Su irregularidad fue una fija durante toda la temporada. Los títulos en los ATP 500 de Rotterdam y Washington, la final en Indian Wells y las semis de Wimbledon, donde por momentos se vio al Del Potro de 2009, fueron opacados por participaciones muy malas en torneos importantes y por los problemas físicos, siempre presentes en la carrera del tandilense.
Está semana se volvió a ver porque está donde está. Sin problemas en su muñeca izquierda, Juan Martín pudo pegar su revés y, cuando eso pasa las cosas cambian. Era sabido que en el duelo de gigantes el que moviera mejor a su rival se iba a llevar el triunfo y ahí apareció la jerarquía del argentino. Cruzando mucho su revés, cerrando puntos en la red cuando tuvo las oportunidades y con una derecha que ya puede ser catalogada como la mejor del circuito La Torre de Tandil llevó la iniciativa durante casi todo el partido.
Sin breaks en todo el primer set, la oportunidad de Del Potro llegó recién en el tie-break cuando Raonic, sacando 4-5, cometió un error con su principal arma, una doble falta lo dejó con doble set point en contra. El argentino desaprovechó el primero, pero terminó cerrándolo con su saque.
En el segundo parcial, la tónica no cambió. Sin quiebres por lados, Del Potro y Raonic se bombardeaban con saques y derechas, pero siempre con demasiado respeto por el servicio ajeno. Llegaron al 5-5 y el camino a un nuevo tie-break parecía inevitable, pero otra vez apareció la categoría del primer preclasificado del torneo. Pisando la línea de fondo, incluso más metido después del saque del canadiense, fue taladrando y con dos passings brillantes, revés paralelo y derecha cruzada, puso en jaque a la promesa norteamericana que, con triple break point en contra, no pudo hacer mucho para que Delpo se quedara con su servició y minutos después con el torneo.
Con está victoria, la mejor raqueta del país, llegó al decimosexto título de su carrera con apenas 25 años. Además, quedó quinto en La Carrera a Londres y a un paso de asegurarse un lugar en el Torneo de Maestros, donde se enfrentarán, en la capital inglesa, los mejores ocho tenistas del año.
A pesar de todo esto, Juan Martín no se toma un descanso, su nivel está asomándose de vuelta y la próxima semana se juega el Masters 1000 de Shangai, donde querrá, de una vez por todas, desprenderse de esa irregularidad que lo persigue.
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