Hace unos pocos días, Marc Overmars fue noticia en la Argentina. ¿El motivo? Nicolás Tagliafico, lateral por izquierda del Ajax, dónde el neerlandés ejercía la función de director Deportivo, lo señalaba como el responsable de trabar su posible desembarco al Barcelona de Xavi. Hoy, el mismo apellido se replica en portadas nacionales y, fundamentalmente, internacionales. Oversmars ya no es más el Director Deportivo del elenco de Amsterdam, ¿por el Tagliafico-gate? No, algo mucho más sensible y que conllevaba necesaria esta determinación: acoso sexual a compañeras de trabajo.
Recapitulando y viajando en el tiempo, también hay que hablar de Mason Greenwood. La ya ex estrella del Manchester United quedó expuesta por su pareja, Harriet Robson. La mujer, además, dio a conocer un audio en el que se escucha como el jugador, uno de los proyectos más prometedores, no sólo del elenco de Old Trafford, sino de la Selección de su país, la había forzado a tener relaciones sexuales en 2021.
El ruido fue tal que la policía se apersonó poco después y detuvo al prometedor delantero de 20 años. Toda esta historia, en la que el vestuario del Manchester United actuó como se le viene demandando al fútbol que actúe hace tiempo, está desarrollada con lujo de detalles en “El Fin de la Complicidad”, el extraordinario Newsletter escrito por un amigo de la casa, Zequi Scher, el pasado fin de semana. En ese artículo, que pueden leer acá, Scher hacía mención al Reino Unido. Ahora, la bomba estalló en Países Bajos y, parece, esta es una conducta que tiende a cambiar.
El fútbol parece haber dejado atrás el pacto de silencio impreso en el ambiente machista y patriarcal (son casi sinónimos) en que se creó y se mueve hace más de 100 años.
La decisión del United de “cortar” del plantel a Greenwood mientras se desarrolla en paralelo la investigación, vino acompañada de la baja de sus contratos de patrocinio. Además, la dirigencia de los “Red Devils” abrió la posibilidad a los hinchas de acercarse a los locales del club para cambiar la camiseta del número 11 por la de cualquier otro futbolista del plantel que quieran sin costo alguno. Esos factores sumados, dan una carrera prácticamente terminada o, al menos, muy pero muy manchada. Y Greenwood estaba llamado a ser estrella de Old Trafford y una pieza importante para Gareth Southgate de cara a Qatar 2022. Nada de eso importó.
OVERMARS: ACOSO Y ESCÁNDALO EN LAS ENTRAÑAS DEL AJAX
En el caso de Overmars, su puesto no era dentro de la cancha, pero sí era de los más importantes dentro de un club que está en el segundo nivel de flotación del Viejo Continente: el Ajax de Amsterdam, y de Cruyff y, hace poco, de Ten Haag, el equipo que quedó a las puertas de la final de la Champions League el 8 de mayo de 2019, cuando el Tottenham de Mauricio Pochettino le ganó 3-2 en el Amsterdam Arena y aniquiló su sueño.
Overmars es, además, un ex futbolista de galones, que jugó en Ajax, Arsenal y Barcelona, considerado uno de los mejores extremos en la década de 1990. Con el dorsal “11”, Overmars se hizo un nombre dentro del fútbol. Por eso esta noticia tiene un enorme impacto también. Además, en el caso del ex futbolista neerlandés, la razón que llevó a esta decisión tiene que ver con acoso sexual, algo que es moneda corriente dentro y alrededor del mundo del fútbol.
El presidente del Consejo de Administración del club, Leen Meijaard, citado en el comunicado oficial, lamentó “una situación dramática”. También expresó que se trató de una cuestión “devastadora para las mujeres que han tenido que gestionar este comportamiento”. Meijaard marcó que Overmars fue “probablemente el mejor director del fútbol que el Ajax ha tenido nunca” pero zanjó la cuestión: “Continuar no era una opción”.
