittera del programa ya venía encendida desde antes de que explote el escándalo. Pero quien tiró la primera piedra la semana pasada fue nada menos que Jorge Lanata. “Los trolls K apoyan un programa que hace tortas para que no me vean a mí”, declaró en dialogo con Alfredo Leuco en TN. Lo cierto es que sus declaraciones arrastran la molestia del conductor, que pierde en el raiting domingo tras domingo con el programa de Telefe. Pero sus declaraciones generaron las burlas de la red social del pajarito, incluyendo a los participantes del reality.
Otro punto para destacar entre tanto desorden fueron las filtraciones sobre el final del programa. En la previa a la semifinal, ya se rumoreaba en redes la eliminación de Agustina Fontela (también acusada de ser pastelera profesional), que efectivamente ocurrió el último fin de semana. Además, todos apuntan a que Samanta es la ganadora de la competencia, que fue grabada durante el invierno de 2019. Esto se debe a que, a mediados de junio, Samanta compartió videos mostrando las remodelaciones que está haciendo en su casa. Entonces, los seguidores empezaron a sospechar que ella es la ganadora del reality, que entrega 600 mil pesos al ganador. Todo el material incriminatorio fue eliminado de las redes sociales de la participante.
En medio de todo este alboroto, hay una pregunta que repercute desde hace días: ¿Qué va a hacer Telefe? Desde el canal y la productora hay un silencio que genera ansiedad en el público. Por el momento, solo hablaron la conductora, y Christophe Krywonis, uno de los jueces de la competencia. “Toma tiempo examinar bien cómo son las cosas. Es imposible que el canal y la producción tomen decisiones tan serias de un día para el otro. Paciencia que todo se va a aclarar”, publicó en Twitter ante la insistencia de los fanáticos.
En las últimas horas surgió una propuesta de un viejo conocido de la productora. Mario Pergolini contó en su programa de radio Vorterix que habló con los productores sobre la idea de regrabar la final en vivo. “Es una ex empresa mía, los conozco a todos, se quieren matar”, declaró el conductor. La producción no vería con malos ojos rehacer la final luego de que la presunta ganadora mintió en la declaración jurada para participar. Cabe aclarar que el reglamento de Bake Off dice que “tendrán prohibida su participación aquellas personas que hayan prestado sus servicios como pasteleros y/o panaderos profesionales con anterioridad a la fecha de publicación de las presentes reglas de participación, o tengan comprometidos sus servicios con anterioridad y/o durante la vigencia del concurso”.
Bake Off llega al final de su exitoso ciclo televisivo en medio de una crisis difícil de creer para un programa de repostería. Como si fuera un torneo organizado por la AFA, el reglamento se fue por el caño y los productores buscan acciones rápidas para recuperar la credibilidad antes de la gran final. Preparen el operativo de seguridad para los festejos (o disturbios) en el Obelisco, porque el domingo se define al gran pastelero argentino.
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