Ball

¿Qué carajo quieren?

Gerardo Martino no podía comenzar mejor su estadía en el Barcelona. Sus 6 triunfos en 6 partidos disputados lo llevaron a sellar el mejor arranque en la historia de un entrenador debutante en la BBVA. Sin embargo, algunos sectores buscaron algo en lo que criticarlo, y lo encontraron: la posesión. Al llegar, el “Tata” admitió que su intención no era realizar grandes modificaciones con respecto al estilo que venía practicando el Barcelona. El arranque en Liga es perfecto: ganó los 6 partidos y marcó 22 goles, un promedio de 3,6 goles por encuentro disputado. En Champions League, la goleada al Ajax 4-0 completó un arranque soñado. El estilo catalán, se basa en una presión alta que hace al equipo jugar en campo rival y lo sitúa permanentemente en posición de ataque, pero por sobre todo, la mayor característica del Barcelona es su poderosa posesión, tal es así que acumulaba 5 años y 4 meses (315 partidos, de los cuales ganó 229, empató 56 y perdió 30) teniendo más la pelota que su rival. Sin embargo, esta estadística se quebró el pasado fin de semana, cuando el Rayo Vallecano le quitó la pelota al elenco de Martino y alcanzó un 51% de dominio del balón. El resultado del partido fue indiscutible: triunfo 4-0 con triplete de Pedro y el restante de Messi, pero sin embargo, esto pasó a segundo plano gracias a la tenencia que tuvo el equipo dirigido por Christian Cueva, que además, pese a perder, remató más veces al arco, realizó más pases y recuperó más balones que el Barcelona. En conferencia de prensa, Martino se refirió a la cuestión: “El Rayo hace una presión alta, el espacio que queda es pequeño, por lo que hacer pases cortos es difícil. En estos juegos, el equipo tiene que ganar la segunda pelota”. El ex DT de Newells, además, agregó un dato interesante: la temporada pasada, Rayo Vallecano fue el segundo equipo con más posesión de balón, superando incluso al poderoso Real Madrid, o a la gran labor del Atlético de Madrid que dirige Diego Simeone. La última vez que el Barcelona había tenido menos posesión que su rival, fue en Mayo de 2008 cuando el entrenador era Frank Rijkard, y los catalanes perdieron 4-1 en Bernabéu ante el Real Madrid. El debate sobre si Martino estaba cambiando el estilo del Barcelona se instaló con una velocidad sorprendente. La prensa española, señaló que el juego lujoso y pausado que habían pregonado Josep Guardiola y Tito Vilanova, estaba siendo lentamente modificado por uno más versátil, dinámico y contundente. Los críticos del “Tata” argumentaron que el Barcelona estaba dejando las largas transiciones con el balón en su poder para pasar a ser un equipo contragolpeador, que espera al rival y le da a sus extremos responsabilidades defensivas. Sin embargo, la discusión no duró mucho. Barcelona recibió en su estadio a la Real Sociedad, equipo con una interesante propuesta de juego que lo llevó a participar de la Champions League. El equipo de Martino no solo ganó y goleó luciéndose por 4-1, sino que por las dudas, también arrasó en la posesión del balón: 70,8%. Ahora bien, ¿Desde cuándo la posesión es un elemento de semejante relevancia? ¿Acaso tener la pelota asegura títulos? ¿Siempre gana el equipo que tiene más la pelota? Si nos remontamos a la eliminación del Barcelona en manos del Bayern Munich, observaremos que en la goleada 4-0 de los alemanes, el equipo de Tito Vilanova tuvo un 60,12% de posesión del balón, y pese a eso, sufrió una goleada sin atenuantes, rematando solo 4 veces al arco contra 15 disparos del rival. En Camp Nou, la historia se repitió: 60% de posesión, y un 0-3 inapelable. Este es, el ejemplo más claro de que darle tanta trascendencia a la posesión del balón, por momentos es absurdo y exagerado. Hace un tiempo, antes de perder la posesión ante el Rayo Vallecano, Gerrard Piqué se refirió a las falencias del vistoso estilo de posesión: “Nos hemos convertido en previsibles. A veces los partidos se convierten en duelos de balonmano y nos queremos meter con la pelota hasta la cocina, cuando se puede chutar desde fuera del área. Los goles valen igual". Martino no cambió ningún estilo. No cambió la forma de juego que tanto éxito le dio al Barcelona. Martino agregó variantes a un rico manual que trajo sus frutos pero que en el último tiempo estaba siendo neutralizado por momentos. En su camino, seguramente Barcelona deberá enfrentarse a equipos contra los que deberá llevar a cabo un planteo con mayores recaudos defensivos, y requerirá de menos tenencia pero más velocidad y efectividad. [yframe url='https://www.youtube.com/watch?v=xcEJHA3t-8Q']

Gerardo Martino no podía comenzar mejor su estadía en el Barcelona. Sus 6 triunfos en 6 partidos disputados lo llevaron a sellar el mejor arranque en la historia de un entrenador debutante en la BBVA. Sin embargo, algunos sectores buscaron algo en lo que criticarlo, y lo encontraron: la posesión.

