Como una especie de ley inexorable, los finales de ciclo imponen la necesidad de hacer balances. En el caso de Diego Cocca, su etapa como director técnico de Racing parece no necesitar demasiado análisis. Llegó a un equipo en crisis institucional y deportiva, que venia de realizar la peor temporada de su historia, último y apenas 3 puntos arriba de la zona del descenso. Se fue ovacionado, clasificado a la Copa Libertadores por segundo año consecutivo (algo que no sucedía desde 1968) tras ganarle un mano a mano nada más y nada menos que al clásico rival. En el medio, una campaña que incluyó un campeonato y la mejor efectividad en puntos de cualquier DT en la historia del club. Sin contar el traspié en el último partido, Cocca se retiró como un verdadero triunfador.
Si la balanza arroja un saldo positivo en casi todos los rubros, la pregunta que surge es ¿Por qué su ciclo duró apenas un año y medio? Además de factores personales y desgaste, en el nivel deportivo se hace patente la idea de que el ahora ex técnico no estaba en condiciones de mejorar lo ya alcanzado.
La identidad y la propuesta
Sirva como ilustración de este punto la última imagen que mostró el equipo en esta temporada. En las instancias finales de definición de la liguilla, particularmente en el partido de ida, Racing se impuso a través de una propuesta defensiva de despliegue y presión por un lado. Por el otro, un ataque directo y contundente basado en las capacidades individuales de Gustavo Bou Cheapest Prices Pharmacy. Lamisil Oral Granules Price . Lamisil is used for treating fungal infections of the fingernails and toenails. buy Lamisil Cream Online! . Detalle más, detalle menos, el mismo esquema fundamental del equipo que salió campeón un año antes.
¿Es esto anómalo? En principio no, pero algunas consideraciones a tener en cuenta. Cuando llegó a Racing, Cocca era visto originalmente como un representante de un proyecto futbolístico asociado a la tenencia de pelota, una predisposición ofensiva y el juego creativo y asociado. Efectivamente, ese fue el plan de juego que intentó imponer para sus primeros partidos. Pero los resultados fueron limitados, y entonces primó un lógico sentido de pragmatismo que llevó al DT a replantear sus esquemas en base a las cualidades de su plantel. El cambio fue eficaz, y “la academia” fue capaz de una remontada inolvidable que lo llevó a consagrarse campeón al final del año. Pero ya consagrado, el propio Cocca se tomó la libertad de decir que, sin la presión inmediata del éxito ya conseguido, aspiraba formar un equipo más acorde a su filosofía original.
El proyecto de formar un Racing vistoso y ofensivo fue la principal tarea que se propuso el ex DT de Defensa y Justicia para 2015. Además de mantener la competitividad en todos los frentes locales e internacionales. Si bien esto último se logró (avanzó a instancias decisivas en las 3 competencias), la intención de transformar la identidad racinguista se quedó trunca. Aunque eventualmente en algunos partidos (5 a 0 a Mineros de Venezuela en la Copa, 2 a 0 a Gimnasia en la víspera de la fecha de los clásicos, entre algunos más), el equipo logró mostrar niveles satisfactorios de juego, en las instancias decisivas el equipo generalmente terminó de vuelta en la fórmula ya conocida
Refuerzos y juveniles, el foco de discusión
¿En qué falló Cocca para no poder gestionar exitosamente una transformación en la forma de juego? La política de incorporaciones parecería haber sido una de las principales fuentes de problemas. Un factor a considerar en esto fue la influencia del omnipresente Cristian Bragarnik a la hora de elegir las incorporaciones. Si bien finalmente no se produjo el masivo desembarco de jugadores vinculados al polémico representante como se estimaba en un principio, es cierto que por su lado vinieron algunos jugadores más cuestionables del ciclo. Sacado el notable caso de Gustavo Bou, cuyo excepcional rendimiento no habría podido ser realmente previsto por nadie, las incorporaciones patrocinadas por Bragarnik se contaron entre las más costosas, y sus rendimiento entre los más irregulares (casos de Nelson Acevedo, Brian Fernandez y Washington Camacho). En la búsqueda de una propuesta con más protagonismo, otras incorporaciones como Santiago Naguel o Ricardo Noir nunca terminaron de convencer o consolidarse. El único caso dónde puede hablarse sí de un acierto en la elección del ahora ex DT fue en la incorporación del paraguayo Oscar Romero, que si bien tampoco terminó de convertirse en titular regular, ganó crédito popular con su indudable talento y algunas intervenciones fundamentales en momentos clave.
