En Vivo

El Fuego Ritual piojoso sigue encendido

A siete años de aquel River lleno de lágrimas, la pasión piojosa sigue viva de la mano de Fuego Ritual. El último sábado en Groove se vivió una fiesta que tuvo mucho de los condimentos de aquellos calientes shows piojosos. Trapos, cantos y remeras siguen contando la historia de una de las bandas más grandes del rock nacional.

“Si no existe la memoria, todo lo nuestro es suicida”, pregonaba Andres Ciro en la letra de “Quemado” del disco Azúl, sin saber que varios años después un grupo de pibes harían que la obra piojosa no muera en el olvido tras la dolorosa separación de la banda. Los temas y los discos se pueden escuchar, pero la energía de los shows no se pueden volver a sentir sin una banda en vivo. Las canciones quedan ahí flotando alrededor de la figura de un artista, las bandas terminan siendo el medio para que ellas se hagan sentir. De eso se encarga Fuego Ritual, nacida en esa pasión. Con ese nombre más que justo para explicar la metáfora de lo caliente que eran esos shows piojosos cargados de carnaval.

Eran las 23:30 y todavía no habían abierto las puertas del lugar. Afuera llovía, hacía frío y en la plazoleta de enfrente amontonados estaban los piojosos para darse calor y cubrirse del agua. Cantaban temas de Los piojos y compartían algunos alcoholes. Se asomaban viejos trapos, remeras gastadas y chalinas. La imagen parecía la previa de aquellos estadios de Boca, Vélez, River en los que la gente calentaba gargantas y se preparaban para la fiesta ritual de la banda oriunda de Ciudad Jardín, Palomar. El fuego sigue encendido.

La fiesta arrancó de la mano de Sordos, dando una pasada de rock con muchos colores y texturas que denotan también la influencia piojosa. Mientras seguía entrando la gente faltante y los rezagados de la madrugada, sonaban por los parlantes temas de La Renga, Las Pelotas, Callejeros. A cada tema el estímulo era festejar y cantarle al rock nacional. La fiesta era más que meramente piojosa. Se celebraba el rock argentino de esas bandas que surgieron en la década del 90 y que cargan con su propia mística. Bajo ese clima fue el turno de El Visir y los del Averno sobre el escenario, dejando su sonido ricotero con algún cover de los redondos también. Quedó así el clima caldeado para que en minutos, siendo ya las 3 de la madrugada, Fuego Ritual salga a encender el carnaval piojoso con una lista de 30 temas de veneración y tributo a una pasión que aún palpita.

Cuando el escenario queda en oscuridad y se empiezan a ver las siluetas de los músicos acomodándose en sus lugares una armónica dispara la conocida introducción del himno que Ciro interpretó innumerable cantidad de veces.  Era inevitable entonces el coreo de la gente a la par de esas notas y por contigüidad hacen “Maradó”. El rockero tema dedicado al astro del fútbol. Sin dejar espacios la armónica de Tavo Coronel hace sonar y encender la euforia con “Pistolas”. Pegado tocan “Esquina Libertad” y “Es sentir”.  Un enérgico arranque para este ritual en Groove, aunque enseguida bajan decibeles con “Todo Pasa”. Algunas chicas comienzan a alzarse sobre los hombros de los muchachos arengando el tema como si el propio Ciro estuviera allí en el escenario. Pero fue sólo un amague de tranquilidad, seguido hacen “Fumigator”, “El Balneario de los doctores crotos”, cuando algunos globos y papelitos vuelan por las cabezas de la gente. El show viene caliente desde el arranque tras esta enérgica seguidilla de temas, con viejos clásicos que conmueven el corazón piojoso. Pero la lista sigue avanzando y abren paso para que “Quemado” y “Luz de Marfil” llenen de melancolía el lugar con la profundidad de sus letras. El carnaval queda por ahora a un costado para terminar desgarrando gargantas con “Morella” y abandonar por unos breves minutos el escenario.

El intervalo parece recordar las salidas sorpresivas que acostumbraban a hacer Los Piojos dejando el escenario vacío en el momento más caliente del show. Dejan latiendo la masa de piojos amontonados, para salir detonando algún rock. Eso fue lo que hicieron y desde la quietud del escenario motivan al pogo inmediatamente al grito de “uoo bamba uoo bamba uoo” de “El Farolito”. Banderas en alto con algún piojo dibujado y algunas lluvias dispersas de cervezas que eran arrojadas al aire. El carnaval vuelve a estar presente. Pegado hacen el amigable rock de “Ruleta” y el oscuro “Motumbo” del disco Máquina de Sangre (2003). Empiezan a aparecer así algunos temas no tan viejos, pero que ya se convirtieron en clásicos. Entre ellos “Labios de Seda”, “Bicho de ciudad” y “Fantasma”.

El calor y la transpiración hacen que algunos salgan del centro para acercarse a la puerta de entrada a respirar un poco de aire. Se empieza a sentir el tramo final del show y una catarata de clásicos se avecina. “Taxi voy” hace su elegante pasada para ser embestido por “El Rey del Blues” con su poderoso set de vientos. “Desde Lejos no se ve” sigue dando manija a la térmica hasta que caen en “Muy Despacito”. Nuevamente las chicas a los hombros y siguen escapando algunos a tomar aire o alguna bebida para refrescar. Parecen no aguantar mucho con este tipo de temas y enseguida meten fiesta con “Genius” y el ya casi legendario “Los Mocosos” del primer disco de estudio de Los Piojos, Chac tu Chac (1992).

Los muchachos encargados de que la magia piojosa siga viva en un show en vivo vuelven a abandonar el escenario, pero por unos escasos minutos. La última patada de show arranca con el rabioso “Llevatelo” y seguido por el adrenalínico “Arco” del disco AY AY AY (1994). “Chac tu Chac” sale de la lista como una fiera enjaulada que hace cantar a todos con fuerza el estribillo. La madrugada estaba profunda y el cansancio se hacía sentir, pero “Pacífico” viene hacer todo lo contrario a lo que su nombre pregona. La euforia se desata con mucha melancolía en ese estribillo que canta “voy a llevarte en mi, ahora se muy bien, que me llevarás hasta donde estés”. Eso mismo se vivió durante toda la noche en Groove, los piojosos trajeron hasta acá ese sentimiento para hacerlo vivo otra vez. Esa pasión no esta muerta, y Fuego Ritual sigue celebrando las canciones de la banda. Llega el final, llega la hora de irse a casa y “Muevelo” desata el último baile de carnaval de la noche en Palermo.

Piojoso, cuervo y un 9 con llegada al bar. Escribo sobre música, escucho y leo sobre ella. Saxo y armónica, mis defensas musicales. Navegante errante de comunicación en la UBA. Messi es amor.