Edwin van der Sar, ex arquero y ex compañero de Overmars, hoy CEO del Ajax, tomó la palabra y no le esquivó a lo sucedido: “La situación me parece terrible para todos y estoy de acuerdo con las palabras de Leen Meijaard. En mi función, también me siento responsable de ayudar a las colegas. Un clima deportivo y laboral seguro es muy importante. Pondremos aún más atención a esto en un futuro próximo. Marc y yo hemos estado jugando juntos desde principios de la década de 1990, primero en el Ajax y luego con la selección nacional y hemos sido colegas en la dirección del Ajax durante casi diez años. Y ahora ha llegado un final muy abrupto. Estamos trabajando en algo muy maravilloso aquí en el Ajax, por lo que esta noticia también será un golpe para todos los que se preocupan por el Ajax”, expresó.
El Ajax expresó que despedía así a su “mejor” Director Deportivo, en medio de una temporada de ensueño, que lo tiene en 8vos de la Champions League -se medirá ante el Benfica- y líder en la Eredivisie, la liga local. Así, por primera vez, el acoso sexual está siendo visibilizado de manera fuerte dentro del mundo del fútbol. Overmars habló -o mejor dicho, emitió un comunicado- horas después de conocida la noticia, dónde reconoció lo que se le imputaba.
“Estoy avergonzado. La semana pasada me enfrenté a unos informes sobre mi comportamiento. Desafortunadamente, no me di cuenta de que estaba cruzando una línea con esto, pero eso me quedó claro en los últimos días. De repente sentí una enorme presión. Pido disculpas. Ciertamente, para alguien en mi posición, este comportamiento es inaceptable. Ahora lo veo también”, aseguró.
Finalmente agregó: “No veo otra opción que dejar el Ajax. Esto supone un gran impacto en mi situación privada. Es por eso que les pido a todos que me dejen a mí y a mi familia en paz”.
EN ARGENTINA, LA BASURA VA DEBAJO DE LA ALFOMBRA
Es saludable este cambio en el fútbol. En situaciones similares, en Argentina, la basura se escondió. Ocurrió con el caso Pavón y, especialmente, Villa, en Boca. Y también con Jonathan Cristaldo, en Racing. El de la Academia fue separado cinco días del plantel. Luego, volvió a jugar y hasta marcó algún gol. Pero la relación con sus hinchas nunca volvió a ser la que era y debió dejar el club, poco tiempo después.
Esta semana, Juan Román Riquelme destapó la verdadera razón por la cual Pavón sigue en Boca y no retornó a LA Galaxy, que había mostrado deseos de comprarlo definitivamente, post regreso del préstamo tras el Mundial de Rusia 2018: “Cuando se enteraron de la denuncia por violencia de género, no quisieron saber más nada”, admitió el actual Vice 1ro de Boca, que dijo que se había puesto “de acuerdo” con las autoridades del elenco californiano.
Algo similar ocurrió con Thiago Almada. La transferencia del volante estaba hecha de Vélez a Atlanta United hace seis meses atrás, pero tras el episodio de la fiesta y violación de una asistente a la misma, en la que estuvieron involucrados varios jugadores de Vélez, entre ellos Almada, el elenco de la MLS puso el freno y esperó a todo se calmara y aclarará. Ahora sí, Almada se mudó a EEUU. Eso sí, nunca dejó de jugar en Vélez, ni él ni sus compañeros señalados en ese evento.
El caso de Sebastián Villa quizás sirva para entender también porque es tan difícil desde lo dirigencial ponerse firme y asumir esos costos. El colombiano causó más repudio por haber señalado que en Madrid, ante River, a Boca le faltó “actitud” que por la denuncia de violencia de género que sacudió el Mundo Boca y el fútbol argentino.
En su caso, Boca primero lo frizó. Pero cuando se llegó a la instancia de 8vos de Final de la Copa Libertadores 2020, el colombiano volvió a ser tenido en cuenta. Primó la necesidad deportiva por sobre la decisión social que se había tomado. De todas maneras, gran parte de los hinchas y las hinchas no le perdonan aquella denuncia y el acto que la precedió.
Otro sector quiere que el jugador juegue, que es “su vida privada” y otras justificaciones machistas, más a tono con el color del fútbol en general en estos temas. Luego de aquel primer indulto, Villa siempre pudo jugar en Boca. La causa hoy tiene previsto dar inicio a un Juicio Oral en algún momento de 2022. Por ahora, Villa sigue vestido de Azul y Oro y su titularidad sólo depende de la decisión deportiva de Sebastián Battaglia.
