El concierto del pasado 17 de julio en La Trastienda fue una prueba de fuego superada para la carrera solista de Marilina Bertoldi por motivos varios, entre ellos por ser el comienzo de un período de expansión de esta etapa. Esa fue una “prueba piloto” de lo que sería el “set eléctrico” modelo 2015, con la incorporación definitiva de Daiana Azar al elenco estable que la acompaña, entre otras cosas. Después de varios conciertos con este formato, la noche del viernes 20 de noviembre cobraba el mismo significado en vistas de lo que será el próximo año para la cantante sumando, además, a Guillermo Porro como el quinto elemento de esta “orquesta”.
La apuesta era fuerte y había comenzado a dar indicios de ellos con el estreno de “Y Deshacer”, el nuevo single que formará de su próximo trabajo a salir en 2016. Pasadas las diez y media de la noche, el público que copó en su totalidad las instalaciones de Niceto Club recibió el primer cachetazo por parte del quinteto multi intrumentista que, escoltado por sábanas blancas que hacían las veces de escenografía, esbozaba con furia las primeras líneas de un tema nuevo como para mantener la intensidad de la propuesta. Marilina, de espaldas al principio, gritaba “no hace falta ceder para que todo esté vivo” mientras acompañaba con palmas esta canción de tintes más rockeros y agresivos que sus últimas composiciones.
Por más que lo intentó a lo largo de la hora y veinte que duró el concierto, no hubo esfuerzo del Chiqui -su asistente- que valiera para poder hacer funcionar correctamente la pedalera de Marilina, que la tuvo a maltraer con constantes fallas. Sin embargo, no pareció afectarle en lo más mínimo ya que supo sobreponerse con total holgura, buen ánimo y hasta alguna imitación de Shakira para probar el micrófono durante su set solo, como ya es habitual. En ese espacio fueron parte de la lista “Feeling Good”, de Nina Simone y “Entendí”, para cerrar con la excelente versión que lleva su firma de “Teardrop” de Massive Attack, donde aprovechó para presentar en familia a sus músicos.
Sin tapujos, la cantante se anima a todo y la versatilidad de su voz interpreta con enojo, despecho, melancolía, deseo, tristeza, o todo eso al mismo tiempo, composiciones como “En Mí”, “Puentes”, “Poción”, “A Mi Muerte” y “Separar”, entre otras, que forman parte de “El Peso Del Aire Suspirado” y “La Presencia De Las Personas Que Se Van”, sus dos discos.
Nunca está de más recordar que nada sería igual para Marilina Bertoldi, sin despreciar su talento, sino fuera por los músicos (y productores) que comparten escenario con ella: los inmutables Luciano Farelli y Guillermo Porro en guitarras, la talentosa Daiana Azar en bajo y el tiempista Eduardo Giardina en batería, aunque todos rotan los instrumentos a lo largo del set.
El comienzo fue con una nueva canción por lo que el cierre no podía ser menos, ya que el estreno de “Y Deshacer” dejó sin aliento a todos los presentes, incluidos los integrantes de Cirse, Catupecu Machu y Sick Porky, entre otros colegas que llegaron al VIP de Niceto. Después de un año que comenzó con dudas y un mar revuelto por la disolución de Connor Questa, el que entra parece distinto para la menor de las hermanas Bertoldi, que tiene un 2016 intenso por delante.
Fotos cortesía de NM Fotografía para Rock And Ball
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