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Ronaldinho generó un terremoto en el Camp Nou

El 3 de septiembre del 2003 Ronaldinho marcó su primer gol en el Barcelona. Ese día, también, Ronaldinho generó un terremoto en el Camp Nou. Literal.

Hace una década que el Camp Nou no es el mismo.

El 3 de septiembre del 2003 marcó un antes y un después en el mítico estadio del Barcelona. El culpable de finalizar y comenzar una nueva era fue un moreno de dientes gigantezcos y sonrisa exagerada que en aquel momento vestía la 10 azulgrana. Arriba de ese número 10 tatuado en la parte de atrás de la camiseta se podía leer un apellido: Ronaldinho.

Cuando la palabra Ronaldinho aparece escrita en cualquier texto de cualquier lugar del mundo desenmascara que una nueva obra de arte con rasgos superlativos fue realizada. En este caso, la obra de arte fue dibujada la fecha que da inicio a esta nota: 3 de septiembre del 2003. Ese día Ronaldinho convirtió su primer gol en el club culé y ese día el Camp Nou aprendió a latir. Tras arrancar con pelota dominada desde su propio campo y eludir a dos defensores del Sevilla, Ronaldinho pateó desde 25 metros y la pelota, siempre cómplice y enamorada del Gaúcho, se metió en el ángulo.

Sin-título

Ese gol no sólo fue noticia por la genialidad de la jugada y el debut en la red del brasileño con los colores del Barca. No. Ese gol, además fue novedoso porque la anotación en sí registró un movimiento sísmico en el estadio. Con palabras más vulgares, Ronaldinho, al marcar, generó un pequeño terremoto en todo el Camp Nou. En ese instante en el que la pelota pegó en el travesaño y besó la red, los sismógrafos del Observatori Fabra, observatorio astronómico situado en aquella ciudad, se sorprendieron por la energía y la algarabía que habían desatado los más de 80 mil espectadores que presenciaban el encuentro.

Desde ese día, desde ese encuentro, desde ese gol, el estadio Camp Nou nunca paró de vivir. En el 2003 quien le impulsó sus primeros latidos fue Ronaldinho. Hoy, en el 2013, sigue latiendo al ritmo de los goles de un hombre microscópico que también viste la 10. La diferencia es que arriba del número figura otro apellido. El que los arqueros, cuando están tirados en el césped lamentándose por no haber evitado la caída de su arco, leen “Messi”.

El gol: https://www.youtube.com/watch?v=VEiMWZEns1s&feature=player_embedded

@santicapriata