Como hace casi un mes atrás, el Monumental tuvo fiesta celeste. Esta vez el celeste cruzó el charco, Uruguay logró su 15ta Copa América. Le ganó a Paraguay con total justicia por 3 a 0. Los goles fueron convertidos por Luis Suárez y Diego Forlan en dos oportunidades.
Desde el minuto cero de la final disputada en cancha de River, la Celeste impuso su ritmo de juego. Con su medio campo aguerrido, con dos volantes centrales, que impidieron el manejo de pelota de Ortigoza, como “El Ruso” Pérez y Arevalo Ríos. Con dos carrileros con una ida y vuelta tremendo, “Palito” Pereira y “Alvarito” González. Dos centrales de primer nivel mundial, uno que le esta dejando el legado al otro, Lugano a Coates. Dos laterales que le suman proyección a su aptitud y actitud defensiva, Cáceres y Maxi Pereira.
Pero sin lugar a dudas, la diferencia la marcan ellos. El mejor jugador del último Mundial en Sudáfrica y el mejor jugador de esta Copa en Argentina. Uno es rubio, el otro morocho. Uno es exquisito, de formidable pegada; el otro es una tromba cuando agarra la pelota, pero elegante para definir. Unos es Diego Forlan, el otro es Luis Suárez. Los temibles uruguayos.
Cuando Suárez encaro a los defensores paraguayos, siempre ganó. Por derecha, por izquierda o por el centro, Siempre ganó. Ese torbellino con camiseta celeste y el 9 pintado en su espalda, hizo lo que quiso con la defensa guaraní. El otro, el 10, metió dos definiciones cruzadas exquisitas. Las dos de zurda. Una en cada arco del monumental. La primera con un remate fuerte esquinado, la segunda entro pidiendo permiso luego de una contra a tres bandas entre Cavani, Suárez y El Diego uruguayo.
Uruguay es campeón por décimo quinta vez de la Copa América. La niña bonita llegó con total justicia. Uruguay, con la garra charrúa a flor de piel, es sin ningún lugar a dudas el mejor equipo del continente americano. Argentina se preparaba para su propia fiesta, pero la Celeste festejo en Buenos Aires. FELICIDADES CAMPEON.
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