La fria noche del Viernes fue la cita para que I go back to black, el tributo a la recordada Amy Winehouse hiciera su primer presentación en el país. Groove fue el escenario donde Marilia Camposs y la banda liderada por Robin Banerjee, el guitarrista que acompañó a Amy en su carrera, comenzaron a transitar durante un poco más de una hora un homenaje respetuoso a la gran cantante.
El lugar presentaba un lleno total y una energía muy particular, la que era producto de las ganas de disfrutar las canciones de una artista que todos los que estaban allí admiran, y de esa música mezcla de estilos que la banda regalaba.
El puntapié inicial fue con “In my bed”, que ponía por primera vez a Marilia, la brasileña encargada de ser la voz de este tributo, frente al publico. Camposs fue recibida bien al instante, y con el correr de los temas se fue soltando más. Cabe destacar que la voz de Amy está muy bien representada por ella, y aunque el timbre de Winehouse es único, la cantante sudamericana hace un gran trabajo llevando adelante el concierto. La segunda canción de la noche fue “Back to Black”, quizás una de las canciones más identificables con Amy, y que no por nada le da el nombre a esta banda homenaje. La gente se encendió al reconocer la canción, y tímidamente empezó a entonar algunas frases.
Luego de ese primer hit, en las pantallas del fondo del escenario empezó la reproducción de un vídeo con imágenes de la inglesa cuando recién comenzaba, hablando sobre su vida y su música. Ese momento que la gente fue coronado con un sentido aplauso y Amy, de alguna forma, estaba en Groove. Seguido a ese momento vinieron 3 de los temas más renombradas, “You know I’m no good”, “Rehab” y “The Sun Goes Down”, todos recibidos con alegría por la gente, que disfrutaba de esas canciones que tantas veces habrán sido la banda de sonido en sus vidas.
Luego llegó la presentación de la banda, que contaba con 2 guitarristas, uno de ellos Banerjee, dos coristas que estuvieron siempre en sintonía con la energía, y a los que era un show aparte verlos bailar mientras entonaban los coros, un trompetista, baterista, y tecladista. Todos presentados uno por uno por la carioca, quien fue la última vitoreada en esa especie de interludio a los 40 minutos del show.
A continuación, Camposs contó como fue que llegó a ser la voz de Amy en este tributo, relató que conoció a Banerjee 4 años atrás, y que estaba muy agradecida y feliz de ser parte de la banda, con alguien como Robin, a quien admira. Luego de eso se dio el momento cumbre de la noche, llegó el momento de que sonara “Valerie”, la canción que hizo que se escuchara bien fuerte el estribillo, y el clima lograra un tinte que hasta el momento no había alcanzado. Una canción querida por todos, y esa que por lo bajo se pedía cada vez que un nuevo tema comenzaba. Así de celebrada fue al ser oída, y Camposs se encargó de que la gente cantara bien fuerte cada fin de estribillo, porque notó lo que despertó ese clásico de Amy en las personas que acompañaban el momento.
Fueron varias las veces que la voz de este tributo pidió que el público saludara a Banerjee, el único integrante de la banda que fuera parte de la vida de Amy, y esa cuota de humildad logró que el público generara una empatía especial hacia ella. Además de que haciendo gala de su sangre latina, y mayormente brasilera, tuvo contacto fluido con ellos durante todo el show pidiendo que canten, agradeciendo el apoyo y hasta manteniendo conversaciones con gente que desde abajo le hacía gestos o le hablaba, y ella lo intentaba descifrar.
Tal es así, que en uno de los momentos de relax, Marilia invitó al escenario a una fanática que sobresalía dentro del montón, y esa invitación terminó siendo para tres chicas que se subieron al escenario a cantar y hacer coros con la banda. Todo esto dentro del humor que logró transmitir, ya que al momento de ver que canción hacían, cuando la chica, que estaba ya al lado de la voz principal del show, dijo no conocer el tema que venía, que era “Our day will come”, se ganó el abucheo del público.
Pero todo se dio en el contexto del clima festivo que regaba el lugar. Por eso, finalmente la chica que subió a cantar terminó bailando al lado de Marilia casi que haciendo su propio show, y las otras dos que subieron, fueron guiadas por los coristas y lograron no desentonar. Un momento particular que fue recibido bien por la gente.También fueron parte del show “Cupid” y “Me and Mr Jones” que le dieron un tono más calmo a ese momento del espectáculo, todos temas muy conocidos por los espectadores, cabe destacar. Amy Winehouse alcanzó una popularidad muy notoria durante su carrera, que nos hace pensar hasta donde hubiera llegado con más años de trayectoria. Ese cariño intacto de sus seguidores, que permitió que la noche valiera la pena sólo por la oportunidad de volver a traer a esa artista por un ratito a Groove.
Casi sin esperarlo llegó el momento en que la banda advierte que está por terminar el concierto, y como es costumbre, comienzan los gestos en negación, a los que Marilia respondió diciendo que harían un tema más. Y preguntando si luego de ese la dejarían hacer uno de su autoría, recordemos que Camposs además de ser parte de este tributo, tiene una carrera solista en la bossa brasilera. El público acepta el pedido, y comienza el ante último tema de Amy: “This is the end”, mientras la gente baila al son de ese ritmo casi reggae que regala, la alegría era el común denominador del lugar. Luego llegó el turno de “Cuando estés acá” el nombre traducido, que contó, llevaba su canción. La banda acompañó de gran manera, como lo hizo durante toda la noche con la música de Amy, y la gente disfrutó del sonido de Bossa Nova en la noche porteña.
Luego la cantante agradeció, y ante el pedido por parte de los presentes para que hablara Banerjee, pasó el micrófono al hombre que acompaña a este tributo por amor a Amy: “Hola, es un placer estar en Argentina, because asado”, dijo mezclando los dialectos y ganándose las risas y aplausos del publico. “Thank you. Recuerdo a amy, éramos como hermanos. Era una genial artista”, completó en inglés, pero haciéndose entender por todos. Luego del afecto que le llegó desde todos los sectores, culminó su momento pidiendo aplausos para la banda.
El show ya estaba finalizando, pero Marilia colaboraba para que no sucediera aún, y otro tema comenzó a sonar: el clásico “Garota de Ipanema”, vistió de fiesta al lugar, y se podían ver grupitos de gente danzando, como lo hizo la propia cantante desde el escenario. Finalmente la ultima canción fue “Monkey man”, que con su sonido y con la certeza de saber de que era el final, provocó que la gente comience a saltar y bailar con la música, arengada por la banda, como sucedió a lo largo de toda la presentación, y todo esto logró un gran cierre para la especial noche.
Antes de despedirse, Marilia Camposs agradeció nuevamente a los presentes, se sintió realmente cómoda y aceptada y eso se notó, por eso en el saludo de la gente a la banda repitió que el aplauso era para ellos. Y así el lugar fue participe de un ida y vuelta de gratitudes de ambos lados. De esta forma se cerró el tributo y la banda se fue del escenario. Pero como debe ser, el moño definitivo lo regaló un vídeo de Amy a modo de despedida, que logró que el lugar estallara en afecto y reconocimiento hacia ese ser que hoy no estaba, pero que los había reunido en esa noche, y al que habían disfrutado tanto recordando. Porque ella estuvo ahí, y la música, con su magia, nunca va a dejar que se muera. Al menos no será así para las 1500 personas que coparon Groove buscando recordarla.
Fotos de Sofi Vara para Rock And Ball
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