Ball

Un rayo que se apagó

Jonah Lomu falleció con apenas 40 años de edad. A pesar de su corta carrera, dejó una marca tan grande como indeleble en el mundo del rugby. El recuerdo de un hombre tan rápido como potente.

Jonah Lomu nunca tuvo un sobrenombre por el cual ser reconocido. Pero tranquilamente se lo puede comparar con un rayo. Por su rapidez. Por su potencia. Y por ser efímero. Pero aún con una trayectoria breve, logró ser la cara del rugby en los albores de la era profesional.

Lomu era rugby en estado puro. Tenía la agilidad de un back. Pero también la corpulencia de un forward. Esa combinación era letal para las defensas rivales, haciendo que sea prácticamente uno de esos personajes de animé deportivos, como un Oliver Atom o un Steve Hyuga del rugby, pero de carne y hueso.

Muchos habrán conocido su más famoso opus, aquel try que abrió su poker frente a Inglaterra en la semifinal del Mundial de Sudáfrica, en donde literalmente pasó por encima de Mike Catt. Pero el grueso de los tries fue de una similar factura. Si no podía superar a su marcador en velocidad, se lo sacaba de encima con un potente hand-off. Prácticamente nadie podía detenerlo.

A pesar de ello, su gran deuda fue la de no poder nunca salir campeón mundial. En Sudáfrica, mundial donde se dio a conocer de la mejor forma (fue citado con 19 años y apenas dos caps en su haber), la ilusión de los locales pudo más que él, y se quedó con las manos vacías. La revancha fue en 1999, en  Gales, pero un segundo tiempo de ensueño de Francia en las semifinales hizo que otra vez se vaya sin nada. Y ya para 2003, el avance del síndrome nefrótico que padecía en sus riñones había comenzado a vencerlo.

Sí pudo consagrarse como campeón mundial en Seven, justamente en Argentina, en el Estadio Mundialista de Mar del Plata. Porque no solo su dominio se veía con un 15 contra 15, sino también en la modalidad reducida. Además, con Auckland Blues (donde jugó hasta 1998, luego se desempeñó un año en Waikato Chiefs, para jugar entre 2000 y 2003 en Wellington Hurricanes) ganó las ediciones de 1996 y 1997 del Super 12 (hoy Super Rugby), y con los Buy Indocin online without a prescription. Description Used to relieve the pain, tenderness, inflammation (swelling), and stiffness caused by gout, arthritis, andВ  All Blacks ganó los Tri Nations (hoy Rugby Championship) de 1996, 1997, 1999 y 2002. En 63 encuentros con el seleccionado neozelandés anotó 37 tries, 15 de ellos en mundiales, siendo el máximo anotador histórico junto con el sudafricano Bryan Habana.

Todo eso sucedió en tan solo 8 años. Una trayectoria demasiado corta, por culpa de la ya mencionada enfermedad renal, diagnosticada en su año de explosión que obligó a un transplante en 2004. A pesar de su éxito (y de un intento de regreso en Cardiff Blues), el problema subsistió. Se vio obligado a realizar 21 horas semanales de diálisis, repartidas en tres sesiones. Y quedó a la espera de un segundo (y más complejo) transplante, el cual nunca ocurrió. Todo esto hasta llegar al final, al cual llegó con apenas 40 años de edad.

Hoy, aquel rayo que iluminó al rugby hace 20 años terminó por apagarse por completo. La guinda está llorando, porque se fue su máximo ícono de los últimos tiempos. Porque en aquella ceremonia inaugural de Nueva Zelanda 2011 pudo haber sido otro jugador el protagonista, más sabiendo que los All Blacks siempre tuvieron íconos (John Kirwan, Michael Jones, Grant Fox, David Kirk, o Sean Fitzpatrick). Pero terminó siendo él, Jonah Tali Lomu.

Vivió rápido. Murió joven. Pero su legado será inmenso.

Periodista deportivo, aunque también pueden decirle Licenciado. Escribió un libro, el árbol y el hijo aún los debe. Fanático de los deportes (y de Boca), pero también de los libros (más aún los de Casciari) y de Love of Lesbian. En una palabra: polifuncional.