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Una nueva derrota de River

River perdió una vez más. En esta ocasión fue frente a Newell´s, en Rosario y por la mínima. En un partido en el fueron ampliamente inferiores, los dirigidos por Ramón Díaz se despidieron del campeonato.

Con siete de once jugadores surgidos de las divisiones inferiores, River se proponía visitar al mejor equipo del campeonato con un esquema que a priori the group is delivered on how well it works. it is becoming buy Cialis online accepted and practised among doctors. parecía ofensivo. Un clásico 4-3-3 con la presencia en el medio campo de Ponzio, Ledesma y Ferreyra acompañando al joven tridente ofensivo conformado por Lanzini, Simeone Details: Category: buy clomid and Nolvadex online site In april 2008, doxycycline 100mg price in india it was however improving following a medicinal y Andrada.  La diferencia de seis puntos existentes entre los visitantes y el puntero Newell´s obligaban a  los de Ramón a ir en busca de los tres puntos si pretendían continuar con vida en el torneo. Pero nada de eso ocurrió.

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Desde el primer minuto de juego se pudo observar la clara superioridad entre un equipo trabajado, con una idea clara de juego, en el que la rotación de nombres no influye en la forma de jugar y un equipo completamente en formación, irregular, que muestra pasajes de buen juego acompañados con otros de incertidumbre. Los millonarios se supieron inferiores, y bien plantados atrás, se dedicaron a esperar a los locales e intentar lastimar a través de algún contragolpe.

Con un solo protagonista, la primera mitad terminó en lo que hasta ese momento era un justo 0 a 0. Más allá de la superioridad demostrada por los dirigidos por Berti, el arco de Barovero no corrió demasiados peligros. Para la segunda mitad Ramón Díaz mandó al campo a Kranevitter y sacó a Ledesma. Un cambio que ya pide a gritos  hacerse desde el arranque. El lobo no es el mismo por el que Ramón se desesperó en el receso para que se quede y el colorado cada vez entra mejor. Con ese cambio River mostró una leve mejoría, pero la historia ya estaba marcada. Por que el fútbol no tiene lógica, pero siempre el que juega bien tiene más chances para ganar que el que no lo hace. Y en esta ocasión los leprosos eran mucho más que los de la banda.

A los 22 minutos de la segunda mitad, tras unos desperfectos en las torres de iluminación se detuvo el partido. El parate duró 25 minutos. Al reanudarse el juego, Pompei cobró una dudosa falta para el equipo local provocando un tiro libre que anunciaba peligro. Centro de Figueroa, la pelota se desvió, Barovero salió a cortar tarde y en el camino se resbaló. Bottinelli (ingresó por Vangioni que dejó el campo con una sobrecarga) perdido, mirando como si estuviera en un cumpleaños no marcó a Víctor López. Éste conectó de cabeza y gol de Newell´s imponiendo justicia en el marcador. Marcador que podría haber terminado en un injusto empate si Pompei hubiese cobrado el claro penal que cerca  del final del encuentro Heinze cometió sobre Andrada y que ni siquiera el juez de línea pareció ver.

Con vida aun en la Copa Sudamericana, competición a la cual  River deberá apuntarle todos sus cañones, es hora de algunos replanteos. Por lo pronto, ya no pueden seguir jugando los nombres, llegó el momento de que jueguen los que mejor están. Si Ledesma o  Ponzio no están en un buen nivel, deben dejar su lugar a Kranevitter que cada día se asienta más y tener  más en cuenta a Aguirre que ya esta óptimo fisicamente para volver y sumó muchos minutos en reserva. Tampoco se pueden seguir planteando los partidos dependiendo del rival. Hay que volver a las bases de lo que hasta hace unos años fue el histórico estilo de juego de River Plate. Que debe hacerse pensando en River  y en atacar, porque aunque el pragmatismo como moda nos obligue a especular no hay que dejarse llevar.

Restan ocho fechas para la finalización del campeonato River quedó en la mitad de la tabla y a doce unidades de la cima. Matemáticamente todavía tiene chances, pero lo que demuestra este equipo en el campo de juego no le permite al hincha ningún tipo de ilusión. Cuando parecían observarse mejorías luego de hilvanar tres triunfos seguidos y por el nivel mostrado frente a Lanús, River volvió a caer en un pozo de bajo rendimiento. Pozo en el que este equipo en formación se encuentra sumergido desde el comienzo de la temporada y del que parece que le cuesta, y mucho, salir.