El rey volvió oficialmente en una noche de tribunas vacías en Sarandí. Juan Sebastián Verón había dejado el fútbol hace un año, pero el mal momento de Estudiantes lo hizo cambiar de opinión y lo que parecía para siempre solo fue por un rato. La Bruja se hizo dueño del juego del Pincha otra vez, porque todas las pelotas pasaron por él. Esto no alcanzó, Estaba todo dado para que el León se llevase lo tres puntos, que hubiera conseguido gracias al gol de Duvan Zapata en el primer tiempo, pero que terminó siendo un empate porque Furch puso el 1-1 tras un penal en tiempo agregado.
Habían pasado 404 días desde su último partido con la camiseta del Pincha, fue el día de su despedida ante Unión en el Estadio Ciudad de La Plata el 24 de junio del año pasado, cuando el León empató 2-2 contra el recientemente descendido. El talento no necesita de pretemporadas, caminó más de lo que corrió, él no necesita de esto último. El empeine sigue intacto y se hizo protagonista cada vez que la pelota paso por él.
Esa tarde de junio la gente despidió a la Bruja con un abrazo simbólico pero eterno, ellos sabían que se despedía el jugador que superó a la institución. Como dijo en su momento Alejandro Sabella: “el jugador más preponderante de la historia de Estudiantes”. Hoy volvió porque su ausencia se había hecho notar.
El fútbol ya había vuelto a ver a la Bruja el domingo pasado ante el Atlético Madrid, cuando después de mucho tiempo el Estadio Ciudad de La Plata volvió a verse lleno, porque volvía Verón y llegaba de visita el campeón de la Copa del Rey con el Cholo Simeone en el banco de suplentes.
Justamente, con Simeone y Verón, Estudiantes empezó un camino, el mismo que había transitado a fines de los sesenta. Juntos ganaron el Apertura 2006, después el Cholo se fue, pero la Bruja se quedó para ganar otro título local, levantar la Copa Libertadores y pegarle un susto muy grande al Barcelona de Guardiola. Ese sueño que se hizo realidad y hoy vuelve a renacer con la presencia del futbolista más importante de la historia del club platense.
Cuando Verón decidió empezar a hacer sentir su vuelta al fútbol, el Pincha hacía cuentas para no pelear el descenso en esta temporada, algo que con él no hubiera pasado, ya que mientras jugó Estudiantes hizo 397 puntos en el fútbol argentino, siete más que Boca, que terminó segundo.
Tercer ciclo que empezó, aunque esta vez no fue con tres puntos en el bolsillo. Volvió Verón, y con él la ilusión de un equipo que representa mucho más con su nombre.
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