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Volver al Pasado (III): El día que Newell’s gritó campeón en La Bombonera (1991)

Por Fernando Tustanovsky

Mire que, si bien Boca no es justamente un club acostumbrado a perder, algunas veces le ha tocado. Hay partidos que te marcan, y alguno de ellos para siempre. Este, es uno de ellos, y por la importancia del mismo quedará en el recuerdo de todos los hinchas del fútbol.

El 9 de julio de 1991 llovía. Faltando una hora y media para el inicio del partido la cancha de Boca explotaba de gente. Seis mil hinchas de Newell´s llenaron la bandeja superior que da al Riachuelo, el resto todo de Boca. [caption id="attachment_44592" align="aligncenter" width="433" caption="Berizzo y Llop escuchan las indicaciones de Bielsa."][/caption] Francisco “Pancho” Lamolina, árbitro de la final, salió a verificar el estado del campo de juego, debajo de un paraguas, gesticuló que se jugaba y se llevó la primera ovación de la tarde. Era la final del campeonato, el ganador del Apertura 1990 (Newell`s) y el ganador del Clausura 1991 (Boca) jugaban una final ida y vuelta para definir quien era el campeón argentino. Paradójicamente la ida se jugó en la cancha de Rosario Central y Newell´s se vino a Buenos Aires con una victoria por 1 a 0. Pero hay un hecho que es claramente decisivo en esta historia. Se venía la Copa América en Chile, el Coco Basile convoca a la selección a Fernando Gamboa y Franco de Newell´s, y a Diego Latorre y Gabriel Batistuta de Boca…y con esto los Xeneizes arrancaron en clara desventaja. La AFA dispone que los finalistas tengan la facultad de contratar hasta 2 jugadores para reemplazar a los seleccionados. El joven técnico de Newell´s, Marcelo Bielsa, decide no incorporar a nadie y arreglarse con las reservas de su plantel. Boca sacó la billetera y contrata en reemplazo de Latorre al buen volante ofensivo Gerardo Reinoso, de Independiente, y para reemplazar a Batistuta consigue los servicios de un temible goleador del Flamengo llamado Roberto Gaúcho. La salida de los equipos a la cancha fue de esas que ya no se verán (existe algún video en youtube, vale la pena), los estadios ya no permiten tanta gente. Una fiesta.  Entre el barro y los papeles los jugadores se la pasaban por el piso. Boca sin claridad dominaba desde el comienzo ante un Newell´s muy bien plantado y ordenado. Ese fue el partido que se jugó. Presión constante del local y su gente. Cada corner para Boca eran avalanchas de gente en la tribuna. Tanto ir e intentar, faltando 10 minutos para el final llegó el merecido gol, la “Vieja” Reinoso la empalmó con todo el empeine y la puso abajo contra un palo. Fue un desahogo completo. Boca quedaba a un solo gol del campeonato. Entró la Rata” Rodriguez, Boca buscó por todos lados y chocó con la firmeza de Mauricio Pochettino y Eduardo Berizzo mas la seguridad y calma que aportó toda la tarde su arquero Scoponi. Alargue, cansancio, el que mete gol gana, miedo y definición por penales. Se patearon en el arco que da al Riachuelo, el mismo que 10 años después le daría una Copa Libertadores a Boca por la misma vía. El “Gringo” Scoponi terminó de convertirse en héroe, atajando los intentos de Alfredo Graciani y Rodriguez, Walter Pico, por su parte, reventó el travesaño. Newell`s campeón. Hazaña y locura en la mítica Bombonera, la "Lepra" le ganaba una final a Boca y le daba la vuelta sin objeciones. Tarde inolvidable para los rosarinos y olvidable para los "bosteros". ¿Qué pasará esta tarde?.

Por Fernando Tustanovsky

Mire que, si bien Boca no es justamente un club acostumbrado a perder, algunas veces le ha tocado. Hay partidos que te marcan, y alguno de ellos para siempre. Este, es uno de ellos, y por la importancia del mismo quedará en el recuerdo de todos los hinchas del fútbol.

El 9 de julio de 1991 llovía. Faltando una hora y media para el inicio del partido la cancha de Boca explotaba de gente. Seis mil hinchas de Newell´s llenaron la bandeja superior que da al Riachuelo, el resto todo de Boca.

Berizzo y Llop escuchan las indicaciones de Bielsa.

Francisco “Pancho” Lamolina, árbitro de la final, salió a verificar el estado del campo de juego, debajo de un paraguas, gesticuló que se jugaba y se llevó la primera ovación de la tarde. Era la final del campeonato, el ganador del Apertura 1990 (Newell`s) y el ganador del Clausura 1991 (Boca) jugaban una final ida y vuelta para definir quien era el campeón argentino. Paradójicamente la ida se jugó en la cancha de Rosario Central y Newell´s se vino a Buenos Aires con una victoria por 1 a 0.

Pero hay un hecho que es claramente decisivo en esta historia. Se venía la Copa América en Chile, el Coco Basile convoca a la selección a Fernando Gamboa y Franco de Newell´s, y a Diego Latorre y Gabriel Batistuta de Boca…y con esto los Xeneizes arrancaron en clara desventaja.

La AFA dispone que los finalistas tengan la facultad de contratar hasta 2 jugadores para reemplazar a los seleccionados. El joven técnico de Newell´s, Marcelo Bielsa, decide no incorporar a nadie y arreglarse con las reservas de su plantel. Boca sacó la billetera y contrata en reemplazo de Latorre al buen volante ofensivo Gerardo Reinoso, de Independiente, y para reemplazar a Batistuta consigue los servicios de un temible goleador del Flamengo llamado Roberto Gaúcho.

La salida de los equipos a la cancha fue de esas que ya no se verán (existe algún video en youtube, vale la pena), los estadios ya no permiten tanta gente. Una fiesta.  Entre el barro y los papeles los jugadores se la pasaban por el piso.

Boca sin claridad dominaba desde el comienzo ante un Newell´s muy bien plantado y ordenado. Ese fue el partido que se jugó. Presión constante del local y su gente. Cada corner para Boca eran avalanchas de gente en la tribuna. Tanto ir e intentar, faltando 10 minutos para el final llegó el merecido gol, la “Vieja” Reinoso la empalmó con todo el empeine y la puso abajo contra un palo.

Fue un desahogo completo. Boca quedaba a un solo gol del campeonato. Entró la Rata” Rodriguez, Boca buscó por todos lados y chocó con la firmeza de Mauricio Pochettino y Eduardo Berizzo mas la seguridad y calma que aportó toda la tarde su arquero Scoponi.

Alargue, cansancio, el que mete gol gana, miedo y definición por penales. Se patearon en el arco que da al Riachuelo, el mismo que 10 años después le daría una Copa Libertadores a Boca por la misma vía.

El “Gringo” Scoponi terminó de convertirse en héroe, atajando los intentos de Alfredo Graciani y Rodriguez, Walter Pico, por su parte, reventó el travesaño. Newell`s campeón. Hazaña y locura en la mítica Bombonera, la “Lepra” le ganaba una final a Boca y le daba la vuelta sin objeciones. Tarde inolvidable para los rosarinos y olvidable para los “bosteros”. ¿Qué pasará esta tarde?.