La historia (oficial) de Las Pastillas Del Abuelo comenzó a escribirse hace ya veinte años. El mundo era otro y las bandas hacían otro tipo de movidas/esfuerzos para darse a conocer. No había (o eran otras) redes sociales. Por eso no era raro caminar en aquel tiempo por Almagro, Boedo o Balvanera y ver el nombre del conjunto escrachado con aerosol en más de una pared.
El run run de “El Sensei” y los dos demos registrados poco tiempo antes, que circulaban por el Ares o cds copiados, les dieron un impulso enorme en tiempos donde el mp3 era el formato reinante. Aquellos primeros toques en La Casona y La Colorada, el concurso en El Bombardeo Del Demo fueron algunos pasos firmes que confluyeron en la edición de “Por Colectora”, el disco debut de LPDA.
20 años el 20 de abril
En son de celebrar su trayectoria, a fines de 2023 anunciaron que tocarían en Ferro. Ocho años después de la presentación de “Paradojas” (2015) en el mismo recinto, volvieron allí para un festejo acorde a semejante aniversario. Con entradas agotadas, el grupo que comanda Juan Germán Fernández repasó su catálogo musical durante tres largas horas.
La tarde de sábado otorgaba una falsa primavera que funcionó como escenario ideal en la previa pastillera sobre las calles adyacentes al Ricardo Etcheverri. Calorcito, grupo de amigos y brevajes servidos en improvisados recipientes calentaban los motores para una noche de festejos.
Pasada media hora de las nueve de la noche, las luces del estadio se apagaron y la banda completa apareció en un mini escenario montado en el límite de la pasarela. “José”, “La Cerveza” y “Locura y Realidad” fueron las primeras páginas de una lista que sumó treinta en total. Hasta ahí era un “falso desenchufado”, porque el escenario montado aún no lucía en su esplendor.
Ya con las pantallas gigantes y las luces a pleno, Piti agradeció al público y se preocupó más por cantar que por hablar. De remera negra y corte de pelo especial – tenía las siglas del grupo en su cabeza-, el cantante al igual que todo el grupo exudaba alegría.
El homenaje infaltable al Diego con “¿Qué Es Dios”, con la cita correspondiente al taxista Alberto Sueiro, compositor de la letra y amigo de la banda, fue el primer gran momento de la noche.
“Rompecabezas De Amor”, “Desde La Postura” e “Inercia” fueron alguna de las tantas historias hechas canciones que Pastillas hicieron sonar. No son una banda de rock plenamente, se nota, pero si condensan candombe, murga y arrabal.
Tienen mucha calle y cada una de esos temas contiene frases que más de uno de los presentes llevan tatuadas en su piel. Las letras del grupo calan hondo en sus fanáticos y el hecho de ver en simultáneo a hombres y mujeres sin edad cantar mirando al cielo con los ojos cerrados y los brazos en el aire son la forma de desmostrarlo.
Con amigos siempre es mejor
A diferencia del Ferro anterior, donde desfilaron muchos invitados, esta vez fueron selectos. También marcan el rumbo de su presente musical: con Emmanuel Noir de Ke Personajes hicieron “Loco Por Volverla a Ver” y con Benjamín Amadeo, “El Favor”.
“Que sea rock, y ¡cumbia también!”, tiró el pelado tatuado antes de irse del escenario, que momentos antes lo vio bailando junto al Piti. Con Benja, también se tiraron flores: “como canta este, la puta madre” dice Juan Germán mientras su amigo se va tras bambalinas.
Ya pasada la medianoche y entrado el domingo, con los edificios como testigos atentos, el final era inminente. “Ojos De Dragón” y “Otra Vuelta De Tuerca” sellaron un concierto redondo. La banda, que venía de tocar en España, se abraza y regala todo lo que puede a los que estaban más cerca del vallado. Allí estaban muchos de La Veinte, el grupo que conforman sus más fieles seguidores, que también se hicieron escuchar bien fuerte.
La formación actual de Las Pastillas Del Abuelo también cumple veinte: desde 2004, Ale Mondelo, Santi Bogisich, Bochi Bozzalla, Juan Comas, Joel Barbeito y el mencionado Piti siguen compartiendo historias y amistad. La vibra musical entre ellos sigue intacta, como en aquellos años del Mariano Acosta y SADEM. ¡Salud, Pastis!
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