En la cuadra de Niceto Vega al 5500 la escena musical se alza y se manifiesta con notoriedad. Dos locales de renombre que las bandas gustan tocan y algunos barcitos que dan espacio algún jazz para amenizar la espera de los shows. En la puerta de Niceto Club, la gente esperaba entre charlas, amigos, amigas e ingresaban con total tranquilidad.
El público aglutinaba muchachas que enloquecían con esas canciones de fogón de Iván y al lado estaba aquel que se alteraba cuando sonaban las canciones de Los Caballeros de la Quema. Una mixtura variada entre diferentes edades y generaciones.
La música funcional de fondo empezó a bajar de volumen hasta quedar completamente nula, y allí fue cuando los personajes se hicieron presentes en escena. Entre gritos despegó la lista con “Demasiado poco amable”, a medio tiempo y con una melodía de guitarra amigable. Sin dejar espacio para saludos en ese mismo tiempo siguió con “Bendito Infierno” para encender la mecha definitivamente con “Todos atrás y dios de 9” de Los Caballeros.
Con la gente embebida ahora en la euforia, con el show en marcha y caldeado siguió con “La Propina” y “Perdido por perdido”, temas que la gente acompañó coreando verso a verso a la par de la voz.
Entrando en diálogo constantemente con la gente, entre chistes, comentarios y anécdotas anticipa una vieja canción de 1995, mientras reta a ver quién había nacido de los presentes por aquellos años. La gente corea el riff de la guitarra inicial, se baila sobre un falso reggae y suena “4 de copas”. “Como el cangrejo” sigue en la lista manteniendo el agite entre la gente, para desembocar en “Seguir”.
Bromea en un bache entre canciones y abre un diálogo con alguno cercano al escenario diciendo “¿Qué? ¿Vos querés que toquemos un reggaetón”, risas y tocan unos compases del ritmo solicitado, siguen las risas y disparan una tarantela para que la gente agite el ritmo italiano en toda la sala.
Tras ese lindo momento de distensión, para aflojar quizás de una lista de temas establecida siguen con “De Wilde a la cima” y “Mala Sangre”, tema compuesto por Benjamín López Barrios, guitarrista de la banda.
Motivando constantemente al público agita preguntando si quieren un poco más de ritmo y dejan soltar la intro de “Rómulo y remo”, tema del disco Fulanos de Nadie (2000) de la ex banda de Iván, siguen ahora sin frenar con el repertorio de su carrera solista y hacen “Waterloo”
Volviendo a años anteriores, suena “Hasta Estallar”, y cuenta que es una de sus canciones preferidas, además de que en su momento invitaron a León Gieco a cantarla con su ex banda, sin pensar que este aceptara quizás, finalmente lo hizo y se dieron el lujo de compartirla con el legendario cantante del folk rock Argentino.
En ese diálogo constantemente abierto frente al micrófono suelta unas palabras reflexivas sobre la historicidad del rock argentino y sus cambios. Desde su costado, desde su participación, desde adentro de una época clave para la música nacional: la última década del siglo pasado.
Dijo entonces “en los 90’ iba a ver a Las Pelotas, Divididos y otras bellas bandas de rock… una época linda, pero boba. Por suerte el tiempo pasó, la gente cambió y entendió que para la música no hay dos arcos, que es un lugar para compartir canciones”.
En ese momento invita al escenario Leo García, referente del pop, de ese género “blando” que tontamente los rockeros de los noventa criticaban y aún algunos siguen atacando. Ahí está la referencia de lo que decía sobre los dos arcos de fútbol.
Comenta entonces que Leo le mandó un audio con una canción suya, bromeando que la cantó mucho mejor que él, amenazan con tocarla y por sorpresa hacen “Prófugos”, de Soda Stereo. Remitiendo con ese tema nuevamente a sus palabras de que la música es un lugar para compartir canciones más allá de las diferencias estilistas.
Pegado, y sin que el invitado abandone el escenario, ahora sí hacen aquel tema que García supo versionarlo: “sapo de otro pozo”. Despedido entre aplausos, disparan la intro del tema “Chico de los mandados”, para ya recibir al próximo invitado de la noche.
Santi Aysine, de Salta la Banca, se hizo presente en el escenario para interpretar el tema de los Caballeros “Jueves cobarde”. Dos generaciones del rock argentino, dos voces de bandas de diferentes épocas y momentos allí juntas. Con notorias diferencias de timbres en sus cuerdas vocales interpretan el tema alternándose las estrofas para en los estribillos hacerlo a la par. Con una especie interludio con aire a zapada meten suspenso para continuar cantando otro tema juntos.
Suena entonces “Todavía una canción de amor”, letra escrita por Joaquín Sabina y que supo musicalizar Andrés Calamaro. Llegando ya al final del show siguen con “No cuentes conmigo” y “Donde gustes y cuando quieras” , mientras aprovecha para ir presentando a cada uno de los integrantes de la banda. Acto que buchonea el final del show que esta por venir. Para irse a un breve receso, con la gente queda latiendo fuerte y hacen “Un minuto antes de dejar de quererte”, bastante agitada por el público.
Regresan entonces al escenario para darle el cierre definitivo a la noche con “Olivia”. Un tema que pertenece a su repertorio solista desde hace ya algunos años y que la gente lo cantó con bastante energía. Alejándose de ese perfil de su carrera, remite a temas de Los Caballeros de la Quema para cerrar bien caliente el show en Niceto. Suena entonces “Avanti morocha” y pegado “Oxidado”. Dejando la manija caballera zaceada y con la puerta abierta cargada de ganas para un próximo posible show con “gente de pie, sin butacas”.
Fotos de Cinthia Anabella
[su_custom_gallery source=”media: 138639,138640,138641,138642″ limit=”75″ link=”lightbox” width=”180″ height=”150″ title=”never”]sscs[/su_custom_gallery]
Comentarios