El contexto social y económico que atraviesa Argentina le agregó significados a los shows de Científicos del Palo. Se lo puede tomar como un escape de casi dos horas para cantar, saltar y, sobre todo, descargarse de la turbulenta coyuntura. Los marplatenses dejan plantadas en la lista algunas de las que sirven como disparadores de brazos en alto y gargantas al borde de estallar. El ejemplo perfecto llegó con “Somos el Enemigo”, que sonó a estallido y no fue necesario una voz en el micrófono para que retumben las paredes del recinto cuando los espectadores tomaron la bandera de los coros. Para redondear lo interesante de la propuesta, la banda se muestra en una gran versión con Justicialista (Vol. 1) como reciente y principal atracción.
No deja de sorprender que se cante “La Marcha Peronista” abajo del escenario después de una correcta combinación de “La Jefa Espiritual” y “Cristo o Perón!” en Uniclub. También es cierto que a los músicos no les parece movilizar mucho, o al menos no se expresan con respecto a esos momentos. En cambio, Pepo San Martín dijo con una sonrisa en el rostro: “Es increíble que haya humanos en sus habitaciones tocando canciones nuestras”, luego de que Lucía Hojman de Ñoqui haya tocado la guitarra en “No hay capitán, no hay marino”. El vocalista bromeó con su incomodidad de cantar sin su viola colgada, lo mismo que sucedió cuando se sumaron Sebastián Lans, guitarrista, y Tomás Sainz, baterista, de Huevo para hacer “Revolución de Mayo”.
Los Miniaturas De Un Pavote dejaron el escenario caliente para los marplatenses. La despedida del 2018 se dio en el marco de la presentación de Uniformes Rojos, Uniformes Negros, su primer disco lanzado en marzo. Los nueve temas que armaron el set entretuvieron a los curiosos y a su numeroso público que los acompañó en las primeras horas de la velada. El objetivo del año que viene será registrar en el estudio nuevas canciones para un futuro CD.
La lejanía de la gira presentación del último álbum le permitió a Científicos del Palo hacer un equitativo recorrido de su biografía. La primera parte fue de Justicialista (Vol. 1), que tuvo a “Mar del Plátano” y “Marplatense” como apertura de espectáculo. Segundos antes, Pepo había aparecido en el escenario con su guitarra para hacer un extracto de “Mirá”, parte de su primer disco solista titulado Ministerio del Interior. “Alá” y “Seré Pescado” también formaron parte de la lista de temas.
“¡Vamos que se pudre!”, gritó Carlos “Popete” Andere sin necesidad de acercarse al micrófono con su puño en alto cuando aparecía “El cura, el militar y el dueño de las vacas”. Era necesario detener la mirada en el bajista y su lluvia de expresiones a la hora de interpretar las canciones, un show aparte en Uniclub del músico más ovacionado de la noche. Claro que Sebastián Quintanilla, baterista, y Pepo San Martín tuvieron sus momentos de reconocimiento en el ida y vuelta constante y descontracturado que tienen con el público.
El 2019 pinta agitado para Científicos del Palo con fechas en Miramar y Mar del Plata durante enero, Cosquín Rock en febrero y la apertura del año en Capital Federal en La Trastienda, como afirmó el cantante durante la presentación, pero aún sin fecha confirmada. La recta final tuvo una seguidilla de EMMA (El Maravilloso Mundo Animal) con una versión con aires tangueros de “Viví ahora o callá para siempre” que aplacó la locura que se respiraba en Uniclub. “Mantenerse en el camino” enlazada con “Tratar es Tratar” amenazaba con una despedida que finalmente llegó con el pogo y los alaridos generados por “Ceilán”. El trio cerró el año con la compañía de sus seguidores, con la conexión genuina expresada a través de insultos casi afectuosos, a 400km de sus hogares.
Fotos de Sofi Vara.
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