Al llegar, el “Tata” admitió que su intención no era realizar grandes modificaciones con respecto al estilo que venía practicando el Barcelona. El arranque en Liga es perfecto: ganó los 6 partidos y marcó 22 goles, un promedio de 3,6 goles por encuentro disputado. En Champions League, la goleada al Ajax 4-0 completó un arranque soñado. El estilo catalán, se basa en una presión alta que hace al equipo jugar en campo rival y lo sitúa permanentemente en posición de ataque, pero por sobre todo, la mayor característica del Barcelona es su poderosa posesión, tal es así que acumulaba 5 años y 4 meses (315 partidos, de los cuales ganó 229, empató 56 y perdió 30) teniendo más la pelota que su rival. Sin embargo, esta estadística se quebró el pasado fin de semana, cuando el Rayo Vallecano le quitó la pelota al elenco de Martino y alcanzó un 51% de dominio del balón. El resultado del partido fue indiscutible: triunfo 4-0 con triplete de Pedro y el restante de Messi, pero sin embargo, esto pasó a segundo plano gracias a la tenencia que tuvo el equipo dirigido por Christian Cueva, que además, pese a perder, remató más veces al arco, realizó más pases y recuperó más balones que el Barcelona. En conferencia de prensa, Martino se refirió a la cuestión: “El Rayo hace una presión alta, el espacio que queda es pequeño, por lo que hacer pases cortos es difícil. En estos juegos, el equipo tiene que ganar la segunda pelota”. El ex DT de Newells, además, agregó un dato interesante: la temporada pasada, Rayo Vallecano fue el segundo equipo con más posesión de balón, superando incluso al poderoso Real Madrid, o a la gran labor del Atlético de Madrid que dirige Diego Simeone. La última vez que el Barcelona había tenido menos posesión que su rival, fue en Mayo de 2008 cuando el entrenador era Frank Rijkard, y los catalanes perdieron 4-1 en Bernabéu ante el Real Madrid.

El debate sobre si Martino estaba cambiando el estilo del Barcelona se instaló con una velocidad sorprendente. La prensa española, señaló que el juego lujoso y pausado que habían pregonado Josep Guardiola y Tito Vilanova, estaba siendo lentamente modificado por uno más versátil, dinámico y contundente. Los críticos del “Tata” argumentaron que el Barcelona estaba dejando las largas transiciones con el balón en su poder para pasar a ser un equipo contragolpeador, que espera al rival y le da a sus extremos responsabilidades defensivas. Sin embargo, la discusión no duró mucho. Barcelona recibió en su estadio a la Real Sociedad, equipo con una interesante propuesta de juego que lo llevó a participar de la Champions League. El equipo de Martino no solo ganó y goleó luciéndose por 4-1, sino que por las dudas, también arrasó en la posesión del balón: 70,8%.

Ahora bien, ¿Desde cuándo la posesión es un elemento de semejante relevancia? ¿Acaso tener la pelota asegura títulos? ¿Siempre gana el equipo que tiene más la pelota? Si nos remontamos a la eliminación del Barcelona en manos del Bayern Munich, observaremos que en la goleada 4-0 de los alemanes, el equipo de Tito Vilanova tuvo un 60,12% de posesión del balón, y pese a eso, sufrió una goleada sin atenuantes, rematando solo 4 veces al arco contra 15 disparos del rival. En Camp Nou, la historia se repitió: 60% de posesión, y un 0-3 inapelable. Este es, el ejemplo más claro de que darle tanta trascendencia a la posesión del balón, por momentos es absurdo y exagerado. Hace un tiempo, antes de perder la posesión ante el Rayo Vallecano, Gerrard Piqué se refirió a las falencias del vistoso estilo de posesión: “Nos hemos convertido en previsibles. A veces los partidos se convierten en duelos de balonmano y nos queremos meter con la pelota hasta la cocina, cuando se puede chutar desde fuera del área. Los goles valen igual”.

Martino no cambió ningún estilo. No cambió la forma de juego que tanto éxito le dio al Barcelona. Martino agregó variantes a un rico manual que trajo sus frutos pero que en el último tiempo estaba siendo neutralizado por momentos. En su camino, seguramente Barcelona deberá enfrentarse a equipos contra los que deberá llevar a cabo un planteo con mayores recaudos defensivos, y requerirá de menos tenencia pero más velocidad y efectividad.

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