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Skay y Los Fakires y un show necesario para todxs

Skay volvió a los escenarios en la post-pandemia y demostró que el tiempo parece no haber pasado. Repasó su discografía, algunas gemas redondas y hasta estrenó un tema. El Guitar Hero ricotero va por más.

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Redacción RNB

30 noviembre, 2021

Después de dos años de pandemia, Skay y los Fakires volvieron a los escenarios y se presentaron ante un Movistar Arena repleto y sediento de escuchar qué tenía para ofrecer el Dios de los riffs ricoteros.

Tal es así que la gente empezó a convocarse desde temprano en las cercanías del estadio y, ya en la previa, en medio de los cantos y la alegría, ya se empezaban a vislumbrar un clima de noche grande.

22:48 en punto el “Flaco” arrancó su show con los primeros acordes de “Arcano XIV”, que terminó con un “Por fin, por fin” masticado por Skay, alegre de volver a escena y que pronosticó en ese mismo momento que la noche por venir sería “especial”.

De la mano de “Talismán” sonó “El golem de la Paternal” y a su fin dieron la bienvenida al público: “Por fin volvemos a encontrarnos queridos amigos, después de tanto tiempo”. Rápido, “El ojo testigo” seguido de “Aplausos en el cosmos” irrumpieron en la noche de Villa Crespo, como para que nadie se olvide de qué venían a hacer Skay su banda. La lista prosiguió con “El redentor secreto”, “Plumas de cóndor al viento” y “Suelo chamán”.

“Este tiempo de confinamiento lo aprovechamos componiendo algunas canciones, unas cuantas, y vamos a estar estrenando una esta noche. Se llama palomas y escaleras o vieja catedral”, lanzó a Eduardo antes de dar a luz, públicamente, un nuevo tema. Al terminar de tocarlo, el “Flaco” mencionó que ese trató de “un estreno universal, mundial para todos”.

Cuando se hicieron las 22:20, llegó un momento clave que marcaría el pasado redondo. “Jijiji” irrumpió con toda su mística y leyenda y, claro, ya nada hubo que explicar. Luego, llegó una pausa, necesaria para la banda y para el público, después de semejante desagote de energía.

“Un destello radioactivo y entre el polvo apareció, tronó el cielo y la tierra él ha vuelto a la ciudad”, entona Skay mientras se volvía a iluminar el escenario. El fin de “Gengis Khan” se vió contrastado con “Falenas en celo” y los aplausos multitudinarios de los presentes.

“Corre, corre, corre”, un tema que vio la luz en plena pandemia y que nos regalaron poco antes de navidad, finalmente pudo ser presentado en vivo. ¿Qué siguió? Unos acordes para todxs lxs presentes inconfundibles: “Criminal mambo” sacudió el Movistar Arena.

“Lejos de casa”, el octavo tema del álbum “¿A dónde vas?” y “Chico bomba” el séptimo de “El engranaje de cristal” fueron los que siguieron en el orden de un set list al que no le faltó nada para ser redondo. “Es una una noche especial, no te la vas a perder. Toca el corazón de Patricio Rey”, entonaba la multitud, enfervorizada cuando de pronto, uno de los riff más emblemáticos de nuestro rock se hizo presente: “El pibe de los astilleros” hizo su magia y le siguió la totalmente actual “Nuestro amo juega al esclavo” para cerrar un combo “redondo” (y de ricota).

Como en una vuelta inminente a su presente, le tocó el turno a “Flores secas” que fue coreado de principio a fin por la multitud que canalizaba toda la angustia y ansiedad del parate dejando las palmas, la garganta y mucho más, como en una especie de exorcismo masivo y necesario.

Cuando la velada va llegando a su final, Beilinson por fin se afloja. Cuelga el traje de “Héroe de la Guitarra” y deja ver su emoción. Agradece a sus devotos y define a la noche como “hermosa”. Eso antecede a “Oda a la sin nombre”, uno de los hits de la discografía solista del Flaco. Y cuando pensamos que se terminaba ahí, “Síndrome del trapecista” y “El sueño del jinete” nos sorprende con un sinfín de acordes mágicos de los que nos tienen ya acostumbrados.

Luego, las presentaciones de rigor: “Claudio Quartero en el bajo, Leandro Sánchez en la batería, Joaquín Rosson guitarra, y ustedes. Gracias y hasta la próxima” se despidió así Skay, ante el fervor de los espectadores y sus cantos, para volver a recluirse en el manto de misterio que siempre lo ha cubierto.

El final, sin embargo, es un poco más tarde con “Aves migratorias”, mientras que algunos de los asistentes que se estaban empezando a retirar, volvieron a entrar para seguir disfrutando del cierre del show.

El ritual chamánico que es para él cantante tocar en vivo, como mencionó alguna vez, llegaba a su fin y al grito de “una más y no jodemos más” concluyen con “Soldaditos de plomo” y una ovación inmensa que se mezcló con los “Ole, ole, ole, ole, flaco, flaco” del público. Y algo quedó claro, esta misa la necesitaban ellos, y todxs nosotrxs.

Lista de temas – Sábado 20/11 – Movistar Arena