El Teatro Bar de La Plata es el lugar ideal para disfrutar la noche de una manera relajada, en un ambiente cálido, y mirando a los artistas del momento. El show de Loli Molina el sábado pasado no fue la excepción: con la sala llena, la gente, expectante, degustaba un vino en pareja o una picada entre amigos, y el final de una gira que trascendió Argentina y llegó al corazón de cientos de sus seguidores.
La velada inició con “Los días”, interpretada junto con su banda de sonido. El primero de la noche terminó entre aplausos y vitoreadas para la joven cantautora quien luego se tomó el tiempo para saludar a su público, y anunciar que esta era la despedida de su último disco Rubí, pero que, a pesar de ello, le provocaba una inmensa felicidad que sea junto a sus fans platenses. La dulce melodía que provenía de la voz de Loli siguió inundando el lugar con “En la noche”, “Viajando” y “Hamacas” en el cuál se permitió lucirse con un increíble sólo de guitarra y una canción distinta al resto.
“Ricardito” y la conmovedora “Luchín” acompañada de “Brillo y relieve”, se llevaron la gran ovación de la noche. “A la próxima” y “Un bosque de pájaros blancos” siguieron ilustrando aquel mágico encuentro, esta última acompañada de unos versos de “Joga”, la canción de Björk. Loli continúo cantando una versión acústica de “Sonqollay”, una canción típica de Perú, y “Las cosas que se quedan en vos”, y, como en todas sus canciones, logró transmitir pureza, espiritualidad y miles de sensaciones arrulladoras como emocionantes.
“Hombre no”, “Eco”, un cover de la canción de David Aguilar, y “Gorrión” embelesaron al público que, con los ojitos brillando, quedó perplejo por tanta ternura y talento en cada canción que entonó la cantautora. Para cerrar un gran show, Loli hizo un cover de la canción de Spinetta Jade, “Ludmila”, que dejó a todos con ganas de más. Por eso, volvió con su guitarra, se sentó en el borde del escenario, y sin micrófono y a viva voz interpretó “Puerta de los dos” de Fernando Cabrera para despedirse de este 2016 y cerrar la gira.
Loli Molina se encuentra entre la camada de jóvenes artistas que, con tan sólo una guitarra y su voz, sabe conmover a miles en todos puntos del país, y fuera de él también. Su composición parte de canciones tranquilas pero profundas y conmovedoras, y su voz angelical, te hace levitar y gozar en cada verso. Esperemos que el fin de esta gira venga aparejado de un nuevo proyecto musical de esta artista emergente.
Fotos por Flor Dakuyaku
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