El sábado llevaba apenas 75 minutos. La música en Makena seguía sonando mientras los instrumentos ya estaban listos para la coronación de la noche de rock. Las mesas ya estaban colmadas y los presentes que llegaban sobre la hora, se acomodaban en los costados del lugar. Pero lo que sonaba de fondo se cortó y aparecieron los músicos: Tai en el bajo, Julen Arruabarrena en guitarra, Sergio Vall en batería, Agustín Blesa en guitarra y Daniel Osvaldo en la voz. Barrio Viejo.
Sonaban los primeros acordes de “La 13/14” mientras ya se podía observar a una banda bien plantada y con estilo de sobra. Menos el baterista, todos de sombrero y, por ejemplo, Osvaldo salió a escena con un vaso en su mano para descontracturar un show que tuvo al blues como protagonista. El prejuicio de una figura estelar del ex futbolista quedó opacada en los primeros instantes de la presentación. Una muestra clara fueron los momentos en que el cantante se apartaba del escenario para darle el momento a la banda, como sucedió en el cierre instrumental de “Insatisfacción”.
Pasó “Desorden”, una de las que empezaron a ser coreadas en los recitales de Barrio Viejo, y en “Pomelo” se oyeron las influencias extranjeras en el sonido de la banda formada en Europa. Cerca de la primera media hora, una melodía oscura comenzó con “Nada especial” y así abrió una etapa que bajó las revoluciones del show. “La callejera” puso en movimiento nuevamente a Makena que estaba colmado de personas que no se resistían a bailar con los sonidos del grupo.
Daniel Osvaldo no salió del molde cuando la música se detiene. Emitió pocas palabras en forma de agradecimiento a su público o para pedir alguna bebida. Por momentos, daba la sensación que también era un oyente de su propia banda. Es que en cada canción hubo espacio para las guitarras de Julen Arruabarrena y Agustín Blesa tomen protagonismo y se apropien de un segmento de cada momento de la presentación, como sucedió con “Flores”. Sobre la recta final, “Pájaro azul” demostró porque es uno de los puntos más altos de la obra de Barrio Viejo con una clara respuesta positiva de los seguidores que recolectó en estos meses.
El primer y único cover de la noche fue “Walking the dog” de The Rolling Stones, donde se pudo ver al cantante con seguridad para cantar en inglés. “Somos Barrio Viejo, espero que la estén pasando bien”, fueron las últimas palabras pronunciadas antes del tema final. La canción pegadiza o un hit en el repertorio del grupo comenzó a aparecer con “Infumable” y se vio reflejado en Makena. Con un tímido saludo, los cinco músicos se despidieron del escenario con un aplauso cerrado de su público, señal de aprobación absoluta a la incipiente banda.
[su_custom_gallery source=”media: 139002,139003,139004,139005,139006,139007,139008,139009,139010,139011,139012,139013,139014″ limit=”75″ link=”lightbox” width=”180″ height=”150″ title=”never”]sscs[/su_custom_gallery]
Fotos de Cristian Sangermano.
Comentarios