Después de la modificación de último momento que la AFA realizó en el reglamento de la temporada 2012/2013 y de las estrellas que sumaron River y San Lorenzo una vez concedidos sus títulos de 1936, fue el turno de Huracán, de Racing y de Boca Juniors de reclamar por sus respectivos campeonatos. Aunque en este caso el reclamo es por la unificación de sus campeonatos con aquellos previos a 1931, cuando el fútbol en Argentina todavía era amateur.
Los intrincados manejos de lo que hoy conocemos como la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), fundada definitivamente en 1934, datan ya de los orígenes del amateurismo. El primer campeonato oficial de la historia del fútbol local se jugó en el año 1891, cuando Saint Andrew’s se coronó primer campeón. El mismo fue organizado por la recién fundada Argentine Association Football League (AAFL). La actual AFA, sin embargo, no considera este torneo, ya que sólo reconoce como antecesora a la segunda AAFL, creada recién en 1893.
En pleno apogeo de Alumni, que en los primeros años del 1900 ganó nueve títulos seguidos antes de disolverse en 1911, la AAFL cambió de nombre para pasar a denominarse Argentine Football Asocciation (AFA). Fue recién en 1912 cuando se produjo la primera escisión en la casa matriz del fútbol argentino, tras dividirse en Asociación Argentina (AAF) y Federación Argentina (FAF), lo que permitió la inclusión de nuevos equipos, entre ellos Boca e Independiente. Tras unirse ambas instituciones en 1914, se produce una nueva división en 1919, al crearse la Asociación Amateurs.
Entre 1913 y 1925, Racing consiguió nueve títulos, seis de ellos consecutivos, los que le valieron la denominación de “La Academia” al equipo que incluyó entre sus filas a jugadores italianos y españoles y que por cuyo reconocimiento popular sería recordado por siempre en la posteridad. Por el lado de la Asociación Amateur la cuestión estuvo bastante dividida entre ambos conjuntos de Avellaneda, San Lorenzo, River y Estudiantes. Mientras que Boca, con cinco títulos y Huracán con tres, fueron los únicos campeones de la Asociación Argentina hasta la nueva unión de ambas en 1927. San Lorenzo, Boca y Huracán volvieron a levantar la Copa una vez más antes del profesionalismo, pero tal vez la gran revelación haya sido Gimnasia y Esgrima La Plata, campeón de torneo de Primera División de 1929.
El deporte más popular de la Argentina había sido introducido por los ingleses en el año 1867 y comenzó en nuestro país como una actividad de recreación propia de los alumnos de colegios de clase alta. Poco a poco y debido a sus simples reglas, comenzó a jugarse en el potrero del barrio y se hizo frecuente en sectores más populares. Los mismos sectores que a fines de la década del ’20 empezaron a presionar por la implantación del profesionalismo, la que llegó el 31 de mayo de 1931.
Pero… ¿Cuál fue la gran diferencia entre el fútbol que se jugaba antes de 1931 y aquél posterior a ese año? Si bien los diarios del momento exaltaban el juego previo, cuando se jugaba “por el honor” de la institución, el dinero ya había llegado al fútbol bastante antes de que lo hiciera el profesionalismo. Ya en la década del ‘20, los jugadores de los clubes de Primera División cobraban viáticos y una suerte de “retribución mensual”. Además, dirigentes y empresarios “hinchas” de los clubes daban “trabajo” a los principales jugadores para que pudiesen tener un ingreso extra. Con lo cuál, ni antes se jugaba sólo por el honor, ni después eran todos mercenarios. Pero lo que si modificó el inicio del profesionalismo fue la diferencia entre clubes poderosos y los clubes humildes, diferencia que se acentuó con la fundación definitiva de la AFA en 1934 y el “voto calificado o proporcional”, que permitió a los clubes grandes monopolizar todos los torneos hasta 1967, y que recién pudo modificarse en 1949 con la llegada del Peronismo y el nuevo concepto de “un club, un voto”.
Por todo esto, porque no hubo gran diferencia y porque la historia no empezó el 31 de mayo de 1931, es que los clubes reclaman esta unificación de títulos. Si bien la página oficial de la AFA los da como válidos, establece una división entre ellos. Y el periodismo, haciéndose eco de esa división, es el principal protagonista de este “ninguneo” a la historia del fútbol argentino en los años previos a 1931. Curioso es que a la hora de sumar la cantidad de Copas América que tiene Argentina, no dudan en incluir las cuatro previas al inicio del profesionalismo, como tampoco dudan en jactarse de la Argentina Subcampeona de Mundial de Uruguay 1930 y la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Amsterdan 1928.
Huracán no nació en 1973 de la mano de César Luis Menotti y con Miguel Ángel Brindisi y René Houseman brillando en el campo de juego. Racing no apareció en la historia del fútbol grande recién con su Tricampeonato del 49, 50 y 51 bajo la conducción técnica de Guillermo Stábile y, contrario a lo que muchos creen, Gimnasia y Esgrima La Plata sí ostenta títulos en Primera División. No hay que olvidar tampoco al Boca Juniors acreedor de la Copa de Honor de 1925, tras volver de su exitosa gira a Europa, la primera gira internacional realizada por un equipo del fútbol local. A los argentinos nos encanta pedir que tengamos MEMORIA de lo que vivimos en el pasado. La misma MEMORIA debería abarcar todos los aspectos de nuestra vida. Y el fútbol es una parte muy importante de ella.
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