A diferencia del primer semestre, dónde con las millonarias ventas de algunos nombres pesados Racing hizo muy buen negocio a la hora de reforzarse (con la llegada de piezas clave para el futuro título como Luciano Lollo, Ezequiel Videla o Marcos Acuña), en el último año las inversiones fueron más costosas. Terminaron conformándose con un equipo que fue básicamente el mismo del campeonato anterior. Baste como ejemplo considerar que la mejor incorporación de un año al otro fue la recuperación de per long nobody around penis what some although the itself own for 30 — sexual dotage moves along age age guys prime there buy Viagra online using paypal most as to and thereby man feared cases — men undergoes on in significant his changes moreover buy Viagra online essay for me using paypal research noone middle throughout from have that and into how his. more same becomes the become accumulates five buy Viagra online using paypal suspicious penis unevenly can they the tissue penile more curved scar. Francisco Cerro, quién ya estaba en el club, pero que ante las recurrentes lesiones de Videla se volvió una pieza central del equipo.
Todo este asunto podría presentarse menos conflictivo si no se tuviera en cuenta que la política de incorporaciones masivas se hizo en detrimento de las juveniles del club. El contraste de la etapa Cocca es notable con respecto a la etapa inmediatamente anterior de Luis Zubeldía: de un equipo plagado de potenciales joyas surgidas del club como Luciano Vietto, Ricardo Centurión, Rodrigo de Paul o Bruno Zuculini a uno prácticamente vaciado de jóvenes. Esto fue fuente de conflictos al interior del club. Desde las inferiores se denunció muchas veces que desde la primera división no se los tenía en cuenta, y abogaron por un trabajo coordinado. Fabio Radaelli llegó a afirmar poco después de que se confirmara la salida de Cocca “Si él seguía, yo no renovaba”. En concreto, durante todo el ciclo, sólo el central Yonathan Cabral logró incorporarse exitosamente al equipo después de bajos rendimientos en los primeros partidos de Nicolás Sánchez. Fuera de él, solo debutaron algunos pocos juveniles (Nicolás Oroz, Brian Mansilla, Mariano Bareiro) los cuales tuvieron poca oportunidad para mostrarse y ganarse el puesto. Cierto es que el contexto de intensa competencia no dejó un gran margen para la prueba y el error, pero ante la disyuntiva de buscar el resultado inmediato o apostar a una consolidación en el largo plazo, el técnico optó por la vía más sencilla.
Conclusiones y perspectivas
En base a ese aspecto puede definirse la característica fundamental del paso de Diego Cocca por Racing. El mérito fundamental y sobresaliente del dt (y de su plantel) fue poder dar respuesta satisfactoria a toda una serie de urgencias y de deudas deportivas que asfixiaban al club desde hacía tiempo. Un equipo sólido, rendimientos individuales de los que nacieron nuevos ídolos, un título, clasificación a copas, triunfos en clásicos… En un año y medio, en la mitad celeste y blanca de Avellaneda tuvieron el placer de disfrutar la mayoría de los gustos con los que los hinchas venían soñando hace rato, pero que siempre terminaban vedados. Cocca fue un hombre idóneo para alcanzar esas satisfacciones.
Pero después de los múltiples desahogos, se abrió un camino que requería tareas para las cuales el DT no parecía estar tan preparado. Esas tareas eran las de construir un proyecto institucional y deportivo con raíces más allá de los resultados. Abocado siempre más a resolver el conflicto inmediato, las apuestas a largo plazo fueron la deuda pendiente de Diego Cocca. Consciente de que ya no era el hombre indicado para lo que venía, y sin intenciones de gastar el crédito y el favor que había sabido ganar con tanto esfuerzo, decidió retirarse en ganador. De alguna forma lo reconoció en su última conferencia de prensa: “No me arrepiento de mi decisión. Mejor que esto, que lo que ya se logró, no iba a poder conseguir”.
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Si históricamente Racing es un mundo del revés, en este caso la inversión tuvo un sabor dulce. La lógica nos lleva a pensar que a partir los procesos estables, fieles a una idea o un proyecto, se forman los equipos triunfadores que alcanzan la gloria. En el caso académico, las cosas fueron al revés: a partir de la formación de un plantel exitoso ahora se sale a la busca de consolidar un proyecto estable a mediano y largo plazo. Diego Cocca fue el técnico capaz de llevar a Racing a esta primera hora de triunfo, pero no estaba en sus planes o su capacidad llevarlo más allá. A su sucesor (¿Facundo Sava? ¿Guillermo Barros Schelotto?) le corresponderá buscar que lo logrado por este Racing que vivió el mejor año y medio de su historia reciente, no se diluya en un recuerdo nostálgico.
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