Las sensaciones arrojadas por la Selección Argentina en la última Copa América han sido positivas. Pese a trabajar bajo una lluvia de críticas y prejuicios, Lionel Scaloni colocó un equipo competitivo en los campos de juego. Los nombres que compusieron la medular fueron los que mejor impacto produjeron, más allá de la aparición fulgurante de Lautaro Martínez.
En el transcurso de esta accidentada temporada, a causa de la pandemia del nuevo Coronavirus, ha surgido una nueva alternativa para enriquecer al equipo nacional: Lucas Ocampos, de muy buen andar en el Sevilla. En el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán se consolidó como uno de los jugadores de mayor progreso en Europa.
Con 11 goles (su récord personal en un torneo de primera división desde que actúa en el Viejo Continente), es el máximo artillero sevillista en la presente edición de La Liga. “Ocampos se ha convertido, junto a Diego Carlos y Fernando, en el fichaje más importante de Monchi. Y, sin duda alguna, en el hombre clave de la parcela ofensiva“, aseguró para este sitio Ignacio Cáceres, periodista andaluz del portal El Desmarque.
Consciente de que la preparación física afrontada en Nervión le ha venido de perillas para alcanzar este nivel, el jugador surgido de River Plate se ha desempeñado casi exclusivamente en la banda derecha. Allí radica una diferencia sustancial con respecto a su paso por el Olympique de Marsella, donde se ubicaba en el flanco izquierdo. Su posición es prácticamente inamovible, debido a que cuando tuvo lugar la incorporación de Suso se trasladó a la zurda y no exhibió el mismo aplomo.
Cuando Ocampos no está en cancha el Sevilla lo siente: es que se trata de su hombre más vertical y determinante. Esta campaña de Lucas resulta una enorme noticia para el seleccionado, aunque Scaloni debiera buscar la forma de introducirlo al once en caso de convocarlo. ¿Por qué? Ya está sobradamente demostrado que Lionel Messi necesita dos socios en la línea delantera, que seguramente serán Kun Agüero y Lautaro; a su vez, en la línea media Leandro Paredes y Rodrigo de Paul están afianzados con comodidad, mientras que Exequiel Palacios y Gio Lo Celso empujan desde atrás.
Amén del rol que obtenga en la Albiceleste en el futuro inmediato, Ocampos (de breve recorrido con la selección mayor, con apenas 208 minutos amistosos acumulados en 2019) ha comprobado con argumentos sólidos que será una carta valiosa en la baraja del fútbol argentino.
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