Esas dos palabras, “vida privada”, tienen que dejar de ser la excusa con la que el fútbol cubra todo lo que ocurre a nivel violencia de género, acoso, o comportamientos “machirulos” en torno al fútbol y el ecosistema en el que este se mueve, que van desde acoso a mujeres periodistas, hasta violencia ejercida por los futbolistas sobre sus parejas.
Dice Zequi, en ese newsletter que citamos anteriormente: “El fútbol masculino de primer nivel posee características que generan condiciones para la desigualdad de género. La diferencia salarial interna en una pareja puede ascender a diferencias incalculables. Las ventas al exterior obligan a mujeres a abandonar sus carreras o su formación en función de acompañar al jugador. La fama deviene en poder y la posibilidad de abuso, de violencia y de impunidad crece exponencialmente”.
LA IMPUNIDAD DE SER ESTRELLA TOP
Ahora, no sólo ocurre en la Argentina, ni sólo pasa en Boca, Racing o Vélez. Años anteriores ocurrió en Lanús, Rosario Central y demás equipos y también el fútbol se ha hecho el distraído, mirado por otro lado o, lisa y llanamente, se hizo el boludo con dos nombres de muchísimo peso para el negocio: Neymar y Cristiano Ronaldo.
El astro brasileño afrontó una serie denuncia de violencia de género en su contra, en la antesala de la Copa América 2019, que su selección ganó con el “10” como figura. El escándalo, mediante el cual la modelo Najila Trindade, lo apuntó como que la había violado en un hotel de París, trajo consigo un escándalo, pero Ney siguió jugando en Brasil y en París.
No fue el único escándalo con el astro del PSG. Tiempo después, una empleada de Nike denunció que había sido obligada a practicarle “sexo oral” en 2018. La firma estadounidense esperó y cuando vio que el jugador no iba a cooperar con la investigación, rompió el contrato con él. Ni PSG, ni la Selección de Brasil se dieron por enterados de este suceso.
En el caso de Cristiano Ronaldo, todo concluyó con un “arreglo” entre el futbolista y quién lo denunció, Kathryn Mayorga. Cristiano Ronaldo, quién fue fundamental para la postura que el Manchester United tomó con Mason Greenwood, también afrontó una denuncia.
El hecho apuntado por Mayorga data de 2009, ella señaló que el delantero hoy del United y en aquel entonces del Real Madrid, abusó de ella en una habitación de hotel en Las Vegas.
En 2010, con CR7 convirtiéndose en ídolo en la Casa Blanca, se firmó un acuerdo de confidencialidad entre las partes. El luso abonó €323 mil euros para que la denuncia nunca salga a la luz y aclaró en el documento que el pago y firma no implicaban reconocer su culpa. Sin embargo, en 2018, Mayorga acusó a Cristiano Ronaldo al presentar una demanda contra él por el mismo hecho. Esa demanda fue retirada en mayo de 2019.
Más allá que el caso no se pudo comprobar y que todo quedó en la nada, vale remarcar que ningún patrocinador de los muchos que tiene CR7, se fue de su lado, que ni el Real Madrid ni la Selección de Portugal se hicieron eco de la denuncia. Tampoco la Juventus, dónde el futbolista jugaba cuando estalló el escándalo, lo “sancionó“, “apartó” o tomó alguna determinación hasta que todo se aclarara. Incluso, paradógicamente, en 2020 participó en una campaña contra la violencia de género de la Serie A.
Hoy, Cristiano Ronaldo es el ser humano que más seguidores tiene en Instagram, con 400 millones. Le saca casi 100 a Lionel Messi, que al cierre de esta nota, acumula 306M de followers.
Con ese poder de fuego, mayor al de varios medios de comunicación, Cristiano dejó de seguir a Greenwood y le soltó la mano, lo propio hizo en la interna del vestuario del United. Años anteriores, pagó para que la sangre no llegue al río en una denuncia que lo involucraba a él.
Un cambio de actitud notorio del portugués, también alentado por que las pruebas, en el caso de Mason, aparecieron con una irrefutabilidad notoria. Ante este escenario, CR7, el United y los sponsors se pusieron del lado de la víctima. Ojalá sea un cambio de actitud y que se mantenga. Que el caso Greenwood y el caso Overmars no sean excepciones, ya es tiempo que el fútbol como deporte y expresión cultural dejé de estar en offside.
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