La caravana berisera arrancó temprano en el predio que rodea al Metropolitano de la ciudad de Rosario, un espacio verde grande que invita a los pibes a hacer previas escuchando a su banda hasta que se abren las puertas del lugar. Ya cerca del horario anunciado Desmontaje, la banda rosarina encargada del soporte, hace su pasada por el escenario invitando a entrar a quienes quieren disfrutar un poco de música en vivo local antes de la figura principal.
Tras una larga cola de ingreso el salón está repleto, el público está listo, esta noche suena un rock and roll. Cinco minutos antes de las veintidós se apagan las luces y la banda aparece en el escenario y es recibida con euforia, Rolo sobrio de negro y con gorra negra como acostumbra invita al público a hacer palmas, la apertura estuvo a cargo de “Legui”.
A mitad de “Mañana” se escuchan las primeras palabras: “Buenas noches Rosario”, y Sartorio se calza la guitarra para darle lugar al primer momento emotivo de la noche con “Miradas”, canción dedicada a Callejeros, banda que ha sido claramente una influencia en La Beriso, al final de la canción el público corea enérgicamente: “Inocentes, inocentes”. Acústica para “Otra noche más” y al finalizar Rolo dice que siempre es una alegría volver a Rosario.
Para un público muy heterogéneo, pero no por eso menos efusivo, la noche recién empezó, la lista continuaba y llegó “Venenosa” para dar lugar a los conocidos meneos del cantante. “¿La están pasando bien Rosario?”, pregunta Rolo, algo que se podía responder mirando a la gente disfrutar, del más chico al más grande. Una banda que es capaz de reunir a personas de distintas edades y hacerlos sentir lo mismo.
Más tarde, Sartorio anuncia que va a tocar un tema que hace mucho que no tocan (porque según él, es preferible escucharlo en el disco antes que en vivo). Entonces suena “Enloquecer”, tras un buen recibimiento al final dice: “No sabía que les gustaba tanto, la voy a empezar a poner, exclusiva para Rosario”. “Esta ciudad me trae demasiados recuerdos, venimos poco, pero fueron quienes nos abrieron por primera vez las puertas”, y el público rosarino abraza a la banda con un fuerte aplauso.
El siguiente momento emotivo de la noche vino con “Como olvidarme”. Últimamente se ha dado a conocer la historia detrás de varias letras de La Beriso, esta es una de ellas, donde Rolo habla sobre uno de los momentos más dolorosos que ha tenido que atravesar: la muerte de una de sus hermanas (Sus hermanas Mariana y Marcela murieron de cáncer en 2004 y 2007 respectivamente). Antes de terminar el cantante no puede evitar hablar sobre el dolor, la muerte y la dedicación de sus shows a sus hermanas fallecidas e invita al público a: “Disfrutar este estribillo y saltarlo para hacerle un homenaje a quienes nos miran desde el cielo y decirles: estamos con ustedes”.
La multitud entona el reconocido cántico “La mejor banda de rocanrol es…”, lo que el cantante agradece y dice que sabe que no son la mejor banda, pero que lo importante es saber respetar, que cuando la gente deje de criticar y sepan que la música es una sola van a valorar a los músicos.
Un recital en Rosario implica para muchas bandas la posibilidad de poder invitar a un reconocido músico y compositor local con capacidades diferentes. Pancho Chévez, quien se ha ganado el cariño de más de un artista. Panchito, ya canchero con los escenarios, pide que le ajusten el sonido antes de empezar a tocar y Rolo le dice “Ah, sos toda una estrella” y si, sin dudas lo es. Pancho tiene un compañero que es incondicional, como él dice, “sus brazos y sus piernas”. Este amigo es Beto, a quien le dedicó una canción que el público berisero disfrutó y se emocionó.
Una vez más Rolo se muestra agradecido con la ciudad. Nostálgico, recuerda la primera vez que vinieron a tocar en un bar llamado “García” (un bar rockero donde tocan bandas chicas pero que ha sido cuna de recibimiento de grandes bandas). El rock tiene algo que quizás otros géneros no, el rock implica un compromiso social, cuestiona el sistema y sueña con mundos ideales, se compromete con causas y La Beriso no es la excepción. “Ella” fue un corte musical lanzado en medio de la campaña “Ni una menos” que sonó también en la noche del Metropolitano.
El final se venía acercando, un público extasiado que había saltado, gritado y se había emocionado hasta las lágrimas, ahora en “Tan Sola” iba a tener a su ídolo en medio de ellos, sí el cantante se bajó del escenario para sumarse al público volviendo la noche inolvidable para los rosarinos.
Tras el paso de “No me olvides”, cantada hasta en el último rincón del salón, la elegida para el cierre fue “Traicionero” que hizo que Rosario despida calurosamente a la banda que recibió hace años y que desde entonces no ha hecho más que crecer a pasos agigantados.
Fotos de Verónica Séfora Fotografía
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