El Plan de la Mariposa presentó su último disco de estudio, Devorando Intensidad, en un Vorterix colmado de gente. Minutos antes de las 21 hs del sábado, a telón todavía cerrado, salió a escena una mujer usando una máscara de quien es protagonista de la portada del CD. Conjugada con música instrumental, su danza hipnotizaba al público ya presente.
Con reloj en mano por parte de la producción, el telón se abrió a las 21 hs y la banda subió a las tablas al compás de Invierno Nuclear, ¿Cómo decir que no? y Mar Argentino, todos temas del disco presentado. Luego, llegaron “Azúcar Negra”, “Braian”, “Viajo con el Sol” y “Flor de Tilcara”, dieron paso a “El Cuerpo Sabe”, tema en el que la cantante Camila Andersen invitó a todos los presentes a conectarse con el cuerpo.
Savia, dedicado a la madre de los hermanos Andersen, fue el encargado de inaugurar el momento más emotivo de la noche. Al finalizar la canción, Sebastián Andersen (voz) dijo “gracias por permitirnos esta catarsis y conectarnos con la energía de la muerte, que es la energía de la vida también. Energía que esperemos no lo haya alcanzado a Santiago Maldonado. Esta canción está dedicada a él”. En un conmovedor enganche, comenzó a sonar Cruz del Sur al mismo tiempo que desde el público se levantaban algunos carteles exigiendo su inmediata aparición.
Los músicos dejaron el escenario sólo para Sebastián y Valentín Andersen (guitarra), que interpretaron Niño Abuelo. Ya con la banda completa, dedicaron Semilla del Alma, de “Devorando Intensidad”, a su viejo que viajó desde Necochea. Siguieron Ella es Agua, Espuma, La Fábrica de la Eternidad, La Lanza de mi fe y El Riesgo. En Calle Mantra volvió a subir Francesca, la mujer de la máscara que hizo delirar a todo el barrio de Colegiales.
Mi Jagger dejó el terreno llano para que El Plan de la Mariposa se tomara un momento y contara la historia de Lazinha, una mujer que conocieron en el Mato Grosso y que le pone nombre a la canción más fuerte de su discografía. Siguió Te quiero con lo que parecía el final de una noche agitada. Para sorpresa de todos volvieron al escenario a tocar La Cobardía, Abrime los Ojos -en el que se desplegaron nuevamente los carteles de aparición con vida de Santiago Maldonado- y La Vida Cura.
El Plan de la Mariposa tiene la particularidad de que cinco de sus siete miembros son hermanos. Sus letras de lucha y libertad ayudaron a que sea una noche mágica, que sin dudas marcó un quiebre en la historia de la banda necochense.
Por Trinidad Mosqueira
Fotos por Sofía Pedraza
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