De menor a mayor. La noche de Palermo comenzó con los pequeños EscaLopez que tuvieron en su set al cantante de El Bordo poniendo su voz en “El día no me avisó”. El cuarteto de adolescentes supo entretener al primer grupo de personas que entraron a Groove. El escenario había quedado en buena sintonía para el debut de Salva, con la figura de Salvador Tiranti, ex cantante de La Covacha, a la cabeza. El quinteto hizo una lista de 10 canciones, entre las que estuvieron los dos adelantos “Musiqueras” y “Caminito Negro”. La expectativa por el nuevo grupo no falló porque estuvieron a la altura del lugar y la cantidad de espectadores que esperaban por la banda principal de la noche. “Para los que cantan que vamos a volver, les decimos que nunca nos fuimos”, explicó el cantante antes de despedirse con “El ojo blindado” de Sumo que calentó las gargantas de los presentes.
Luces rojas se posaron sobre el escenario mientras la música de fondo disminuía su fuerza. El logo de la banda se fijó a la pantalla. El calor aumentaba por la sola ansiedad de ver salir a los cinco músicos. Los minutos que pasaron hasta que salieron a escena tornaron la situación de emoción al escuchar la batería de Migue Soifer abrir el juego con “Corazones Olvidados”, uno de los adelantos del próximo disco. La puntualidad del show hizo que se armen filas de personas que se disparaban hacia el frente, cercanos al stage, desde cada lado de Groove que todavía se encontraban cerca de la entrada. La energía no cesó porque llegó “Huellas”, con la primera participación de Leandro “Cuervo” Kohon en la armónica incluida.
Era fácil percibir la conexión inmediata entre El Bordo y el público. Ale Kurz le prestó el micrófono a sus seguidores en “Siempre original”, una canción inédita interpretada desde el 2011 y no se alejó del armado de las listas desde aquel momento. Los vientos aparecieron con una carga de protagonismo al llegar con “Guerreros del viento”, una pieza clave del álbum Yacanto. “Hoy te vinimos a alentar, la banda siempre va a estar”, empezaba a retumbar en las paredes de Groove, una segunda casa para el grupo porteño, antes de hacer “Existir”. La primera media hora del show se cerró con “Dejar caer el sol” y “Con el cuerpo a la mitad”, que resultó la parte más contundente del show.
“A esta le íbamos a poner “rock barrial las pelotas” pero le pusimos Jazz Barrial”, explicó Ale Kurz antes del clásico tan celebrado por los bordolinos. En la etapa más festiva de la lista cayó “El grito” que dejó en claro que en El Bordo “no existen raza, ni bolsillos con menos o más”. Apareció un actor en escena que no se esperaba: el “Mono” de Kapanga, quien los mencionó como “mi banda de suerte”, se metió al escenario para cantar “Silbando una ilusión”. El track de En La Vereda de Enfrente no estaba en la lista y fue una ocasión amena para que se visualicen los trapos que agitaban en el campo de Groove. “Siento” volvió al repertorio en un show donde no faltó ninguna de las “conocidas”, que fueron el eje en las dos horas de presentación.
Hubo un espacio para reflexionar con la seguidilla de “Tesoro”, “¿A dónde vas?” e “Instinto”, que promediaban la mitad de un show marcado por la poca importa importancia que se le dio, desde el publico y de la banda, al calor que golpeaba a la Ciudad de Buenos Aires. Las luces al empezar y en muchos temas, las visuales de dos tonos, pasando por la remera de Diego Kurz, quien cumplió años minutos después del recital, hasta el gigantesco trapo que se desplegó en “La Banda”, un clásico de los shows en Groove. El factor común fue el rojo, un color muy usado en el primer recital del año bordolino. Luego de una intro de viola hecha por Ale Kurz que amagó con empezar “Heartbreaker” de Led Zeppelin, para la ilusión de los rockeros de vieja cepa, fue el momento de “En la vereda”.
“Los Perdidos”, como se acostumbra hacer, fue la indicada para la presentación de toda la banda con el cierre: “Nosotros somos El Bordo y esta canción es de ustedes”, lo que dio el pie al publico a continuar cantando el track del primer disco. Pasó “El silencio del caos infernal” y hubo un pequeño receso en que los músicos pudieron cambiarse de ropa. La segunda apertura del show tuvo a otro adelanto: “Deporte Nacional”, con los vientos abriendo el tema para el comienzo tranquilo que siguió en la misma sintonía con “Cansado de ser”. El final fue marcado por las dos que se impusieron en los últimos shows como despedida: “Soñando despierto” y “El regreso”, con el salto al público del cantante incluido mientras el resto del grupo improvisaba el cierre de la noche en Groove.
Fotos de Florencia Mascheroni.
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