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#UFCenRNB: Hemos visto MMA

La victoria de Jon Bones Jones a Alexander Gustafsson fue una pelea emotiva, en donde ambos dejaron todo, no obstante el campeón hizo diferencia en los últimos dos rounds.

En líneas generales, las peleas que van a la decisión tienen el mote de ser aburridas, ya que el vencedor especula, manejando todo a su gusto y placer, atacando cuando es necesario y, sino, alejarse de la acción. En el combate por el título de los mediospesados de la UFC, eso no fue así. Está bien, fue la primera pelea principal de las últimas ocho en donde se llegó al límite (contando eventos Pay-Per-View -los numerados-, los relanzados Fight Nights, y el último UFC on Fox). Pero fue un espectáculo para el recuerdo, al punto que se llevó merecidamente el bonus del Fight of the Night.

El campeón Jon Jones se enfrentaba contra alguien de mayor tamaño, ya que Alexander Gustafsson mide tres centímetros más. Pero el sueco no sólo se destacó por ello. Fue un dignísimo rival, al punto que, más allá de intimidarlo con sus golpes fue el primer luchador en derribar a Bones en la organización. E incluso se llevó tanto el primer como el tercer asalto.

No obstante, el neoyorquino, que estuvo mejor en el segundo round si consideramos los tres iniciales, sacó a relucir su chapa en las últimas dos vueltas. En el último del cuarto episodio, un codazo dejó tambaleando al europeo, y parecía que allí terminaba todo, pero éste terminó resistiendo los embates, y además el bocinazo final le hizo tomar un poco más de aire. Luego, en el quinto, se vio que el estadounidense tenía algo más de nafta que su rival, y terminó siendo superior, al punto que logró derribar al nórdico, aunque en los golpes durante ese lapso le faltó ser certero.

Como era de preveer viendo cómo había sido el trámite de la lucha, Jones ganó por decisión unánime (dos fallos de 28-27, y uno, exagerado, de 29-26). Pero los fanáticos se quedaron con ganas de más. La palabra revancha fue la que más se dijo a la salida del Air Canada Centre de Toronto. Pero para eso (aún) hay que esperar. Por lo pronto, el norteamericano batió el récord de defensas consecutivas en mediopesados que tenía Tito Ortíz, quien semanas atrás sorprendió a todos al regresar a las MMA en Bellator. Pero esa es otra historia. Igualmente, estas seis peleas aún están lejos de las 10 que tiene aún Anderson Silva.

Yendo a los otros combates del main card del UFC 165, hubo otra defensa exitosa, en este caso la de Renan Barao, quien mediante una patada con giro y puñetazos, noqueó en el segundo round a Eddie Wineland, y así no sólo retuvo el título interino de los gallos, sino también se llevó al bonus de Knockout of The Night. Más temprano que tarde deberá enfrentarse a Dominick Cruz, quien si bien conserva el título original, está inactivo desde hace 2 años, cuando combatió contra Demetrious Johnson, actual campeón mosca.

En el duelo NFLístico de la noche, en pesos pesados, la ofensiva se impuso a la defensiva. Porque Brendan Schaub, quien jugaba en el ataque como fullback, logró vencer al ex-tackle defensivo Matt Mitrione por la vía de la sumisión, a través de un estrangulamiento D’Arce en el último minuto del primer asalto. Mientras que en los dos combates restantes, el francés Francis Carmont y el ruso Khabib Nurmagomedov (atención con él en el futuro) dominaron a gusto y placer sus combates frente al chipriota Costa Philippou y a Pat Healy en medianos y livianos, respectivamente, obteniendo la victoria por decisión unánime ganando todos los rounds.

En las preliminares, hubo nocauts de Daniel Omielańczuk a Nandor Guelmino (pesados), John Makdessi a Renee Forte (livianos) y Stephen Thompson a Chris Clements (welters), sumisión de Mitch Gagnon a Dustin Kimura (gallos-guillotina), la cual se llevó el Submission of the Night, victoria por decisión unánime de Wilson Reis a Ivan Menjivar (gallos), y por decisión dividida de Michel Prazeres a Jesse Ronson, Myles Jury a Mike Ricci (ambos en livianos), y Alex Caceres a Roland Delorme (gallos).

Tras el evento del sábado uno tranquilamente podría haber dicho “hemos visto MMA”. Ojalá eso suceda el miércoles 9 de octubre, cuando Demian Maia se enfrente a Jake Shields en peso mediano en el próximo Fight Night en Baruerí, San Pablo.

Periodista deportivo, aunque también pueden decirle Licenciado. Escribió un libro, el árbol y el hijo aún los debe. Fanático de los deportes (y de Boca), pero también de los libros (más aún los de Casciari) y de Love of Lesbian. En una palabra: polifuncional.