No hay nada que permita describir al público de Pedro Aznar de manera uniforme. Se caracteriza por la amalgama. De edades, de gustos musicales y personalidades. La presentación de su nuevo EP “Resonancia” pudo ser disfrutada y admirada por todas las generaciones que siguen al cantautor. Y como no podía ser de otra forma: con entradas agotadas.
“Resonancia” es la última producción de Aznar, una caja coleccionable que celebra los 35 años de su carrera solista, con la discografía completa (18 CD’s), su más reciente EP con cuatro temas nuevos, y un libro de 100 páginas con los discos comentados en detalle, anécdotas, historias, reflexiones y fotos. Por lo tanto, el artista abordó temas de todos sus discos y épocas, y hasta de otros artistas amigos también.
El show se caracterizó por la mezcla continua entre canciones tranquilas y sentimentales, junto con otras cargadas de alegría y ritmo. Luego de un inicio instrumental, el ex Serú Giran interpretó “No dejes que otros lo hagan por vos” con su bajo en mano, marcando el inicio de una noche llena de hits. Le siguió “Si no oigo a mi corazón” en donde esta vez tomó el teclado e interpretó a solas el sencillo, plagando de emociones al público.
La noche siguió con su cuota de romanticismo con “Llueve”, “Amor de Juventud”, “Caja de Música” y “A un Gato”, estos dos últimos poemas de Jorge Luis Borges que generaron un momento de intimidad y admiración.
“Parte de volar” fue interpretada nuevamente junto al teclado y le dio pie a “Dicen que dicen”, que junto a los aplausos del público puso a bailar a Pedro y que concluyó con una ovación, vitoreadas y un acalorado aplauso. “Oración” y un solo de percusión finalizaron con la primera parte del show.
Luego del intervalo fueron interpretadas “Rosa de Hiroshima”, y la disruptiva rockera “Quereres” en donde la guitarra eléctrica de Pedro fue la principal protagonista. “Los Perros del Amanecer” y “Media Verónica” de Andrés Calamaro en versión acústica generaron nuevamente el entusiasmo del público. “Ruinas sobre Ruinas” una de las canciones de denuncia de su álbum Ahora, y “Par” en la misma línea, precedieron a uno de los hitos de la noche, el momento en el que el cantautor interpretó “Quedándote o Yéndote” de Luis Alberto Spinetta.
Las elegidas llegando al final del show fueron “Río Secreto”, “Como un León” y “Refugio” ya cerca de la medianoche. Cortando con lo melancólico llegó “La Trampa” por primera vez en vivo a los oídos del público. La nueva canción, que podrá encontrarse en Resonancia, sorprendió al público con su potencia y tintes de heavy metal. Así se despidieron Pedro y sus músicos con aplausos, una ovación de pie de todo el teatro y abrazos sobre el escenario.
Sin embargo, este no era el final. Ante un público extasiado que reclamaba “una más”, volvió con la frutilla del postre: “Ya no hay forma de pedir perdón”. Nuevamente amenazó con irse, pero volvió y deleitó a todos con “A Primera vista”, “Quebrado”, “Rencor” y para el final definitivo “Última Pieza”.
Definitivamente fue un show que permitió explorar todos los sentimientos. Desde la tristeza, a la alegría, la bronca y la emoción. Pedro transmite serenidad con su voz, y con cada una de sus letras un mensaje distinto. Una gran celebración por sus 35 años de trayectoria como solista.
Fotos por Martín Dutil Fotografía
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