Santificado sea tu nombre. Barba candado, camisa abierta, un rosario y un biblia de táctica en la mano izquierda. Así se presenta Caruso Lombardi. Un hombre destinado a sacar equipos de situaciones complicadas. Hoy, San Lorenzo reza por él. Pero no fue el primero que necesitó de sus servicios.
Como pasa con mucha gente en la vida diaria, cuando uno necesita algo el último intento desesperado es acudir al rezo. Bueno, con Caruso pasa algo similar. Si rezar es el último recurso para muchas personas, Lombardi es el último recurso para varios clubes cuando están apremiados por el descenso. Quilmes, Tigre, Argentinos Juniors , Newell´s y Racing contaron con su servicio.
Después de un magro apertura 2008 de la mano del Chocho Llop. Caruso tomó el mando del equipo en la cuarta fecha del torneo Clausura 2009. Allí lo vio ganar en 8 oportunidades y obtuvo un 62.5% de los puntos jugados. De la mano de Néstor K. –o N. Kirchner, como prefieran- y sus televisores Racing tuvo un torneo espectacular y lo salvó de jugar la tan temida promoción. El campeonato incluyó, además, dos sendas victorias ante River y Boca. Una bestia.
En Argentinos Juniors llegó en remplazo de Domenech. Acaparó la posta del equipo en el Clausura 2007. Allí, el técnico obtuvo 26 puntos que le permitieron al Bicho escaparse de los puestos del fondo. En aquel momento, el técnico barbudo se nutrió de jugadores completamente desconocidos que terminaron triunfando en el club. Mercier, Sabia, Peñalba y Escudero son sólo algunos de los jugadores traídos por el DT. Por otro lado, el mayor acierto fue, sin lugar a dudas, haber puesto como titular a Néstor Ortigoza. Claro está, un par de años más tarde cuando el conjunto de La Paternal salió campeón, afloró su lado Bocón y tiró: “Fui yo quien descubrió a estos jugadores yo armé la base del equipo”. En fin.
Con un estilo diferente al que no tiene acostumbrados, el Quilmes que descendió la temporada pasada atacaba y mucho. Llegó al club cuando el Clausura ya estaba jugándose en lugar de Leonardo Carol Madelón (¿coincidencia?). Su cervecero desplegó un fútbol ofensivo, con un ignoto Pablo Vazquez como puntal destruyó defensas y obtuvo resultados sorprendentes. Pero no le alcanzó y se terminó yendo a la B Nacional.
Ahora, San Lorenzo quiere tenerlo en su banco. Los hinchas aclaman ese manual de tácticas defensivas que le permitan sacar puntos de cualquier manera. No importa como. Ellos se quieren salvar del descenso. Y están convencidos de que Caruso es la llave para poder hacerlo.
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