Es un conjunto sólido de muchachos grandes con experiencia y fluidez. La Mississippi fue la única en tocar esa noche pero dejaron al público satisfecho con casi dos horas y media de música mezcla blues, rock, balada y un toque progresivo. La banda estaba compuesta por su voz reconocida, Ricardo Tapia, que se fusionaba con el manejo de otros instrumentos, como la guitarra eléctrica con slide, guitarra acústica y armónica; un tecladista con la remera de Deep Purple, reflejaba su virtuosismo y sonidos de los 70’s; la segunda guitarra expresaba solos más complejos y fuerte presencia; un bajo con un sonido bien grave destacado y envolvente; mas una batería firme y delicada.
Comenzando con un tema lento, volumen bajo pero de muy buena calidad, fue subiendo la intensidad a lo largo del tiempo, con buen juego de luces móviles y varios colores, dejando la sensación de que no es una simple banda que hace sonar blues; logran hacer buenos enganches entre tema y tema, explicar las historias de sus letras y reconocer la importancia de sus influencias. Por eso en este show presentaron muchos temas de su último disco de covers “Inoxidables”, y lograron terminar con la gente de pie, agitándose y bailando.
Entre su repertorio de temas, La Mississippi tocó algunos de su autoría, que Ricardo los fue presentando con emoción y buena disposición ante el público, como por ejemplo, “Valentín Alsina”, una historia mística; “Piso de madera”, para sentir el interior de uno y olvidarnos del exterior. “La danza de la lluvia” una canción para la juventud; “Gente mala” un tema hecho para que no olvidemos el pasado.
[su_heading]Covers y homenajes al por mayor en la noche de Floresta[/su_heading]
Sumado a esos temas, alternado se pudo apreciar el bloque de clásicos del rock nacional, donde Tapia hacia mini introducciones, recordando algo de sus maestros, como “Ritmo y blues con armónicas” de Vox Dei, “Blues del estibador” en homenaje a Adrián Otero de Memphis La Blusera, “No tan distintos” de Sumo, recordando a Luca Prodan, como un tipo divertido que le gustaba verlo en vivo; “Cementerio Club” del Flaco Spinetta, con un solo de guitarra infinito; “Masacre en el puticlub” de la banda con la que ensayaban juntos, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota; “Post Crucifixión” de Pescado Rabioso, reconociéndolo como uno de los mejores temas del rock argento; cerrando con “Gato de la calle negra” de Pappo’s Blues. También honraron a León Gieco y reconocieron a Almafuerte tocando la canción “Ermitaño”, grabada con ellos.
Entre tantas menciones, no dejaron atrás al Cine Teatro Gran Rivadavia, un lindo lugar situado en el barrio de Floresta, con una buena calidad de graves y presencia del sonido sin aturdir al espectador. Fue inaugurado el 12 de mayo de 1949 y se generó como uno de los lugares de intercambio social del barrio. En 2011 fue declarado Sitio de Interés Cultural por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. El 6 de octubre de 2015 el Teatro Gran Rivadavia firmó, junto con el INCAA (Instituto de Cine y Artes Audiovisuales), el convenio para convertir ese lugar también en sala de cine, como Espacio INCAA, logrando así devolverle su cualidad original de Cine-Teatro. El teatro brinda todo tipo de espectáculos, desde shows infantiles, shows de música nacional e internacional y obras de teatro, como así también eventos de carácter privado.
La Mississippi es una de las bandas más antiguas y prestigiosas del rock argentino. Tanto a nivel musical como en poder de convocatoria, la banda se encuentra en su mejor momento profesional y creativo. Han tocado a lo largo de todo el territorio argentino y en países limítrofes como Paraguay, Uruguay y Brasil, así como también en España y Colombia, participando en Festivales nacionales e internacionales. Entre sus actuaciones más destacadas podemos nombrar sus recitales en el Estadio Obras Sanitarias, en los teatros Opera, Astros y Broadway de Buenos Aires.
La Mississippi lanzó al mercado “Inoxidables” en mayo 2015. Se siente en este disco como se dejaron llevar por lo emocional e hicieron sus propias versiones. Es un ejercicio de memoria llevado a la música, y una forma de acercar estas piezas al público y a los artistas de hoy.
Después de 50 años de Rock Argentino y con esta velada, queda un buen mensaje en nuestras mentes: se ha luchado en momentos oscuros donde muchos mataban gente sin motivo, reventando al país, pero otros hacían Rock and Roll, tratando de ser libres.
Danilo Bocchetto
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